Así fue la historia de amor de Leonard Bernstein y Felicia Montealegre

Nacido el 25 de agosto de 1918 en Massachusetts, Leonard Bernstein fue un ícono indiscutible de la cultura del Siglo XX. Pianista, compositor, director de orquesta y activista político, su currículum incluye desde una gran trayectoria en la Filarmónica de Nueva York, pasando por múltiples musicales en Broadway hasta programas de televisión educativos. En cuanto a su compromiso social, fue una de las voces que se alzó contra el racismo y en favor del movimiento por los derechos civiles.

Casi pisando los treinta años, el artista conoció a Felicia Montealegre, una actriz y pianista oriunda de Costa Rica pero radicada en Chile. El primer encuentro entre ellos se dio en 1946 en una fiesta organizada por Claudio Arrau, otro prestigioso músico con el que la joven tomaba clases de piano. Si bien el flechazo fue inevitable, Leonard ya había comenzado a replantearse su sexualidad.

Fue su maestro Dimitri Mitropoulos el que lo animó a formalizar su relación, ya que los directores de los teatros y auditorios de música clásica más prestigiosos del mundo no veían con buenos ojos su homosexualidad.

Al ser señalado como un “depravado”, el músico se sometió a varios tratamientos psicológicos y terapéuticos, claramente sin éxito. Fue así que decidió hacerle caso a su gurú y contraer enlace con Felicia, boda que se llevó a cabo el 10 de septiembre de 1951. Aunque ella estaba al tanto de su orientación sexual constituyeron una pareja sólida y tuvieron tres hijos: Jamie, Alexander y Nina. Se convirtieron en uno de los matrimonios más importantes de la escena musical durante 25 años.

“Él era gay, un gay que como tantos en esos años se casó. No tenía conflicto con su sexualidad”, contó su amigo Arthur Laurents. El dramaturgo no fue el único que habló abiertamente de esto. Su flamante esposa también lo hizo a través de un escrito divulgado tiempo después.

“Sos homosexual y nunca vas a poder cambiar. No admitís la posibilidad de una doble vida, pero ¿qué podés hacer si tu tranquilidad, tu salud, tu sistema nervioso, todo, depende de un cierto patrón sexual? ¿Qué podés hacer? Estoy dispuesta a aceptarte como sos, sin ser una mártir. Probemos, veamos qué sucede si sos libre de hacer lo que quieras pero, por favor, sin culpas ni confesión. Nuestro matrimonio no se basa en la pasión. Se basa en la ternura y el respeto mutuo”, le expresó dando cuenta de que, a pesar de todo, su vínculo era indestructible.

A pesar de la aceptación y el apoyo que durante más de dos décadas recibió por parte de su esposa, en 1976 Leonard decidió reconocer abiertamente su homosexualidad y comenzar una nueva vida junto a Tom Cothran, el director musical de la sección clásica de una emisora de San Francisco. 

Sin embargo, esta pulsión de seguir tras sus deseos le duró poco. Al año siguiente, Felicia fue diagnosticada con un cáncer de pulmón y el compositor volvió a su lado para apoyarla y cuidarla hasta el final de sus días. Su gran cómplice, amiga y madre de sus hijos moría el 16 de junio de 1978, devolviéndole la libertad perdida pero dejando un gran vacío dentro suyo.

Dicen que la angustia por esta pérdida se vio reflejada en su trabajo: cambió totalmente su estilo a la hora de dirigir y se volvió mucho más sombrío y con gestos exageradamente prolongados. A su vez, Bernstein quiso homenajear a su exmujer poniendo en marcha el fondo Felicia Montealegre Bernstein en favor de la sección estadounidense de Amnistía Internacional para luchar contra la vulneración de derechos humanos.

El segundo golpe que recibió el compositor llegó en 1981 cuando su otro amor, Tom Cothran, murió de SIDA. A partir de entonces, Bernstein se implicó en la lucha contra esta enfermedad a través de distintas campañas benéficas.

El 14 de octubre de 1990, y luego de varias semanas sintiéndose mal, Leonard Bernstein murió a sus 71 años en Nueva York. Una neumonía no tratada arrasó con su vida, sus proyectos y su trayectoria. Nos queda su historia.