7 plantas tropicales para un patio con sombra

Florece casi todo el año y en una misma planta hay flores femeninas y masculinas, en colores desde un rojo coralino hasta el rosa pálido y algo nacaradas; forman manojos péndulos gran parte del año y tienen larga vida sobre la planta.

Crece bien en sitios algo sombreados: media sombra, sombra luminosa, en clima húmedo. Conviene que su suelo sea liviano, con mucha materia orgánica, pero también crece en los arcillosos o pesados.

Las hojas son frágiles, se rompen con facilidad por el viento. Se puede cultivar en patios reparados y se adapta bien al cultivo en maceteros

Es la reina de las plantas tropicales. Es conocida por esas hojas enormes con agujeros que parecen diseñadas a mano.

Le va genial en lugares sombreados y climas cálidos y húmedos. Amiga del riego y los suelos ricos, crece súper rápido.

Si querés que trepe, solo tenés que darle un empujón sujetándola a una pared o un árbol hasta que se agarre solita.

Es una gramínea nativa que crece naturalmente desde el N y NE hasta Buenos Aires. En zonas cálidas, las hojas permanecen todo el año; en lugares de clima templado, pueden secarse con los fríos y luego rebrotan.

Con inflorescencias verdosas, como penachos, florece en la época cálida. Necesita suelos con buena humedad, mejor si son sueltos. Crece mejor bajo media sombra, pero soporta hasta la sombra plena, donde las hojas son más anchas y más oscuras, ya que se adaptan para captar eficientemente la poca luz que les llega.

Es una planta de climas cálidos a templados que resiste heladas breves y leves.

Es una herbácea perenne que conserva siempre las hojas y forma matas que van ocupando lentamente el terreno.

Las hojas de esta planta resultan interesantes para juegos de formas de follajes, o en composiciones cuando crecen en masa. Requiere suelos ricos en materia orgánica, que retengan la humedad. Puede tolerar suelos arcillosos.

La mejor posición para plantarla es en lugares con media sombra o ligeramente sombreados; hay que evitar el sol del mediodía o las tardes del verano, porque las hojas se pueden quemar. Se propaga por separación de plantas hijas en primavera.

Este árbol con hojas de 20 a 30 cm de largo, con forma de lira, es muy resistente a la sombra en espacios acorralados, como son los patios sombreados, y tiende a subir y desarrollar la copa en altura luego de varios años. Lo mejor es ubicarla en un lugar bajo media sombra.

Respecto del suelo, no tiene demasiadas exigencias. Soporta la falta de agua, especialmente cuando está ya bastante crecido. Crece bien en lugares de aire húmedo y no tolera las heladas.

Conviene pinzar las plantas chicas (cortar los extremos, las yemas) en primavera, para que ramifique más abundantemente.

Su extraordinario follaje siempre la convierte en el centro de atención. Las grandes hojas pueden medir un metro o más y florece a lo largo del año, especialmente durante el invierno. Prospera bajo media sombra, aunque tolera el sol y también la sombra.

Le gusta el calor, pero sin excesos. En cuanto al suelo, necesita una humedad media y resiste períodos de falta de agua.

En patios se puede cultivar en maceteros grandes, donde crece mucho menos en altura, o en interiores sumamente luminosos.

Es una planta muy fácil de cultivar y accesible, con hojas muy grandes. Alcanza de 3 a 5 m de altura y tiene tallos subterráneos, llamados rizomas, que van generando nuevas plantas.

Puede crecer bajo media sombra o sombra tamizada, incluso tolera el sol. Lo importante es que la atmósfera sea húmeda y no haya heladas o sean leves.

En los suelos ricos en nutrientes y con buena humedad crecen muy rápido. Llegado el caso, se debe controlar el avance de las matas extrayendo plantas y es conveniente retirar las hojas secas.