Es diseñadora, estudió en Barcelona, se perfeccionó en Chile y fundó su propia marca de moda reciclada en Argentina
La diseñadora mendocina Pía García Balaguer transforma desechos de la industria fast fashion y crea nuevos objetos de diseño con valor agregado. Te contamos su historia y cómo lo hace.
5 de noviembre de 2023
Pía García Balaguer en 2018 fundó Vulca, su marca de moda upcycling. - Créditos: Gentileza Vulca
La historia de Pía nos abre una ventana hacia el diseño sustentable, la moda upcycling (suprareciclaje) y, especialmente, nos interpela con preguntas urgentes sobre cómo queremos seguir consumiendo y relacionándonos con el ambiente.
“Soy diseñadora desde siempre”, cuenta Pía García Balaguer, fundadora de Vulca, diseñadora, suprarecicladora y profesora en la Universidad de Mendoza, al intentar recordar desde cuándo se relaciona con el diseño.Luego de estudiar Diseño de Indumentaria en la Universidad Nacional de Mendoza y viajar a Barcelona gracias a una beca ganada para profundizar en Diseño y Sociología, regresó a Argentina para aplicar los conocimientos.
La diseñadora mendocina Pía García Balaguer transforma desechos de la industria fast fashion y crea nuevos objetos de diseño con valor agregado. - Créditos: Vulca
A Barcelona viajó para cursar una materia de sociología basada en el diseño, donde intentaría comprender al diseño de manera más profunda, como algo vinculado a la vida de las personas más allá del factor exclusivamente estético. Lo logró.
“En mis años de facultad no se hablaba tanto como ahora de la contaminación de la moda y lo perjudicial que es la industria para el ambiente, igualmente yo ya sentía incomodidad con el sistema de la moda y su poder contaminante”, cuenta.
La marca nació en 2018 con el objetivo de reutilizar desechos y crear objetos de diseño atractivos y funcionales - Créditos: Gentileza Vulca
El sistema productivo en "carne viva"
Dos trabajos bien distintos la llevaron a vivir a Chile apenas terminó su carrera con 22 años: ambas experiencias fueron fundamentales para la búsqueda y la suma de decisiones que vinieron después.
“Fui a estudiar a Chile con una residencia creativa en una marca de suprareciclaje. Ahí accedí a diferentes tipos de materiales para reciclar, técnicas y a detalles de un universo que me fascinó. También me informé sobre cuánta agua se necesita para fabricar una prenda y cuánto contaminan los desechos entre otras cuestiones básicas de esta industria. Siempre digo que fue una verdadera inmersión en el suprareciclaje o upcycling”.
Antes de continuar, está bueno que sepas que cuando hablamos de upcycling o suprareciclaje, que también algunos llaman “reutilización creativa”, nos referimos a una metodología (y también forma de vida) que permite aprovechar productos, materiales de desecho o residuos para fabricar nuevos materiales o productos de mayor calidad, mayor valor ecológico y/o mayor valor económico.
En paralelo, todavía en Chile, Pía trabajó en una marca de ropa deportiva de la ciudad de Santiago. Si bien aprendió mucho de producción, reconoce que esa experiencia fue la gota que rebasó el vaso tras ver con sus propios ojos los desechos que todas las semanas se tiraban, además de las malas condiciones laborales en las que se trabaja. “Experimenté el sistema productivo en carne viva”.
Regresó a Argentina y en 2018 fundó Vulca, su marca de moda upcycling. “Como el nombre indica, Vulca viene de la palabra volcán. Según investigué, en las culturas nativas de Latinoamérica y también en culturas ancestrales de todo el mundo, el volcán tiene una simbología muy interesante sobre la sagrada destrucción. El volcán destruye lo que está obsoleto para construir con esos deshechos nuevos paradigmas. Creo que la simbología de volcán es la esencia de Vulca, el poder reinventar cosas y convertirlos en otra cosa que además de práctica tenga un diseño innovador y atractivo”, lo detalla.
Los pilares de Vulca
La reutilización de los residuos que generan otras industrias y, además de reutilizarlos, aprovecharlos al máximo para generar el mínimo desecho posible
La comodidad y funcionalidad en el uso. Pía ama viajar y sabe que estar cómoda es fundamental; ese principio también vive en su marca.
Que cada objeto tenga una propuesta estética innovadora, que sea un producto genuino y al mismo tiempo que sea un objeto de deseo, que lo quieran consumir. “Creo que eso hace que realmente sea sostenible Vulca como emprendimiento. Para eso nos vamos adecuando a los gustos sociales”.
