Claves para soltar
En esta nueva columna Soledad Simond reflexiona sobre la última recta del año. Si te tiene abrumada, te acerca algunas herramientas para seguir más liviana en estos últimos tres meses de 2022.
10 de octubre de 2022
Claves para soltar, en este último tramo del año. - Créditos: Getty
¡Buenas! ¿Cómo estás? ¿Algo te está pesando en este momento? Puede ser una actividad agotadora, un vínculo, un pensamiento repetitivo, un hábito no deseado, una emoción… ¿Qué estás queriendo soltar? (quiero que te des un tiempo para pensarlo). Todo está bien, estuvimos acumulando más de lo deseado y la nueva normalidad nos tiene abrumadas. De a poco vamos a ir encontrando el rumbo. No te preocupes.
Por eso hoy quería escribir sobre algunas claves para seguir más liviana, en estos últimos tres meses del año.
1
Todo se suelta cuando llega el momento
El invierno no le dice al otoño, “dale, soltá las hojas”, sino que simplemente sucede. Tampoco apura a la primavera: “dale, brotá de nuevo”. Querer soltar un patrón que ya no te suma o algún hábito no deseado o dejar ir a una persona, hacer un duelo o liberarte de un pensamiento implica un proceso, dale tiempo, tenete paciencia. Hay que confiar en la ciclicidad. Es como cuando éramos chiquitas y decíamos: “quiero que se vaya”, lo que sea, el dolor del golpe, el miedo a la noche. Sin embargo, eso ocurre sin nuestra voluntad, no es conceptual. Y al rato queda el moretón y se fue el dolor, o un día pudimos dormir solas. Pero no es que la noche dejó de ocurrir, es simplemente que la integramos y seguimos.
2
Acompañate en el proceso
¿Cuán amable sos en los procesos difíciles? ¿Cómo te acompañás? ¿Pedís ayuda? El autoamor se manifiesta en su máxima expresión cuando somos capaces de acompañarnos en las sombras. Quizás es ver una serie que te saca una sonrisa, quizás es limpiar la casa para salir del pensamiento repetitivo, quizás es dejarte estar triste o ansiosa. No huyas del caos interno, estate con vos.
3
Todo es un constante proceso de aprendizaje
Después de que finalmente soltamos eso que nos pesaba, no significa que: “listo, prueba superada” y la vida se vuelve apacible. Sino que la vida está en constante cambio, caos-orden, siempre estamos soltando, creando y manteniendo. La vida es todo junto, por eso, ¿qué aprendo de aquello que todavía no solté? ¿Qué me dice de mí? ¿Y qué es lo que sí me sostiene y me toca mantener hoy para apoyarme en eso?
Que no te gane la ansiedad, que esta sea una experiencia de habitar nuevas formas, resultados inesperados, los planes B de la vida. Todo llega, a veces, es sólo cuestión de tiempo y, mientras, nos convertimos en mujeres cada vez más conscientes, resilientes, fuertes y flexibles al mismo tiempo.
Te abrazo.
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