Para empezar. Sentá las bases de un negocio exitoso
6 de marzo de 2020 • 14:27
Gabu López es coach de negocios y experta en marketing. Su misión es ayudar a las emprendedoras a conectar con su propósito para que moneticen sus talentos y vivan con independencia económica y libertad de acción.
Una de las mayores frustraciones de todos los que emprenden es que hacen mucho todo el tiempo, pero no tienen un plan calendarizado y tampoco logran los resultados que esperan. Entonces suelen saltar de un tema a otro, sin estrategia. Y una empresa no se gesta así nomás. Hay cosas que tenés que hacer ANTES de comenzar, pasos fundamentales que sientan las bases de lo que será tu negocio antes de que empieces a monetizarlo. Esos pasos tenés que darlos ahora, al inicio, porque son los cimientos de cualquier acción de marketing y ventas a futuro. Y a la larga, ahorran tiempo y dinero. Y no tiene por qué ser tan complicado.
Acá te doy algunas claves de cómo lograrlo:
LAS BASES Antes de crear tu logo, antes de armar un sitio, antes de tener tarjetas personales, antes de diseñar cualquier pieza de comunicación, necesitás desarrollar las bases de tu negocio. La estrategia. Este es un paso crucial y muchos emprendedores no le prestan atención, y resulta en que tardan más tiempo en crecer. Si fueras a construir una casa, ¿qué harías? ¿Elegirías las cortinas, los adornos, los muebles? ¿O pondrías primero los cimientos y la estructura de hormigón? 1 Esto es lo mismo. Tenés que desarrollar las bases antes de dar cualquier otro paso. Y esas bases son...
1.Entendé tu mentalidad
El motivo por el que fallan la mayoría de los emprendimientos es por la mentalidad del emprendedor. Sí. Leíste bien. El resto de las variables externas influyen, pero más del 80% fracasa porque quien estaba a cargo no tenía la mentalidad correcta. Así que entender cómo pensás, qué creencias limitantes tenés, cómo funciona tu cerebro frente al miedo, qué emociones necesitás tener disponibles en esta etapa y sobre todo, qué vas a hacer vos con todo eso durante el camino, es esencial para arrancar. Hay un viejo dicho que dice que el primer paso es el que te saca del lugar en donde estás. Y este primer paso, entender cómo pensás y setear las bases de una mentalidad de éxito, es fundamental.
2. Conocé tu Magia y tu Propósito
Tener claro tu propósito te ayudará a mantener el rumbo cuando las cosas se desacomoden o vengan tiempos de crisis. O tiempos de mucho crecimiento económico también, porque mucho de algo bueno también complica. Tener una misión, además, te dará foco, te ayudará a tomar decisiones y te permitirá trabajar en tus propios términos. ¿Cómo es tu trabajo ideal? ¿En tu casa, en una oficina, en soledad, con mucha gente? ¿Más formal, menos formal? ¿Desde el sillón de tu living en pijama, alternando trabajo con Netflix? Hay una forma de trabajo que es tuya y que tal vez no descubriste aún, y que es parte de tu Magia. Y esa Magia los demás la necesitan. Así que sí, podés elegir cómo
3. Diferenciate con una Propuesta de Valor
Tu propuesta de valor es lo que te hace diferenciarte con tu negocio. Es tu forma de ayudar a los demás con tu propósito. Tu punto de vista. Tu enfoque. Muchas personas pueden ayudar a tus clientes potenciales con sus problemas. ¿Como podés vos ayudarlos mejor? Esa es tu propuesta de valor. La esencia de tu propuesta de valor está condensada en esta frase: "La mejor forma de lograr _____________ [lo que sea que quieran resolver tus clientes] es _____________". En algunos rubros, tener una propuesta de valor potente da miedo. Esto suele suceder, por ejemplo, en nichos que corresponden a coaching y otras áreas del desarrollo personal, donde los resultados dependen en gran medida del compromiso del cliente. Recordá que quien te contrata lo hace para resolver un problema, un quiebre, una brecha, algo que le duele. Eso que lo inquieta, que lo incomoda, que le genera sufrimiento. Si estás seguro que podés acompañar a esa persona en el proceso y que harás tu mejor esfuerzo por que logre sus resultados, está bien también asumir el compromiso de tu lado. Tus clientes quieren ver que sabés qué estás haciendo y que tenés una visión formada sobre cómo vas a acompañarlos. Tener una propuesta de valor clara que te representa es lo que te posiciona en el lugar de experto