La calidad constructiva también es primordial: Se preocupa por tener productos bien hechos y prolijos, con buenas terminaciones. “Para sacar al producto de la basura, es muy importante el factor estético y también la excelencia en su desarrollo. Mi objetivo es convertir a la basura en un objeto realmente de diseño”.
Los bolsos materos con telas suprarecicladas son un clásico de Vulca - Créditos: Gentileza Vulca
Sobre los desechos, historia y la nueva identidad: “Me gusta pensar que todos los desechos que tomamos en Vulca provienen de un sistema productivo anterior donde tuvieron su propia historia. Por ejemplo, en el caso de los sacos de plastillera (que suelen ser de malta o de verduras), llegan con marcas que nos cuenta algo acerca de cómo fue esa producción, cómo se manejó, de la gente que trabajó ahí".
"En el caso de las telas, también muchas veces se observa el desgaste o las manchas de otras personas que las utilizaron. Si bien al pasar por Vulca esos residuos se transforman y generan una nueva identidad de producto, algo de su antigua identidad siempre queda en los materiales y me encanta", agrega.
Pía actualmente trabaja en su propio taller con una asistenta, Camila. “Yo hago casi todo, porque diseño, busco los materiales, también me encargo de la venta, y Cami me ayuda con los cortes, a seleccionar material y en casi todo lo que voy necesitando. En temporada alta, muchas veces también llama a una tallerista amiga para que la ayude a confeccionar los productos.
En relación a las telas suprarecicladas, cuenta que trabaja principalmente con sacos de plastilleras que se usan para verdura, cebada o malta, aunque también utiliza todo tipo de prendas donadas. Al mismo tiempo, le encanta salir a recorrer ferias en busca de prendas con texturas y colores que la inspiren, sabiendo que después las transformará en algo nuevo para Vulca.
La expansión de Vulca en el mundo
Desde su página web, Pía vende a todo el país y a algunos países de Latinoamérica como Uruguay, Brasil y Chile. Desde que lanzó su primero producto, que fue una riñonera, no dejó de venderlas: Siempre hay stock. En cambio, para los bolsos o materas, billeteras o gorros, mejor encargarlos con algo de tiempo.
Al proyectarse en un mediano plazo, dice que le gustaría tener venta estable en otros países del mundo. “En Europa hay una buena valorización por los productos únicos y artesanales, por eso creo que puede ser un buen mercado”, aunque confiesa que es “muy fan de Latinoamérica” y que la identidad de Vulca es muy latina. Será cuestión de moverse en múltiples direcciones.
En su taller Pía cose, corta, recibe los desechos de la industria y organiza el nuevo material para continuar creando diseño sustentable y funcional. - Créditos: Gentileza Vulca
Sobre la industria Fast Fashion
Por último, Pía comparte su opinión sobre la actualidad de la industria Fast Fashion y reflexiona sobre la potencia que pueden tener los y las diseñadoras/es como agentes de cambio. “El único aspecto del Fast Fashion que me podría parecer positivo es que es bastante democrático por tener precios baratos y hace que todos podamos acceder. Después todo me parece malo”.
Y enumera las contras: “La calidad constructiva es malísima, dura solo un par de usos y esa prenda se tienen que tirar convirtiéndose en un desecho que contamina durante muchísimo tiempo el planeta. En términos sociales, también sabemos que existen pésimas condiciones laborales. Al mismo tiempo, es uniformador, porque las personas terminan vistiéndose con una especie de uniforme, y eso termina tapando un poco la capacidad de expresarnos que tenemos a través de la ropa”.
“Si bien observo cada vez más proyectos de moda circular y mayor interés por este tipo de propuesta, en paralelo tenemos el crecimiento de la marca Shein, y con ella se dice que está empezando la era del ‘ultra fast fashion’ con producciones con mucho mas perjudícales y mas grandes. Esa polarización me preocupa bastante”, advierte.
“Como diseñadores independientes hay que entender el poder que tenemos. Como hacedores sociales está bueno tomar consciencia de que podemos hacerlo de una manera sustentable con el ambiente”.
En relación a los desechos que gestiona en Vulca, agrega: “La materia prima que usamos es mínima en comparación a los desechos diarios que se generan en la industria de la moda. De todos modos, me tranquiliza pensar en el poder que tenemos los diseñadores independientes como como red. También me genera mucha satisfacción que gracias a Vulca, como parte de un gran número de emprendimientos sustentables en el mercado, los consumidores cambien sus hábitos”.
La sustentabilidad ahora abarca todas las esferas de su vida: “Me identifico como una supra recicladora en general porque, además de crear siguiendo los principios sustentables, se convirtió en una forma de pensar, de moverme y funcionar en todas las áreas de mi vida”, finaliza.
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