Emilia Pérez: la película que está entre el Oscar y la polémica

Rita Mora Castro (Saldaña) es una abogada con mucho talento que, más allá del peso de su conciencia, trabaja en una firma dedicada a encubrir las actividades de los grandes criminales y los delitos de los ricos y poderosos. Tras ganar un caso prominente, a Rita le llega una gran oportunidad económica: ayudar al jefe del cartel Juan ‘Manitas’ Del Monte (Gascón), el cual quiere retirarse del negocio y desaparecer, dejando atrás a su esposa (Gomez) y sus hijos. Pero el delincuente también quiere cumplir su verdadero deseo; someterse a una cirugía de afirmación de género y convertirse en la mujer que siempre quiso ser, comenzando una vida nueva y auténtica bajo el nombre de Emilia Pérez.

“Con Emilia Pérez, es un poco como si la Bella y la Bestia estuvieran encerradas en el mismo cuerpo. Al comienzo de la película, Bella es Manitas, una mujer que está confinada en una vida a la que no pertenece, pero que se encuentra en un momento de su vida en el que tiene la oportunidad de dejar atrás esa vida, una vida de la que ya no quiere formar parte. Manitas creció en un mundo en el que los padres preferían que sus hijos fueran delincuentes en lugar de ‘maricones’. Así que está atrapado en ambos aspectos: en la delincuencia y en una hombría con la que no se identifica. Entonces, decide dejarlo todo atrás para convertirse en él mismo…”, cuenta Gascón sobre su personaje, y agrega: “Sí, ésta es la historia de la humanidad: siempre debemos renunciar a algo para ganar algo más. Pero es su última oportunidad y él elige renunciar de una vez por todas, aunque reconsidera su decisión a lo largo de la película y trata de conservar lo que más le importa: sus hijos”.

Pero, ¿cómo fue para la actriz encarar este papel, tan desafiante, desde lo técnico y lo emocional: “Por lo general, me gusta interpretar personajes que están lo más lejos posible de mí, y Manitas no tiene nada que ver conmigo... Pero, naturalmente, las cosas resonaron en mí, en especial su profundo deseo de cambio y su amor por sus hijos. Lo amo porque es libre, mientras que Emilia es más sumisa. Digan lo que digan las personas, las normas sociales presionan a las mujeres, aunque ellas estén más liberadas en su interior y, durante la producción, interpretar a Emilia fue mucho más desafiante. Tuve que usar un corsé que restringía mis movimientos, una peluca que sujetaba mi cabeza con fuerza y tacones altos… Con Manitas, después de que me maquillaran y me pusieran prótesis en la cara, era libre de moverme como quisiera”.

Karla asegura que la escena del hospital, cuando Emilia se despierta después de su cirugía –una de las primeras que filmaron– fue uno de sus momentos más desafiantes. También la escena que comparte con su hijo, en la habitación, donde se dio cuenta de lo profundo que era el papel: “Mientras estaba acostada, mirando las luces del techo, supe que necesitaría algún tipo de exorcismo al final de la sesión porque lo que estaba experimentando era realmente intenso. Soy madre y solía ser padre. Para mí, este aspecto de la película fue muy emocional, pero también más fácil de comprender”.

La música es un aspecto fundamental de la película, pero Gascón no es cantante ni bailarina; otro desafío que tuvo que superar: “Afortunadamente, soy una persona trabajadora, y tuvimos mucho tiempo para prepararnos, más de un año antes del rodaje. Con el coreógrafo, Damien Jalet, nos centramos en los movimientos de las manos de Manitas y Emilia. Con los compositores –Camille y Clément Ducol– fue un reto, especialmente para las canciones de Emilia, que tienen una tesitura alta”. Por suerte, según la actriz, “Jacques es lo suficientemente inteligente como para aceptar las habilidades y limitaciones de todos”.

Karla Sofía Gascón puede convertirse en la primera interprete trans en ser nominada al premio de la Academia. La película, más allá de sus controversias sobre México, es una gran vidriera para la lucha por los derechos de las personas trans y las comunidades LGBTQI+, en general, y la actriz siente esta ‘responsabilidad’: “En primer lugar, creo que, antes que ser una defensora de las comunidades trans y LGBTQI+, me veo como alguien que luchó por hacer realidad sus sueños. Miles de actores en todo el mundo luchan por poder trabajar y actuar en un escenario, en teatros casi vacíos. Yo, personalmente, ya he actuado para un solo espectador. Es un trabajo muy difícil. Por eso, antes que nada, me gustaría ser una voz para esto: el coraje, el deseo, la fuerza que te ayudan a lograr tus sueños”.

“En cuanto a las personas trans, ojalá que dejen de ser ignoradas, categorizadas y encasilladas. Me gustaría que dejaran de ser objeto de burlas, insultos y odio. Yo tuve suerte en cierto modo: gracias a mi mujer y a mi familia, pude seguir adelante con mi transición y seguir adelante con mi vida. Pero debemos pensar en todas esas mujeres trans que necesitan prostituirse porque pierden su trabajo y su medio de vida. Me gustaría que todos pudiéramos vivir a plena luz del día y, lo más importante, vivir una vida normal”.

Emilia Pérez llega en exclusiva a las salas de cine de Argentina este jueves 23 de enero, justo a tiempo para conocer con cuántas nominaciones al Oscar va a ponerle broche de oro a su recorrido por la temporada de premios.