Los secretos de una experta para aplicar el corrector de ojeras y lograr un makeup perfecto

Si te aplicas corrector y, al cabo de unas horas, tus ojeras vuelven a aparecer como si no hubieras usado nada, es posible que la zona no esté lo suficientemente hidratada. Para evitarlo, recomienda hidratar bien el contorno de ojos con un sérum ligero o aplicar parches de colágeno antes del maquillaje. Esto no solo ayuda a prolongar la duración del corrector, sino que también evita que se acumule en las líneas de expresión.

Si bien muchos recomiendan no usar los dedos para aplicar el maquillaje, Mariana asegura que "la herramienta que uses para aplicar el corrector no va a ser tan trascendente en el resultado como la técnica con la que lo apliques. El corrector generalmente trae su propio aplicador y eso es suficiente". Lo más importante es ponerse el producto y dejarlo secar unos minutos antes de difuminarlo, permitiendo que oxide y se adhiera mejor a la piel.
 

Esponja: Aplícalo con pequeños golpecitos sin arrastrar el producto.

Brocha: Úsala con movimientos suaves y controlados para no expandir el corrector fuera de la zona deseada.

Dedos: "En lo personal, me gusta usar la yema porque al tener temperatura ayudan a adherir mejor", aseguró la experta. 
 

Uno de los errores más comunes es elegir un tono demasiado claro, lo que hace que el corrector se vea artificial y poco efectivo. "Es importante saber que debe ser del mismo color que tu base y no más claro porque sino el producto se transparenta", asegura la experta. Si tus ojeras son muy pronunciadas, puedes aplicar un corrector de tono amarillo o asalmonado antes de tu corrector habitual para neutralizar los tonos violáceos "hacelo de a pasos y deja que se sequen un poco antes de aplicar un producto sobre otro".

Además, es fundamental probar el producto en el rostro y no en las manos o el cuello, ya que la pigmentación de la piel varía en cada zona. En cuanto al acabado y la textura, Fabre recomienda lo siguiente:

• Piel grasa o mixta: Correctores de acabado mate o compacto, que controlan el brillo y duran más tiempo.

• Piel seca o madura: Correctores cremosos o con acabado luminoso, que aportan hidratación y evitan el efecto acartonado.