Cosmética capilar: qué tenés que hacer para cuidar tu pelo y evitar que se dañe

Hay tres claves fundamentales para lograr un cabello sano: conocer bien tu tipo de pelo y las características de tu cuero cabelludo, los hábitos de cuidado y utilizar los productos que mejor se adapten a tu cabello. Tener en claro estos tres puntos hace la diferencia en lo que a cosmética capilar se refiere. ¿Y lo mejor de todo? Cuando entre vos y la dermatóloga encuentran qué hacer y cómo lograrlo, vas a ver que tu rutina, ya sea en peluquería o en casa, da sus frutos y los cambios en la salud de tu pelo empiezan a verse en poco tiempo.

Dependiendo de lo que le pase a tu pelo, la solución será diferente. Por ejemplo, si el pelo es graso, la clave es encontrar una rutina acorde. Si, en cambio, ya tiene cierto daño, lo que puede salvarte es un buen tratamiento. 

Nuestro cuero cabelludo acumula restos de los productos que utilizamos, seborrea, grasa de las manos, sudor, etc. Entonces –y atención a esto porque derribamos un gran mito–, si tu cuero cabelludo (y, por ende, tu pelo) tiene tendencia a ser graso, es importante que lo laves a diario. Si no querés hacerlo todos los días, se puede “negociar” un día sí y un día no. Pero no le hacés ningún favor dejándolo sin lavar “para que se acostumbre”, porque eso solo va a lograr que se pierda el equilibrio de la microbioma del cuero cabelludo, y si eso pasa, aparecen la caspa o las dermatitis. porque se genera inflamación y descamación.

Por lo general, los principales agentes de daño son las tinturas, decoloraciones o tratamientos de iluminación. Todos ellos hacen que el pelo quede más susceptible al impacto que pueden generarle agentes externos como el agua. Lo ideal es utilizar una mascarilla como prechampú, para recién después aplicar el producto. Esto va a generar una suerte de barrera para que el agua no penetre tan fácilmente y con tanta fuerza en los folículos. Está bueno que tomes como hábito su aplicación en seco previo al champú.

Así tengas frizz o esos pelitos rebeldes y cortitos sobre la frente, está bueno que “te amigues” un poco con esa situación, porque lo cierto es que no todas tenemos pelo de publicidad, y si lo tuviéramos, tampoco estaría igual todos los días. Sabiendo esto, hay algunas cosas que sí podés tener en cuenta para mejorar la situación. Evitá las altas temperaturas al bañarte y no friegues el pelo por demás ni lo retuerzas con la toalla al secar. Por otro lado, el champú, al limpiar, deja una carga negativa en el pelo –sobre todo si está dañado–, y eso genera más pelitos parados. Usá siempre acondicionador, que ayuda a restaurar las propiedades de la fibra capilar.