4. Definí tu nicho
Cuando sabés que querés hacer para los demás y cómo lo hacés, llegó el momento de establecer para quién lo hacés. Tu nicho. Esa porción del mercado que acompañás con tu Magia. ¿Quién tiene ese problema que vos resolvés? Ese es tu nicho. Y eso se establece antes de pensar en el avatar, en la buyer persona, en una definición de target desde marketing. Definir tu nicho es tan fácil (y complicado) como entender dónde reside tu Magia y cómo podés ponerla al servicio de los demás a través de tu propósito. Todo esto, siempre, desde la mirada de quien la necesita. Entonces: Nicho = grupo de personas a quienes podés acompañar a resolver su problema con tu Magia, alineada con tu propósito. Pro Tip: Todo lo que planteamos hasta ahora (Magia, propósito, propuesta de valor y nicho), sienta a su vez las bases de tu mensaje. Por eso es muy importante tener cada uno de estos pasos muy claros. Estos fundamentos los trabajamos como primeros pasos en Monetizá tu Magia, porque ayudan a que se desarrolle un mensaje fuerte que conecta directamente con tus potenciales clientes.
5. Investigá el mercado
Este es un paso que muchos emprendedores omiten, y sin embargo, puede ser letal para tu negocio no encararlo. ¿El motivo principal? Miedo. ¿Qué pasa si esta idea tan genial que tenías en realidad no se puede concretar? Bueno, pasa que es mejor saberlo ahora que cuando ya hayas invertido mucho tiempo, expectativas y sueños. Necesitás validar tus ideas con el mercado. No funciona jamás armar hipótesis varias de quién te va a comprar, sin corroborar que realmente tienen intención de comprarte y están dispuestos a pagar por lo que ofrecés. Así que en esta etapa se trata de salir al mundo y ABRIR CONVERSACIONES con personas reales, de carne y hueso, para entender si lo que tenés en mente es una verdadera necesidad. Preguntales qué les duele, qué problemas tienen, qué quieren. Y contales tus ideas. Conversá con ellos con mente abierta y escucha activa, para entender si lo que estás armando es lo que ellos realmente quieren. Y para incorporar el lenguaje que ellos usan, la forma en la que ellos se comunican, las palabras que usan. Lo vas a necesitar luego cuando armes tu mensaje. También validá si existe oferta, demanda y capacidad de compra. Para que no te tome desprevenido más adelante. Como digo siempre... si no hay mercado, no hay negocio. Game over.
6. Contá lo que hacés desde la mirada de tu cliente
Si no podés describir todo lo que te cuento en los pasos anteriores de manera clara, tus chances de lograr un negocio exitoso son bastantes limitadas. Estás complicado, no importa la idea que tengas ni cuán genial seas. Necesitás comunicar para que te compren. La frase "este producto se vende solo" atrasa 30 años, es de los 80s. Hoy con todo tendiendo cada vez más hacia la commoditización, ya no se puede pelear por la mente del consumidor desde calidad. Y yo soy anti-fan de pelear por precio, si peleás por precio tu cliente cree que sos de mala calidad. Necesitás diferenciarte y tener un mensaje muy bien articulado para que te elijan. Y la clave aquí es que pienses todos estos mensajes desde la mirada de tu cliente ideal, pero con foco en tu Magia. Es decir, ¿qué problema resolvés para él o ella? Eso es lo que necesitás contar. Porque, precisamente, vos sos parte de la solución. Por supuesto, trabajamos mucho en la creación de ideas fuerza y mensajes diferenciadores en Monetizá tu Magia, porque se trata de eso. De que siempre sepas qué decir en cada momento. Y de hacerlo de una manera clara que los demás puedan entender, para que lo que cuentes haga que te llamen y te recomienden.