La científica argentina que fue becada por Reino Unido para estudiar el tumor cerebral más agresivo que existe
Desde hace tres años vive en Nueva York, donde estudia y trabaja en un laboratorio que financió su investigación sobre el glioblastoma, el tumor cerebral más común, y letal, de los adultos.
8 de marzo de 2023
Mara de Martino, la científica argentina que fue becada por el Reino Unido para investigar tumores cerebrales.
Mara De Martino es una joven científica argentina que estudió la carrera de Licenciatura en Biotecnología y Biología molecular en la Universidad Nacional de la Plata (UNLP). Después de recibirse, hizo un doctorado en la Universidad de Buenos Aires con becas en el Instituto Nacional del Nacional del Cáncer, de la Agencia de Promoción Científica y Tecnológica y del CONICET en investigación del tratamiento del cáncer. Luego, se postuló a un postdoctorado en un laboratorio de la Universidad de Cornel, en Nueva York, Estados Unidos, en el cual trabaja desde 2019.
A fines de 2022, Mara presentó su proyecto de investigación sobre tumores cerebrales a la fundación británica The brain tumor charity, la cual la eligió como una de los seis futuros líderes en el tratamiento del cáncer de cerebro, financiando su proyecto de estudio en el laboratorio de Nueva York.
Charlamos con ella sobre el tumor cerebral más agresivo y letal que existe, los avances en los tratamientos, el rol que ocupan hoy las mujeres en la industria científica y también, sobre la importancia de animarse a perseguir los sueños y lograr lo que uno sueña ser.
Mara de Martino.
¿Cuál es el objetivo de la financiación?
Lo que yo estudio en el laboratorio es un tipo de tumor cerebral que se llama glioblastoma, es el más común en adultos y es sumamente letal. La sobrevida es de menos de 15 meses. Es terrible. Por más que cuando lo detectan hagan cirugía, quimio y radioterapia, vuelve a aparecer. Aunque te lo saquen y hagas el tratamiento, vuelve. Esto sucede porque los tumores desarrollan estrategias o mecanismos de resistencia a las terapias, es decir, buscan cómo escapar a las terapias. Nunca lo podés sacar 100% del todo.
Lo que yo estoy tratando de investigar es el microambiente del tumor, es decir, el cerebro que queda después de la cirugía y de la radiación. Qué es lo que queda que funciona como medio para que vuelva a aparecer. A la vez, dentro de estos mecanismos de resistencia, descubrí que la radioterapia cambia el metabolismo del tumor, es decir, la forma de las fuentes de energía del tumor. En este proyecto financiado por The brain tumor charity lo que vamos a investigar es si el metabolismo del tumor es un mecanismo de resistencia a la radioterapia, y si es eso es responsable de que vuelvan a aparecer. Otra cosa que es importante, es que los tumores buscan la manera de escaparse al sistema inmune. Nuestro sistema inmune puede reconocerlos y atacarlos, pero los tumores también desarrollan estrategias para silenciarlo y evadirlo.
La idea es que si encontramos un mecanismo que genera resistencia o que genera el escape del sistema inmune, y lo podés bloquear, lo que vas a hacer es volver a activar el sistema inmune del paciente, logrando así que este puede atacar al tumor. Si el sistema inmune está activado actúa como si fuese una vacuna. Y si el tumor vuelve a aparecer, lo va a poder reconocer y atacar correctamente.
¿Cuánto tiempo va a durar la investigación?
Este financiamiento es por tres años, con posibilidad a aplicar por cuatro años más. Si al terminar esa segunda etapa me vuelven a elegir, puedo volver a aplicar por cinco años más. En total puedo llegar a estar financiada por doce años, dependiendo de cómo vaya saliendo la investigación.
¿Siempre te interesaron los tumores cerebrales?
Sí, siempre quise hacer mi investigación en el tratamiento del cáncer, y en particular siempre me interesó el glioblastoma por lo agresivo y letal que es. Yo pensaba, si investigo en el peor tumor que existe, si encuentro algo que funcione, también puede servir para otro tipo de tumores. Es una tarea súper desafiante, porque a veces lo que hago no funciona, y no es porque simplemente no funciona, sino porque es el peor tumor de cerebro que existe.
Mara de Martino.
¿Cómo te sentís en este rol de investigadora, en buscar hacer la diferencia?
Es una responsabilidad y un compromiso muy grande. Todo lo que estoy haciendo, haberme mudado a Estados Unidos, y varias decisiones que voy tomando en la carrera, es todo para tratar de dar lo mejor de mí para encontrar algo que pueda cambiarles la vida a los pacientes. Yo no trato directamente con ellos, pero el objetivo es que de los resultados de este proyecto puedan salir soluciones que sirvan como fundamento para un ensayo clínico. La idea al final, siempre es mejorar la calidad de vida de los pacientes. Siento esa responsabilidad, y también siento mucho orgullo de que me hayan elegido desde la fundación.
Mara de Martino.
En la industria científica, ¿cómo te sentís frente a la brecha de género o la desigualdad? ¿Sentís que está cambiando?
Sí, se siente el cambio, aunque a veces también es un poco forzado. Acá en Estados Unidos además de la brecha de género que es a nivel mundial, también tenés la brecha de la diversidad. A mí me consideran latina. Están las dos cosas, ser mujer y ser extranjera. Pero en ciudades como Nueva York, que es tan diversa, me resultó más fácil conseguir una posición. He mandado a otras ciudades y hay personas que ni me contestaban.
Yo creo que el problema más grande en esta carrera es que en las posiciones más bajas, como la mía, este postdoctorado de estudiantes, hay mayoría de mujeres. El sesgo no parece estar a la hora de contratar, pero sí lo encontrás en las posiciones de poder, que todavía están dominadas por hombres. Eso es lo que tiene que cambiar. Porque las mujeres entramos al sistema y damos todo, e igual no siempre llegamos a las posiciones de poder.
¿Cuál es tu consejo para alguien que esté iniciando la carrera como investigador/a?
Por un lado, que hay que aprovechar que en Argentina tenemos la posibilidad de estudiar gratis y que también se pueden hacer doctorados financiados por el Estado, como las becas del CONICET. Son oportunidades que no se dan en todos lados. Nuestra formación nacional es realmente muy buena, y muy valorada en el exterior.
Y por otro, mi consejo sería que se animen a hablar con la gente después de los congresos. Que si hay un investigador que les guste mucho, le manden un mail. La gente está abierta a recibir personas de otros países. Uno muchas veces los ve inalcanzables, pero hay que perder el miedo y hay que borrarse las barreras que nos ponemos en la cabeza. Hay que salir a buscar tu voz y perder los miedos. Las oportunidades están, tenemos que salir a buscarlas.