Amamantar es un derecho: hay una ley que nos protege

- Más de quinientos millones de mujeres empleadas en el mundo, no se benefician de medidas de protección de la lactancia.

- Tan solo el 20% de los países exigen a los empleadores que ofrezcan a las empleadas licencias remuneradas e instalaciones para la lactancia o la extracción de leche.

-Menos de la mitad de los menores de 6 meses se alimentan exclusivamente de leche materna.

En Argentina las licencias por lactancia habilitan a tomar momentos (mal denominados “descansos”) diarios para amamantar.

- Si trabajás en el sector privado: tenés derecho a 2 momentos diarios de media hora o podés sumar esos 2 descansos y trabajar 1 hora menos por día.

- Si trabajás en el sector público: tenés derecho a 2 momentos diarios de 1 hora o trabajar 2 horas menos por día.

- Son horas remuneradas y se extienden durante 1 año desde la fecha del nacimiento del bebé. Ese plazo también se puede extender por razones médicas.

Todas las medidas que apunten a la protección de la lactancia tienen efectos positivos en el bienestar de la mamá y su bebé y también son protectores del vínculo y la salud mental de ambos. 

Pero también, me gustaría reflexionar que, más allá de los mensajes y la vital importancia de políticas públicas que regulen el derecho a amamantar en todos sus contextos, es importante pensar que, así como hablamos de maternidades también hablamos de lactancias, pensando en la lactancia como un evento biopsicosocial complejo, que se anuda a otras vivencias de la maternidad.

Gestar, parir, amamantar son parte de una vivencia humana a la que no se llega ni se experimenta de una única forma, ni hay una forma de hacerlo “bien” o “mal”, aunque sea muchas veces terreno de opinión ajena y mirada culpabilizadora.

 

Lo que sí es necesario es el andamiaje para posibilitarlas de forma saludable y, en el caso de la lactancia, sostenerla. Porque la lactancia es trabajosa, como así también puede ser gozosa para muchas mujeres, lo que está claro es que es una puesta de cuerpo, tiempo que no puede hacerse sin ayuda, respaldo y acompañamiento.

La leche de madre es el tejido vivo perfecto para el bebé y la lactancia también tiene beneficios y efectos protectores para la salud física/psíquica de la mamá. Sin embargo, amamantar es una escena vincular que conlleva ambivalencias y vicisitudes de las que no podemos no hablar, y en cada vínculo se vive distinto.

Es muy importante contar con información porque desde allí y con el deseo se construyen las elecciones cuando se puede, lo cual no siempre es así: sabemos que muchas veces se desea amamantar y no se puede, porque la complejidad que rodea y define a la lactancia así no lo permite, y eso también es una situación a contemplar con el mismo valor que requiere el respeto por aquellas mujeres que desean no amamantar.

Todos los escenarios posibles son igual de válidos e igual de vital es acompañarlos.
Enfocarnos en brindar y acceder a información sin imponer y contemplar el deseo para que la mamá y el bebé sincronicen sin mandatos ni lemas, promoviendo la lactancia materna sin presiones, recordando que es un derecho, pero no una obligación.

Referencias: 
Ley Lactancia y Empleo: Argentina.
Campaña OMS 2023 Lactancia Materna