Glamping: la influencer que dejó todo para recorrer el mundo en carpas de lujo

“Siempre me gustó la moda. Me gustaba darle un toque romántico a mis fotografías de looks y cuidaba mucho la estética y la paleta de colores de mi feed;  algo que en ese momento no era tan común. Al ver esto, la marca TRESemmé me contactó y me ofreció viajar a New York para cubrir el backstage del NY Fashion Week. A partir de ahí, no paré”, nos cuenta Drea León que, de un día para otro, pasó de trabajar en una agencia de comunicación a vincularse con los influencers más tops del planeta. 

Sin embargo, con el correr de los años, las pasarelas, el glamour y las excentricidades del mundo fashion fueron perdiendo su encanto y esta licenciada en marketing tomó una drástica decisión: adoptar una vida más ligada a la naturaleza.

“Después de dos años trabajando en la industria de la moda y estando en mi mejor momento (recuerdo que justo estaba grabando un reality para Telefe desde New York), me di cuenta que eso no era para mí. El frenético ritmo de vida, los eventos y la competencia constante de ese ambiente me generaba mucha ansiedad”, cuenta.

“Me sentía viviendo el sueño de El diablo se viste a la moda pero al igual que Andy (el personaje interpretado por Anne Hathaway) un día me cansé. Dejé los tacos, me calcé los jeans, mis Converse y tomé la decisión de emprender otro camino: el del glamping”, revela esta muchachita oriunda de Uruguay, pero que actualmente vive entre Buenos Aires y Asunción, Paraguay. 

Fue durante la pandemia del coronavirus que Andrea De León (así es su nombre real) tuvo tiempo para pensar en lo que realmente quería hacer. Lo único que sabía es que tenía que ser algo relacionado con la naturaleza y los viajes, ya que siempre le gustó explorar el mundo. Y, otra vez, una película le sirvió de inspiración para encausar su futuro.

“Una tarde estaba mirando Out of Africa, un film en el que aparece el concepto de glamping desde sus comienzos cuando las primeras bell tents llegaban a África para que los terratenientes ingleses pudieran acampar y recorrer sus tierras sin perder las comodidades y los lujos de sus hogares”, explica, quien a lo largo de las escenas descubrió su nueva pasión.

“Me fascinó la combinación de glamour, camping y naturaleza; era algo que no se me había ocurrido explorar hasta el momento. Me prometí que cuando terminara la pandemia iba a recorrer el mundo visitando glampings y estructuras diferentes; estaba desesperada por salir a conocer este concepto tan fascinante y así nació Glampinera”, cuenta esta experta en la materia que tiene su propio sitio web, donde comparte data, experiencias y consejos súper útiles.

Con más de 30 viajes a sus espaldas, esta joven de 34 años cuenta qué es lo que más la atrapa de este tipo de modalidad que permite disfrutar de una estadía en carpa pero sin perder las comodidades de un hotel cinco estrellas. “Lo que más me gusta es la posibilidad de estar en contacto con la naturaleza y dormir en una tienda de campaña o en un domo en lugares impensables como el Gran Cañón, el desierto o en la inmensidad de la cordillera de Los Andes. Es realmente mágico”, afirma mientras enumera sus mejores trips. 

“Es difícil elegir, pero amo el sur de Argentina. El glamping Patagonia Inspira es de mis favoritos porque tiene vistas increíbles a la cordillera y despertar con el lago Nahuel Huapi de frente es algo único. Aunque el año pasado visité Pristine Camp en las salinas grandes de Jujuy y hasta ahora nada supera esa experiencia”, señala indecisa a la hora de quedarse con un solo lugar. 

La oportunidad de visitar paisajes únicos (a los que quizás antes de este fenómeno solo llegaban las personas amantes del camping más experimentadas) sin importar la edad, el estado físico, o la habilidad que cada uno tenga para armar una carpa es uno de los tantos beneficios que tiene esta tendencia que en los últimos años es furor en todo el mundo.

Ahora bien, no todo siempre es color de rosas y Drea lo sabe. “Muchas veces este tipo de lugares están aislados y no siempre hay un host para recibirte. Me pasó de dormir sola en el desierto de Joshua Tree, a donde no sólo tuve que llegar por mi cuenta siguiendo las coordenadas del lugar sino que tampoco hubo nunca nadie para asistirme. Básicamente estaba sola en medio del desierto a cinco kilómetros de la ruta más cercana. Fue una experiencia increíble, pero a veces la soledad en lugares tan remotos da un poco de miedo”, reflexiona esta viajera que, a lo largo de estos meses, ha recolectado un sinfín de anécdotas. 

Los factores climáticos impredecibles también le suman adrenalina a esta experiencia; algo que esta joven ha logrado superar exitosamente en más de una oportunidad. “Cuando estás durmiendo en una tienda de campaña o en un domo en medio de la naturaleza te puede pasar de tener que lidiar con una tormenta, con nieve o con mucho calor, dependiendo del lugar en el que estés. Cuando dormí en el Gran Cañón en una bell tent, estuve varias horas encerrada porque había una tormenta muy fuerte y mi carpa se inundó”, recuerda. 

Así como esta glampinera viaja sola a cada destino, también trabaja sola en la planificación o el armado de su contenido. “Me encantaría tener un equipo grande de trabajo, pero no me dan los costos, así que aprendí a ser autosuficiente en todos los aspectos”, explica mientras advierte que, si bien se generan buenos ingresos con las redes sociales, “las propuestas suben y bajan dependiendo de tus métricas y el contenido que realices”.

Por esta razón, la elección y planificación de sus viajes es clave. “Por lo general, a principio de año comienzo a programar los lugares que voy a visitar, cierro los acuerdos con los hospedajes y a partir de eso, envío propuestas comerciales a distintas marcas que puedan acompañarme en cada uno de los viajes. Creo que haber trabajado tantos años en una agencia de comunicación y lidiar con clientes me dio una visión más amplia del mercado en general”, reflexiona. 

Luego viene la parte más linda: armar las valijas, volar al destino que toque en agenda y disfrutar mientras registra cada momento para compartir con sus seguidores. “Filmo y saco fotos con un trípode y luego, edito todo el contenido con Lightroom y Adobe Premiere”, concluye esta influencer que, viaje tras viaje, intenta reflejar la magia de cada lugar para contagiar su amor por este estilo de vida.

Seguí todos sus viajes y consejos en @bydrealeon y en glampinera.com