El motivo por el que hay que mojar los filtros de café
A la hora de preparar un café una de las buenas prácticas es mojar un filtro de café. Te contamos el porqué.
9 de mayo de 2024 • 12:53
A la hora de preparar un café una de las buenas prácticas es mojar un filtro de café. Te contamos el porqué. - Créditos: Getty Images
El mundo del café es muy amplio y detallista. De hecho, cada paso bien hecho garantiza una correcta preparación de la infusión y , por lo tanto, la calidad garantizada que se está tomando la bebida de manera correcta. Por eso, desde la selección del grano hasta el modo de preparación son fundamentales a la hora de servir una buena taza de café.
Ahora, bien, si de secretos de preparación se trata hay que decir que existe una recomendación que, muy pocos tienen en cuenta, y que es fundamental a la hora de hablar de la calidad final de la infusión. En este sentido, hay que decir que el humedecimiento del filtro antes de el armado de la bebida es súper importante ya que de esto dependerá el sabor y la calidad de mismo.
¿Por qué hay que mojar el filtro antes de preparar el café? Bueno, según los expertos, este ritual tiene el poder de mejorar de manera notable la extracción de sabores, asegurar una textura ideal y conservar la pureza en cada sorbo. Asimismo, mojar el filtro contribuye a mejorar la extracción (más uniforme y eficiente) de la bebida ya que evita un flujo demasiado rápido del agua a través de los posos de café en los primeros instantes lo que permite que el agua se acumule y pase a través del café lentamente.
Este ritual tiene el poder de mejorar de manera notable la extracción de sabores, asegurar una textura ideal y conservar la pureza en cada sorbo - Créditos: Getty Images
Por otro lado, otra de las ventajas de realizar este ritual, tiene que ver con los primeros segundos y los primeros sabores de la bebida: al humedecer el filtro se reduce su capacidad de absorción inicial, lo que favorece que estos sabores ricos y concentrados, en lugar de que queden atrapados en el filtro, caigan directamente en la taza.
Por último, y no menos importante, tiene que ver con la temperatura de la infusión: humedecer el filtro y después desechar esa primera agua caliente, ayuda a estabilizar la temperatura desde el inicio de la preparación. ¿Cómo resultado final? Se obtiene un café caliente por más tiempo, lo que genera una experiencia mucho más agradable al paladar.
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