Recorrido por Cartagena de Indias: sentite en una novela de Gabo
Colonial, colorida y alegre. Así es esta ciudad de la costa colombiana que nos enamoró con todos sus rincones, su gente y su cultura.
3 de noviembre de 2017
Créditos: Belén Ardila y Marti Arcucci
Los imperdibles
Créditos: Belén Ardila y Marti Arcucci
- Caminá las calles de la Ciudad Amurallada: es el centro histórico de Cartagena y, además, fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1984. La entrada principal es por la Puerta del Reloj, la famosa torre que es un símbolo de la ciudad desde 1600. Vas a querer explorar todos sus rinconcitos con adoquines, balcones de flores y fachadas coloniales que encuentres en el camino. Tomá nota de las calles que son un hit para tus fotos de street style: De La Mantilla, Don Sancho y Gastelbondo.
- Conocé la Plaza de Santo Domingo: es uno de los lugares más populares de la ciudad y en el que vas a comenzar a contagiarte del ritmo colombiano. Siempre hay músicos haciendo percusión y bailando salsa. Además, es el punto de encuentro de las palenqueras, las señoras de vestidos típicos y turbantes que pasean haciendo equilibrio con las fuentes de frutas sobre la cabeza. Si querés una foto con ellas, tenés que pedirles permiso y van a pedirte una propina a cambio. También vas a encontrarte con La Gorda Gertrudis, la escultura de Botero a la que, según la leyenda, hay que tocarle un pezón para asegurarse una relación de amor feliz... ¡y para toda la vida!
Créditos: Belén Ardila y Marti Arcucci
- Subí al Cerro de la Popa: ¡es el punto más alto de la ciudad! Podés ir en taxi por US$ 15 aproximadamente desde la ciudad amurallada (incluyendo la espera para la vuelta) y disfrutar de una vista de 360° desde las terrazas del convento histórico en medio de una colina súper verde. Si querés visitar el interior del monasterio, no dejes de pasar por su patio de flores y la capilla de la Virgen de la Candelaria, la protectora de la ciudad.
- Visitá La Presentación: es una casa museo de arte y cultura que es una joyita escondida. Vas a encontrar exposiciones de pintores y escultores locales dentro de un antiguo convento y colegio de estilo colonial que además cuenta con un patio repleto de vegetación y un cafecito imperdible. Lo encontrás en la calle Estanco del Aguardiante 5-63.
Podés comprar obras de artistas locales. Hay réplicas de Botero - Créditos: Belén Ardila y Marti Arcucci
- Andá al Castillo de San Felipe de Barajas: afuera de la ciudad amurallada vas a encontrar esta fortaleza gigante del año 1500, construida para proteger Cartagena de las invasiones piratas. La entrada cuesta US$ 10 y es recomendable hacer el recorrido con un guía para conocer la historia y las anécdotas bélicas. ¡No te pierdas los túneles ni la terraza de los cañones!
- Tentate con una cocada en el Portal de los Dulces: en la Plaza de los Coches, dentro de la ciudad amurallada, andá directo a sus galerías que forman el Portal de los Dulces. El más famoso es la cocada, un bocado típico a base de panela y coco. Acá, el coco es la estrella. Así que si te quedaste con hambre, podés probar otras variantes como las conchitas, la alegría o los caramelos. Si querés conocer a la vendedora de dulces más antigua del Portal, preguntá por la abuela Cruz; ¡trabaja ahí desde hace más de 70 años!
Créditos: Belén Ardila y Marti Arcucci
- Explorá el barrio bohemio de Getsemaní: el domingo es el día ideal para hacerlo porque vas a compartir la vida de sus vecinos, que viven en esas casas desde hace más de tres generaciones. Además, hay una movida cultural interesante con estudios de artistas puertas adentro y murales intervenidos en las calles. La Plaza de la Trinidad es el punto de encuentro para familias, parejas y amigos y el spot preferido para comer una buena arepa de huevo. En este mismo barrio se ubica el hostel Media Luna, famoso por sus fiestas de los miércoles, que son un hitazo.
- Descansá a la sombra en el Parque de Bolívar: vas a agradecer estirar los pies a la sombra de este parque después de patear durante horas la ciudad. Es un refugio para un break fresco, por su sombra y el aire que corre entre los árboles, pero a la vez cálido por la gente que vas a encontrar: los locales jugando al ajedrez, el vendedor de libros usados con su mini “carreta literaria”, una pareja de ancianos agarrados de la mano en el banco de plaza. ¡Acá están las verdaderas postales!
Parque de Bolívar - Créditos: Belén Ardila y Marti Arcucci
- Sorprendete con el Convento de San Pedro Claver: la fachada es alucinante y se conserva desde el siglo XVII. Su santo era quien defendía y protegía a los esclavos que llegaban a Cartagena, por lo que es un lugar muy especial para los que lo visitan. Si querés conocer el interior, la entrada tiene un costo de US$ 5 y abre de lunes a viernes de 8 a 17.
- Date un chapuzón en las playas de Bocagrande: algunos llaman a esta zona costera la “Miami colombiana” por sus edificios modernos, su desarrollo inmobiliario y las playas al pie de las calles de cemento. Es una buena opción para refrescarte en el mar y darte un respiro de city tour, aunque las playas cercanas más lindas están en Isla Rosario o Isla Barú. A todas podés ir por el día. ¡Planazo!
¿Dónde comer?
Derecha: Café Havana, con musicos en vivo. Te sentís en Cuba - Créditos: Belén Ardila y Marti Arcucci
Tomar rico café y rumbear
- Abaco Librería & Café: es el preferido por escritores, artistas y fotógrafos. Lo más pedido es el espresso y la cheesecake. Además, podés encontrar hallazgos literarios a muy buenos precios (Calle de la Iglesia y De la Mantilla).
- Mila Pastelería: Camila Vargas es la pastelera de este café boutique en la ciudad amurallada. Su lema es que “lo dulce alegra el corazón y rejuvenece el espíritu”. Pedí un macchiato y una porción de Porteño, su hit de chocolate, y vas a estar de acuerdo con ella sin dudarlo (Calle de la Iglesia 35-76).
- Café Havana: es uno de los más famosos, ubicado en el barrio de Getsemaní. Si querés aprender a bailar salsa, este es el lugar indicado. Hay banda en vivo, un ambiente muy apasionado por el ritmo caribeño y los mejores mojitos de la ciudad.
Escapadas para aprovechar
Bel en La casa del Carnaval en Barranquilla - Créditos: Belén Ardila y Marti Arcucci
“Colombia me enamoró”
Créditos: Belén Ardila y Marti Arcucci