Didáctico e inclusivo: qué tenés que saber antes de visitar el Buenos Aires Museo
El BAM reinauguró en 2021 transformándose en un museo en movimiento en el que a cada paso el visitante vive una experiencia diferente.
20 de julio de 2022 • 15:43
Buenos Aires Museo - Créditos: BAM
A todos nos pasa que cuando viajamos y recorremos ciudades nuevas, nos alucinamos con las callecitas y los secretos que esconde cada rincón del mundo. Pero ¿qué pasa cuando vivís en una ciudad como Buenos Aires donde la historia está a pocas cuadras de donde vivís o trabajás? En general, paseamos por sus veredas sin mirar la arquitectura, ni preguntarnos por los relatos que esconde cada edificio.
Sin embargo, el Casco Histórico guarda en sus adoquines pedacitos de ADN de la Ciudad de Buenos Aires, y desde el año pasado, con su reapertura, el BAM se transformó en la puerta de entrada para descubrirlo.
Lo primero que tenés que saber es que es un museo en movimiento. Esto quiere decir que grandes y chicos van a descubrir el pasado histórico mientras registran el ritmo de la ciudad actual. Y por supuesto, en ese ida y vuelta, el museo nos invita a abrir ventanas y preguntarnos ¿cómo será Buenos Aires en el futuro?.
Con un abordaje contemporáneo y temático, el BAM desglosa la ciudad en todo lo que la compone: los barrios, la cultura, el arte, las canciones, el deporte. Y lo hace explotando la vida cotidiana, los referentes simbólicos y sus personalidades creadoras.
Buenos Aires Museo - Créditos: BAM
Con un abordaje contemporáneo y temático, el BAM desglosa la ciudad en todo lo que la compone: los barrios, la cultura, el arte, las canciones, el deporte. Y lo hace explotando la vida cotidiana, los referentes simbólicos y sus personalidades creadoras.
Cuando entrás al Museo, lo primero que pensás es ¡esto no parece un Museo! Y es que el BAM abarca cuatro edificios de gran valor patrimonial: la Casa de los Altos de Elorriaga (1807), la Casa de Ezcurra (C.1744-1768), la Casa de los Altos de la Estrella (1834) y la Casa de los Querubines (1894).
Entonces la primera impresión es que estás visitando una casa y no una caja blanca con obras colgadas. A medida que avanzás en el recorrido, vas a encontrarte con las primeras maquetas de la urbanización, las líneas de tiempo que te cuentan cómo evolucionó su transporte, los crecimientos en superficie, ¡pero ojo! nada de todo esto será posible si no participás: el museo funciona si vos vas tocando botones, abriendo cajones e interactuando con cada pared.
Buenos Aires Museo - Créditos: BAM
El fútbol como pasión de multitudes se mezcla con el tango, el rock, las máquinas de coser de nuestras bisabuelas, las primeras cámaras de fotos y hasta los primeros televisores. Porque la historia no es más que todo lo que vivimos y lo que vivieron nuestros predecesores.
Si chicas o chicos alguna vez se preguntaron cómo eran las casas en los ´70, ahora pueden darse el gusto de entrar a un living y escuchar sonar el winco mientras la arquitectura del detalle hace lo suyo: contar la historia.
El must del paseo es sin dudas es salir a la terraza y encontrarte con el cielo que nunca miramos: cúpulas que se mezclan con los balcones clásicos de San Telmo y que ahora conviven con murales increíbles y enormes que terminan de hacer match con el cielo de la mágica ciudad de Buenos Aires.
IMPERDIBLES DEL BAM
1
El patio colonial donde conviven objetos históricos de gran valor patrimonial.
2
La sala de diseño y contracultura, donde conviven tecnología, música y publicidades de todos los tiempos.
3
Las vistas desde su terraza: el casco histórico es una caja de sorpresas cuando salis a disfrutarlo y los murales completan un paisaje que te va a dejar boquiabierta.
4
Tocar, tocar y tocar: el museo participativo te invita a tocar y descubrir a cada paso una clave nueva.
5
Para los más chicos: Ciudades Imaginadas, una sala llena de color para imaginar y reflexionar cómo imaginan el futuro de la arquitectura, el transporte y el urbanismo de Buenos Aires.