San Valentín y una reflexión astral sobre vínculos: "El amor es, ante todo, algo que nos enseñan"
¿El amor simplemente se siente o se aprende? ¿Amamos igual a cada uno de nuestros vínculos? ¿Qué planetas astrales nos revelan cómo somos a la hora de relacionarnos. Aye Romano nos regala una mirada para celebrar este Día de San Valentín en todas las formas de amar.
14 de febrero de 2024
Hollywood es clave en las ideas que construimos acerca del amor.
El amor es, ante todo, algo que nos enseñan. En las películas, en casa, desde la sociedad, en cada clase de relación que vamos teniendo. La persona que arrancamos a ser cuando amamos por primera vez no va a ser la misma persona exacta que se va de tu vida cuando esa relación se termina, o incluso cuando uno se va de este mundo. Creo que eso es lo más interesante que tenemos los seres humanos, que nunca en la vida volvemos a sentir exactamente lo mismo por dos personas distintas, entonces cada relación es una historia, un mundo, un acuerdo diferente, un código compartido que no se vuelve a repetir, un lenguaje que es imposible de volver a inventar.
En astrología, que es mi mundo, lo vemos en dos planetas: la Luna y Venus. Esos son los planetas vinculares, los que te enseñan a querer, a saber qué necesitás, a entender qué deseás. Y qué importante es comprender qué necesitamos o cómo nos enseñaron a amar, como buena chica con sus años de psicoanálisis encima ya he entendido que el amor siempre termina siendo una réplica de lo que vimos en casa, para bien o para mal. Y para ejemplificar esto, tengo una historia: mi mamá siempre fue una persona muy coqueta, de esas que la belleza le sale natural y siempre se ve bien, pase lo que pase. Siempre perfumada, con tacos, nunca en zapatillas, nunca con el pelo mojado o sin arreglar, siempre impecable. Cuando era chica, estábamos las dos de vacaciones en Mar del Plata y llovía a cántaros. No había demasiado por hacer, más que ir al cine, y yo estaba bastante encaprichada con esa actividad.
Entonces me llevó, pero la lluvia ya era demasiado fuerte para ese entonces, había demasiada gente y la fila llegaba hasta la calle, donde estaban todos empapados. Obviamente, mi madre podría haber elegido dar media vuelta, decirme que otro día lo intentábamos y listo, pero ella sabía que yo me moría de ganas por ver esa película. Entonces hizo algo que jamás había visto hacer en su vida: me metió en el cine del lado de adentro, y se fue ella a hacer la fila. Las puertas de ese lugar son todas de vidrio, así que en un momento nos quedamos las dos enfrentadas, cabeza con cabeza a través de esos vidrios, mientras esperaba debajo de la lluvia para poder sacar las entradas, empapada. Esa fue la primera y última vez en la vida que la vi a mi mamá mojada, con el pelo a la miseria, con la ropa hecha un desastre, pero sin dejar de vigilarme y asegurarse de que esté bien, a medida que hacía la fila para que yo pueda ver la película que quería.
"Amor es hacer una fila debajo de la lluvia" - dice Ayelén Romano. - Créditos: Getty Images
Si me preguntan qué es el amor, para mí es eso. Es hacer una fila debajo de la lluvia, incluso si eso implica ir en contra de todo lo que te importa realmente, ya sea porque siempre te gusta tener el pelo arreglado o no verte desalineado, o porque te importa tanto la persona que está del otro lado que la verdad nada más te interesa. Tengo Venus en Piscis, así que para mí el amor se trata de siempre hacer un pequeño intento, que no se vuelva un sacrificio tal que uno termine siendo un mártir sin sentido, pero sí creo que es algo donde hay que poner todos los días. En este momento el amor para mí también es estar muy conectada al celular, cosa que odio, porque estoy enamorada de alguien que está viviendo lejos y me importa mucho más que podamos hablar que cualquier otra cosa en el mundo. Entonces así me encuentro, organizando regalos de cumpleaños a la distancia y en otro idioma, mientras trato de localizar pequeños espacios en husos horarios diferentes que de alguna forma nos ayuden a conectar un poco más, a que la distancia no sea difícil de llevar. A veces el amor es ir más allá de todo lo que pensabas que era para vos, porque lo que te espera del otro lado es tan hermoso, te llena tanto de cosas infinitamente maravillosas, que te olvidaste de tu orgullo en el camino, de tus deseos, de todo eso que pensabas que era súper importante, pero que al final del día no lo es tanto, o bien queda sujeto a cambios.
Creo que en estos tiempos donde todo está tan difícil, el amor es una espuma que hace de motor y te va llevando suavemente para todos lados, incluso cuando nada pareciera estar en orden o en su lugar. Es ese espacio donde al final del día lo único que necesitás es un abrazo, una caricia en el pelo, un mensaje de que va a estar todo bien, y así podemos seguir. Y aunque otras personas piensen que el amor es algo de persona súper goma y demasiado romántica, me parece que en realidad es de lo más valiente que podemos hacer, porque no hay nada más difícil, complicado y complejo en este mundo que aprender a amar, a relacionarnos.
Nada es tan duro e incierto como eso, como agarrar tu corazón y ponerlo en la mano de otra persona, sin ninguna otra seguridad más que la de desear que todo salga bien, que esta vez no te lastimen, y que sea como tenga que ser. Pero en todo caso, si algo sale mal, lo bueno es que tenemos en existencia una infinidad de discos de Taylor Swift que nos esperan para ser escuchados, para llorar, para aprender no solo del desamor que es una gran lección de vida, sino también de saber volver a enamorarse cuando estemos listos para ir a la carga una vez más, listos para esperar bajo la lluvia que algo nos empape.
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