Cómo reciclar el aceite vegetal
Te acercamos algunas propuestas para reutilizar el aceite de uso diario en la cocina. Con esta simple acción podemos evitar que sus desechos desemboquen en ríos y mares, de modo que contaminen el agua y perjudiquen a los seres vivos que habitan allí.
5 de julio de 2023 • 16:00
Las velas a base de aceite usado y esencias aromáticas son simples de hacer y súper rendidoras. - Créditos: Getty Images
Antes de descartar el aceite vegetal que usamos a diario en la cocina es clave que tengamos en cuenta que si lo tiramos donde solemos lavar los platos estamos contaminando el agua en proporciones gigantes. Una pequeña acción que causa grandes desastres.
El punto a favor es que podemos revertirlo de manera simple, con un cambio de hábito respecto a la forma en que elegimos descartarlo. Al principio puede resultarnos un esfuerzo, pero lo vale. Como todas las acciones que realizamos casi en “automático” se pueden modificar cuando conocemos sus consecuencias.
Un dato: cada litro de aceite vegetal usado (AVU) contamina más de 100 litros de agua, lo que genera la obturación de cañerías y desagües. Eso termina desembocando en ríos y mares. Cuando el residuo llega allí se forma una película superficial que afecta al intercambio de oxígeno que también termina perjudicando a los seres vivos que habitan en aquellas aguas.
Compartimos algunas primeras ideas para darle un segundo uso al aceite y poder reciclarlo.
El café posee propiedades antioxidantes, emolientes e hidratantes, que ayudan a remover las impurezas de la piel disminuyendo la oleosidad.
Pasta exfoliante con café
Para que tu piel quede libre de impurezas podés reutilizar el aceite previamente filtrado en un preparado con granos de café molido. Los granos también sirven si el café ya fue usado.
Se utilizan ambos insumos en la misma proporción y, simplemente, se mezclan hasta formar una pasta de consistencia semisólida. Cuando está lista podemos pasarla por el cuerpo o por la cara para remover impurezas y quietar la piel muerta. Después quitamos con agua y jabón y, si podemos, nos aplicamos una crema hidratante de uso habitual.
Para este exfoliante natural es recomendable que sea aplicado entre una o dos veces por semana, si tenés piel grasa o mixta, y cada quince días o más si tu piel es seca.
Como los granos de café son activadores de la circulación sanguínea y del sistema linfático, es todavía más oportuno para aquellas personas que sufren de retención de líquidos.
Cremas hidratantes
Necesitamos unas láminas de cera de abejas, una ollita, cuchara de madera y el aceite bien filtrado.
Entonces, tenemos que trozar las láminas de cera y ponerlas dentro de la ollita y la llevamos a baño maría hasta que se funda. Cuando haya alcanzado el punto de fusión vertemos muy despacio el aceite y, al mismo tiempo, batimos con cuchara de madera para que se emulsione la mezcla.
Una vez que logremos esa emulsión (unos minutos), lo retiramos del fuego, dejamos enfriar y después lo llevamos a la heladera. Y eso es todo: la crema queda lista para cuando la necesitemos. Y un detalle: según la proporción entre la cera de abeja y el aceite obtendremos una crema más o menos espesa.
Proteger los muebles de madera
El aceite de cocina luego de ser filtrado es un gran protector de maderas. Se puede usar en maderas de muebles de interior como de exterior. Con un pincel o una brocha se puede aplicar sobre las superficies elegidas siempre y cuando no se encuentren barnizadas. El aceite resultará ser una película protectora y tapará los poros e impermeabilizará la superficie.
En el caso de muebles de exterior o jardín, conviene hacer esta aplicación cada seis meses ya que la exposición al sol y a la lluvia puede desgastar la madera más rápidamente.
Fabricar velas
Vamos a necesitar un frasco que sirva de recipiente de nuestra vela, un alambre que usaremos como base para la mecha, un hilo de algodón y aceites esenciales si queremos que nuestra vela, además de iluminar, sea aromática.
Teniendo en cuenta que el aceite quema igual de bien que la cera no debería presentar dificultades. Primero tomamos el alambre y lo enrollamos en espiral dejando un tramo ascendente sobre el que vincularemos la parte baja del hilo de algodón, lo atamos y dejamos unos centímetros de excedente. Una vez listo, lo ubicamos en el centro dentro del recipiente y cuidamos que el hilo que es excedente quede por fuera. Una vez listo este procedimiento lo llenamos con el aceite usado y si queremos agregamos algunas gotas de aceite aromático.
Y listo, solo resta prender la vela.
Las velas a base de aceite reutilizado rinden igual que las velas a base de cera - Créditos: Getty Images
Engrasar las bisagras
Otra acción simple y oportuna: podemos destinar una botella de aceite en desuso para cuando necesitemos engrasar los herrajes de las bisagras de las puertas y ventanas de tu casa que hacen ruido. Esto ayuda a reducir el roce entre los herrajes y preservarlas del desgaste.
El aceite reciclado siempre conviene que esté filtrado. Puede aplicarse mediante una jeringa en los puntos de los herrajes que necesitan de humectación o donde vemos que cuesta la movilidad. A la mejora en el funcionamiento de esas bisagras lo notás enseguida (¡y, tus oídos, agradecidos!).
Hay que tener en cuenta que esta acción es muy probable que tenga que ser repetida en un plazo de tiempo menor al que se requiere cuando usás el aceite especialmente diseñado para estos casos (el que se compra en las ferreterías). Pero vale la pena: además de económico, es ecológico.
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