In New York, concrete jungle where dreams are made of, there's nothing you can't do. La canción de Alicia Keys y Jay Z posiblemente sea un ejemplo claro de cómo la majestuosa Gran Manzana es una ciudad ecléctica que abre sus puertas con opciones para todos los gustos. Perderse por las calles de hipnotizantes construcciones, visitar el mítico Central Park, tomar el ferry hasta Staten o Ellis Island, visitar la estatua de la Libertad. Recorrer sus barrios a pie y al aire libre es una maravilla de enormidad placentera para el turista. Pero, ¿qué hacer cuando el clima no ayuda y necesitamos programas puertas adentro? Museos, bares, espectáculos musicales, compras, aquí no hay límites para el viajero. Que el clima no se convierta en un impedimento también es parte de la propuesta neoyorquina, y no los decepcionará.
Aquí, una serie de opciones para divertirse puertas adentro cuando la nieve, la lluvia o el calor agobiante apremien.
Subir al Empire State Building o a la cima del Rockefeller Center, más conocido como la atracción Top of the Rock, son opciones para tener unas de las mejores vistas de Manhattan. Sin embargo, pocos saben que en el edificio Rockefeller
el Bar Sixtyfive ofrece una vista de 360 grados que permite sentarse a comer o tomar algo mientras se disfruta de la vista a la ciudad sin el ajetreo turístico que significa la clásica atracción cuyo valor base es US$15. Atentos queridos lectores: se trata de un lugar elegante, por lo que deben ir bien vestidos para poder ingresar. Los precios no son económicos, las bebidas oscilan entre los US$10 y US$50, pero se puede ir a tomar una cerveza o una copa de vino y pagar el mismo precio que hubieran invertido en la entrada al Top of the Rock. Para quienes deseen ir a cenar, lo conveniente es hacer una reserva en el sitio oficial donde también encontrarán el menú y los precios de los platos.
Fanáticos de la cerveza, esta parada es obligada. Ubicado en Brooklyn, precisamente entre los barrios Williamsburg y Greenpoint,
Brooklyn Brewery es una cervecería local que ofrece visitas guiadas por su universo cervecero de lunes a jueves por un costo de US$15. El tour, que requiere reserva previa, dura unos 30 minutos y, una vez terminado, se pasa al
tasting room donde se venden los 15 tipos de cerveza que tienen en oferta. El sistema es bastante simple: cada cerveza vale US$5 y se compra con fichas que luego se canjean en la barra. Para quienes no les interese hacer el tour, los días viernes (de 18 a 23), sábados (de 12 a 20) y domingos (de 12 a 18) el ingreso es gratuito al
tasting room para ir a disfrutar de una cerveza y algunos
snacks que también venden. Resulta muy importante recordar que en Estados Unidos la venta de bebidas alcohólicas es únicamente para mayores de 21 años y aquí no permitirán el ingreso a ninguna persona que no tenga un documento (
sí, aunque las canas y las arrugas delaten tu edad, no pasarás sin pasaporte o DNI).
Ir a ver un musical en Nueva York es una experiencia fantástica. Los que han tenido la suerte de vivir esto saben que la emoción que generan estos espectáculos hacen brotar lágrimas y provocan piel de gallina. Sin embargo, todo lo bueno tiene un costo y darse este tipo de gustos suele ser algo costoso, sobre todo para quien no quiere invertir demasiado. Para este tipo de viajeros, tengo una solución que se ha convertido en una excelente opción en mis visitas a la Gran Manzana:
Broadway Box.
Es un sitio que ofrece entradas a los shows de primer nivel en Broadway y Off Broadway con altos descuentos. El sistema es muy simple: se ingresa al sitio, se selecciona la obra y allí se verán los porcentajes de descuento que se aplicaran al momento de emitir los tickets que se pueden comprar online o imprimir el voucher de descuento para comprar las entradas en las boleterías.
Sí, así como leen. El célebre director de cine con obras primas como
Match Point, Annie Hall y Manhattan es también músico y toca el clarinete con
The Eddy Davis New Orleans Jazz Bandtodos los lunes en el Café Carlyle. Esta salida no es para todos: las entradas son para mesas para dos personas con un costo que asciende a US$ 235 (por las dos personas) y, además, el espectador deberá consumir un mínimo de US$75 en comida y/o bebidas. Si los fanáticos del jazz quieren ver otras opciones un tanto más económicos, también sugiero que visiten
el bar Blue Note, cuyo sistema de entradas es el mismo pero que baraja alternativas de costos más bajos.
