Mindful Eating, claves para comer menos y mejor
Prestar mayor atención a las señales internas de hambre y saciedad sería una de las claves fundamentales para involucrarnos plenamente en la experiencia alimentaria. Consejos y hábitos saludables para alimentarse sin culpa
5 de enero de 2018 • 19:14
Créditos: gentileza Prensa
¿Alguna vez escuchaste hablar de la alimentación consciente o inconsciente? Según Susan Bowerman, especialista en nutrición, saber distinguir entre estos dos tipos de experiencias alimentarias es la clave para comer menos y mejor. De hecho, la especialista asegura que reemplazando la primera por la segunda genera un mejor disfrute de la comida, incluso comiendo menos.
ALIMENTACIÓN CONSCIENTE VERSUS INCONSCIENTE
A quién no le pasó alguna vez de comerse un Blade entero de pochoclo en el cine sin darse cuenta o de cenar mirando la televisión y no prestar atención a las cantidades que estamos ingiriendo. Bueno, de acuerdo a lo expresado por Bowerman esto sería un rasgo distintivito de lo que es comer inconscientemente: aquello que ocurre cuando uno no está concentrado en lo que come y, en realidad, responde a otras señales que no son el hambre que lo impulsa a comer y comer.
"Son esos momentos en los que a uno no le importa si tiene hambre o no, ni analiza si la porción que está comiendo es demasiado grande o si tiene buen sabor. Simplemente, come", explica la especialista y continúa: "esto sucede porque no está prestando atención a las señales internas de su cuerpo (es decir, aquellas que le indican si tiene hambre o si está satisfecho). En cambio, responde a otros factores ambientales que lo hacen comer de más". Esto claramente es comer sin tener registro ni de las cantidades, tipo o sabor de alimento que estamos eligiendo, y es más común de lo que uno cree. Si nosotros prestamos atención a nuestras señales corporales simplemente dejaremos de comer, incluso si todavía queda algo de comida en el plato.
Del otro lado de la mesa se ubica la llamada alimentación consciente y trata de involucrarse de lleno con el momento del almuerzo o la cena. "Esto significa que se disfrutará más de esa experiencia y que, probablemente, termines comiendo menos. Además, mientras comes de manera consciente y disfrutas más la comida, aprendes a sentirte satisfecha con porciones adecuadas, lo cual lo ayuda a reducir la tendencia a comer de más", explica y suma: "En realidad, comer menos es uno de los resultados de la alimentación consciente. Y, para algunas personas, es un beneficio maravilloso".
CÓMO COMER MEJOR
Créditos: gentileza Prensa
En primer lugar, uno de los primeros pasos de la alimentación consciente es prestar más atención a las razones que lo impulsan a comer. La idea consiste en ser más consciente y no juzgarse severamente. Llevar un diario de alimentación puede ser algo muy útil. Cuando sientas la necesidad imperiosa de comer, anotá qué te genera dicha necesidad. ¿Tenés hambre? ¿Estás cansada? ¿Estás ansiosa? ¿aburrida?
Otro ejercicio interesante puede ser calificar el nivel de hambre con una escala del 1 al 5, donde 1 significa que "no sentís el deseo de comer" y 5 significa que "sentís la necesidad imperiosa de comer". Lo ideal sería que después de aproximadamente una semana, analices tus patrones. Si solés comer porque estás estresadas entonces buscá otras alternativas que te permitan relajarte (Puede ser salir a caminar, correr o llamar a una amiga). Si en cambio, notás que tu nivel de hambre antes de sentarte a comer es casi siempre 5, vas a tener que mejorar la planificación. Un dato que puede servirte es tener a mano alguna propuesta saludable como barras proteicas, frutas o un paquete pequeño de nueces.
Por último, es importante que sepas que el hambre es una señal interna y, como tal, deberías prestarle atención. Esto significa que no sólo tenés que comer porque el reloj te lo indica. Asímismo, prestá atención a cómo comes: ¿lo haces de pie, en tu escritorio mientras trabajas o mientras miras la televisión? En este caso, es poco probable que estés prestando suficiente atención a tu alimentación. Intentá ser consciente de cómo te alimentas y sentate a la mesa para disfrutar de la comida. Colocá un mantel individual en la mesa y poné música; relajáte y tomate tu tiempo para disfrutar de ése momento.
Cuando prestas atención a lo que comes, significa que elegís alimentos nutritivos y atractivos. Controlar el tamaño de las porciones también te va a ayudar a aprender a identificar cuánta comida necesitas para saciar tu hambre.
En esta nota: