Ritual con hierbas y flores para la noche de San Juan

Del mismo modo que ocurrió con muchas de las festividades previas a la llegada del Cristianismo, celebraciones como la de San Juan modificaron su origen pagano. En este caso, esta fecha pasó a conmemorar el nacimiento de San Juan Bautista, el predicador judío que bautizó a Jesús.

Mucho antes, San Juan se celebraba de manera pagana la noche del 21 de junio, fecha que corresponde al solsticio de invierno o verano, de acuerdo al hemisferio, con el fin de mandar fuerza al sol en su paso hacia los días cada vez más cortos (hemisferio norte). Para eso, se encendían miles de hogueras a lo largo de extensos territorios.

El ritual de hierbas de Sant Joan se remonta a una tradición gallega y, según se cree desde hace siglos, este ritual es muy efectivo para ahuyentar las envidias, el mal de ojo y los malos espíritus. 

¿Cómo se realiza? Se reúnen siete tipos de hierbas diferentes y se hace un ramo con ellas. Se dejan toda la noche al rocío metidas con agua que proviene de siete fuentes diferentes.

Se deja toda la noche y al día siguiente se utiliza el agua en el que quedaron sumergidas las siete hierbas para lavarse la cara como signo de purificación y belleza.  

En relación al ramo, se suele guardar en las casas para quemarlo al año siguiente.

Entre los diversos rituales que existen para celebrar esta festividad, otro de los más conocidos es el que utiliza una planta de hortensia para la manifestación de los buenos deseos.

¿En qué consiste? En la víspera de la noche del 23 de junio -es decir, el día 22-, se planta una hortensia en una maceta y se pide un deseo. Si la planta florece con el tiempo, quiere decir que el deseo será cumplido.