Viajeros frecuentes: todo lo que no te puede faltar antes de subir al avión

Preparar y alistar la documentación necesaria -que siempre es conveniente controlar en los sitios web de las aerolíneas para evitar errores- es el punto número uno y la base de todo viajero. Sin pasaporte o DNI, que variará según el destino elegido, no podremos ni siquiera pasar por el check-in.

Una vez establecido que la documentación es lo primordial, destacaré como nuestra aliada a la conocida y querida carry on o valija de cabina. Esta pequeña maleta es la que nos acompañará a lo largo de todo el viaje. Lo que es materia obligatoria ahora es determinar qué se debería incluir en ella.

A continuación, el listado:

Muda de ropa. Uno de los temores que más aquejan a los viajeros es la posibilidad -y crean que realmente es posible- de que la aerolínea en la que volamos pierda nuestra valija. Generalmente, en cuestión de horas o unos pocos días recuperaremos nuestras pertenencias, pero ¿qué se hace si no se preparó ni una muda de ropa? Es crucial tener esto en mente a la hora de alistarnos. Todo lo que siempre puede salir bien también puede salir mal. Subestimar la suerte del destino es un error, así que la previsibilidad es siempre nuestro mejor amigo en los viajes.

Cargadores. Hoy día, la mayoría de los mortales poseen por lo menos un artefacto electrónico del que dependen en la vida diaria: el celular. Esa herramienta multifuncional que en muchos casos se ha convertido en una especie de extensión del cuerpo no es solo un medio de comunicación sino que probablemente sea la forma de registro fotográfico durante nuestra experiencia viajera. Sin cargador, el celular, la tablet, la cámara de fotos o el elemento electrónico que tengamos no funcionará, así que volviendo al punto anterior, lo ideal es siempre tener los cables en la carry on que nos acompañará todo el viaje. Esto puede resultar una obviedad, pero nunca falta el persona que se olvida y deposita todos los cargadores en la valija despachada. Además, siempre es muy importante tener a mano un transformador (hoy se consiguen hasta en las ferreterías) para evitar que haya problemas con el voltaje en las tomas de corriente del destino que visitaremos. El transformador siempre será clave para evitar que se puedan llegar a quemar nuestros preciados productos.

Balanza. Bendita sea la balanza de valijas que nos ayudará a evitar el papelón de terminar tirados en el piso de los aeropuertos desarmando y armando valijas para intentar no llegar al exceso de equipaje (el peso máximo suele ser de 23 kg., de todas maneras es importante chequearlo antes en la página de la aerolínea con la que viajaremos). Esta pequeña herramienta viene en distintos diseños y la forma más cómoda y rápida de obtenerla es comprandola online con envío a domicilio.

Tarjetas y dinero en efectivo. Atentos queridos lectores: nunca, repito, nunca es conveniente tener en un solo lugar nuestras medios de pago. ¿Por qué? Supongamos que depositamos todo en una mochila, pues creemos que jamás la dejaremos sola y que nada malo podría ocurrir. Error. Una gran parte de los viajes es la imprevisibilidad. Un ratero nos puede sorprender llevándose todo lo que tenemos y así perdemos en cuestión de segundos meses o años de ahorros. Entonces, ¿qué hacer? Lo ideal es siempre separar todo. Si se viaja con dos tarjetas, una la llevamos con nosotros con algo de dinero en efectivo mientras que el resto puede quedar guardado en la caja de seguridad del hotel. De esta manera, si nos toca vivir una pequeña desgracia quedamos cubiertos.

Pasaporte. Aquí me remito a algo similar que con las tarjetas y el dinero en efectivo. Antes del viaje, es fundamental sacar una copia de nuestro pasaporte y visa en caso de que visitemos un destino que requiera visa. También es conveniente sacarle una foto con el celular y de esta manera estar preparados en caso de que por motivos de fuerza mayor perdamos el pasaporte.

Antifaz y/o tapones. Si de viajeros novatos se trata, el antifaz y los tapones para los oídos son un opción obligada. El avión es un ambiente que a muchos puede resultar de difícil adaptación, sobre todo si se aspira a conseguir algunas horas de sueño a bordo. En ese sentido, invito a todos los viajeros a hacerse amigos de un antifaz y un par de tapones para intentar sentirse más cómodos y listos para sobrellevar el tiempo en el aire de la mejor manera.

Los prohibidos. Este punto puede resultar indudable para el viajero frecuente, pero nunca está demás recordar qué elementos están prohibidos a bordo del avión. Si el viajero no desecha estos elementos antes de pasar por los controles de seguridad o al menos se encargar de hacerlos despachar, los oficiales tiraran todo sin culpa. No podrán embarcar con nosotros: herramientas, trinchetas, cortaplumas, tijeras, bebidas, limas y cualquier elemento punzante o cortante. Elementos que ni siquiera podrán ir en bodega: garrafa, bencina, fósforos, pintura, butano, disolventes, veneno, baterías derramables, pirotecnia, pólvora, artículos de limpieza, alcohol, matafuego, aerosol de defensa personal.

En definitiva, todo lo mencionado son solo algunas de las medidas que como viajera utilizo a la hora de encarar un viaje y así asegurar que todo lo que está en mis manos esté dentro de mi control. Al limitar las probabilidades de errores aumentamos las chances de que todo salga bien. No obstante, lo importante en los viajes es aprovechar para ante todo disfrutar e intentar relajarnos. No olvidemos, son vacaciones y sobran los motivos para festejar. ¡Buen viaje y hasta la próxima!