Quién es Eugenia Quibel, el último gran amor de Gerardo Rozín

Además de Eugenia, que formó parte del círculo íntimo que acompañó a Gerardo en sus últimos días, estuvo su expareja Carmela Bárbaro, y su hijo Pedro y su hija Elena, que fueron el sostén del conductor.

Tras la muerte de Rozín, Eugenia Quibel posteó en redes sociales una emotiva despedida.

“¿Qué es ser valiente? Enterarse una mañana de una noticia horrible y darle pelea hasta el final. Aferrarse a la vida y aceptar que un día se termina. Transitar el proceso sostenido por afectos, familia y rodeado de amigos. Recibir amor y dejarse abrazar. Llorar, putear, luchar y pensar las mil y una alternativas. Eso sos...”, escribió la locutora de La peña del morfi (Telefe), uno de los proyectos que compartieron. El posteo ya tiene más de 40.000 me gusta e interacciones, todos con mensajes de apoyo, de amistad.

Eugenia Quibel, que tiene 42 años, cuenta en su página web que se recibió de locutora nacional en el ISER a los 20 y desde entonces trabaja en medios de comunicación. Comenzó en radio (AM y FM), cumpliendo distintas tareas y roles que –reconoce- le permitieron ampliar su mirada respecto del trabajo como comunicadora. Es locutora, cronista, conductora, productora, redactora de noticias y tránsito.

Años más tarde se le abrió la oportunidad de hacer la locución de Gracias Por Venir, Gracias por Estar, un ciclo de homenajes en Telefe, y luego fue la voz en off de Morfi, Todos a la Mesa, Morfi Café. La Peña y Morfi Kids, donde además fue guionista.

Quibel y Rozín iniciaron su romance en 2015, pero se conocían desde años antes por compartir espacios laborales. De hecho, en el bar de Telefe, donde trabajaban, se los empezó a ver más íntimos.

De allí que ellos no sólo eran pareja, sino también colegas, compañeros de trabajo. En uno de sus posteos más recientes, ella había compartido una foto junto a Gerardo y el productor Iván Drinko, donde escribió: “Gente que quiero, de la que aprendo y con quienes me gusta trabajar desde hace una pila de años”.

Por eso, al recordarlo en redes en esta última despedida se refiere a Rozín desde su costado laboral, también. “Me guardo para siempre... Tus ideas brillantes con salidas ocurrentes, las sugerencias generosas para quien buscara tu opinión, tu humor distinto, tus ironías, tu orgullo rosarino y un poco uruguayo también, las playlists de Frisell y Pizzarelli, ‘el dolor auténtico, la alegría sin una mancha’”.

El último programa que compartieron, Morfi, condensaba dos pasiones del periodista: la conducción y la comida. Eugenia Quibel dijo que también se guardaría cada uno de sus momentos juntos, “los descubrimientos gastronómicos (los buenos y los fiascos), los viajes, hacer equipo en la radio, en la tele y en la vida”. Y concluyó: “Y una lista de motivos íntimos que me hicieron enamorarme de vos. Brindo por vos, ¡canalla!”.

Además del trabajo y la gastronomía, la música también era una pasión compartida por ambos. Rozín siempre se ocupó de sumar a músicos y músicas en sus programas, ella conduce junto a Norberto Passera en FM 98.7 Folklórica Folklore a la carta, un programa dedicado a este género.

Eugenia en su Instagram comparte momentos personales y laborales. Ella es mamá de Emilia, que aparece en posteos de la vida cotidiana. Además de su hija, Rozín está muy presente en sus redes. En su último cumpleaños ella le dedicó un amoroso mensaje: “Brillante, de respuestas veloces, humor ácido, salidas únicas y diferentes todo el tiempo y corazón generoso. Siempre atrás de una taza de café y con una lapicera en la mano ideando éxitos, muchas veces propios, otras ajenos. Brindo por vos y te acompaño siempre”.