Amantes de la gastronomía, aquí es donde deben ir ustedes. Los fanáticos de la comida pueden pasar horas explorando las decenas de tiendas en
Chelsea Market, la renovada fábrica Nabisco, ubicada en el sur de Manhattan. Disfrutar un rico café en el Ninth Street Espresso mientras prueban un delicatessen dulce. Perderse por la increíble variedad de vinos y aprovechar los productos básicos de cocina italiana. ¿Lo mejor? Si el clima mejora, estás a tan solo unos pasos del High Line para disfrutarlo sin aglomeraciones.
Otra opción del estilo es el mercado
Eataly, sobre la 5ta avenida y la calle 23, a escasos metros del edificio Flatiron. Se trata de un mercado italiano repleto de estantes con salsas de tomate, pastas secas y frutas y verduras de todos los colores. Allí, las vitrinas con pescado fresco y las heladerías se esconden en pasadizos, donde también hay pequeñas mesas con manteles blancos para sentarse a almorzar. En uno de los pisos superiores está la birreria, una terraza cuyo techo se cierra según el clima. Las lucecitas y las sillas rojas convierten al lugar en una parada obligada para el atardecer.
¿Sos fanático de Saturday Night Live, el talk show de Seth Meyers y Jimmy Fallon? Esta opción es para vos. El canal NBC Studios, con sede en el Rockefeller Center
ofrece visitas guiadas a sus estudios para descubrir toda la magia televisiva detrás de los reconocidos programas a nivel internacional. El costo es de US$ 33 y los tickets se sacan desde el sitio web. Una vez finalizado, podes tener la suerte de recibir tickets gratuitos para presenciar los ensayos de los monólogos de las estrellas de NBC.
El lugar que recibe a los referentes más importantes a nivel mundial está abierto al público y ofrece visitas guiadas con acceso a los salones donde se debaten las cuestiones que afectan a todo el planeta. Las entradas a la
Organización de la Naciones Unidas se pueden comprar online y tienen un costo de US$ 22 por persona. Es muy importante llegar con tiempo al turno seleccionado y recordar ir con el pasaporte para los controles de seguridad.
Los museos son parte de la esencia de Nueva York. Las opciones, como todo lo que conlleva esta ciudad, son variadas y se ajustan a los gustos de todos los viajeros.
El Metropolitan Museum -más conocido como el Met- es un eximio edificio a pasos del Central Park que combina arte egipcio, clásico, renacentista y mucho más. El
MoMA es la opción para los amantes del arte moderno. El
American Museum of Natural History es ideal para ir con chicos pues es el protagonista de la película
Una noche en el museo, con lo cual se divertirán recordando todas las escenas y, si no la vieron, los huesos de dinosaurios son un panorama genial. Nuevamente, aquí existen decenas de alternativas, todo es cuestión de indagar qué es lo que más nos podría divertir a nosotros.
Con entrada gratuita, la
New York City Public Library es un escenario tan majestuoso que los dejará sin respiración. Ubicada sobre la célebre 5ta Avenida de Manhattan, esta biblioteca que se ha convertido en uno de los íconos de la ciudad es una visita obligada para los viajeros. Dos enormes leones de mármol llamados Patience y Fortitude, saludarán al visitante en la entrada principal. Una vez dentro, por favor detenerse a observar la imponente belleza de la sala principal de lectura Rose, equipada con lámparas de araña e impresionantes murales en el techo que estuvo dos años en restauración para devolverlo a su esplendor original.
Las visitas guiadas son gratuitas a las 11 y a las 14. Las conferencias, las lecturas de los autores y las exposiciones especiales definitivamente valen la pena; la clave está en chequear el calendario de eventos antes de su visita para no perderse algo realmente impresionante. Y si vuelve a salir el sol antes de dejar la ciudad, no dejen de pasar por la plaza ubicada detrás de la biblioteca: el Bryant Park es uno de los parques más lindos de Manhattan (sus baños públicos hasta tienen arreglos florales).
Ahí lo tienen queridos lectores, el clima nunca será un freno en Nueva York y espero que nunca nada lo sea en ninguna otra ciudad. Viajar es uno de los placeres más grandes que como personas podemos vivir y después de tanto esfuerzo para lograr ir hay que rebuscárselas para no detener el recorrido. Como siempre, ¡buen viaje y hasta la próxima!
(*En Nueva York, jungla de concreto en la que los sueños se crean, no hay nada que no puedas hacer)