Quién es Agustina Casal, la socia con la que Stephanie Demner lanzó su marca de maquillaje

La experiencia –“una campaña muy desafiante con un presupuesto bajo” que exigía resultados ambiciosos– las llevó por dos semanas a Londres y, para cuando regresaron, desde la casa central en Suiza les avisaron que la web de la compañía se había caído debido al tráfico de los interesados.

El viaje y el trabajo con Stephanie fueron todo un éxito, una puerta de entrada para que Agustina se convirtiera en responsable de otras campañas con influencers para toda Latinoamérica y Europa. Pero pronto decidió abandonar la empresa y cortarse sola, pergeñando futuros proyectos junto a Demner: “Empezamos a emprender y a llevar adelante todo este mundo, con esta misma lógica de ir de menos a más, de negocios más simples a más complejos, probando, haciendo acuerdos con marcas, desarrollando productos con marcas y, después, desarrollando una marca propia”. Este es el modelo de negocio que hoy llevan adelante, diversificado entre publicidad,  alianzas a largo plazo con distintos clientes y el suceso de Serendipity: la marca de make up y skin care que crearon juntas y que ya tiene varias cápsulas exitosas bajo un acuerdo con Disney.

A diferencia del nombre que Agus y Stephie eligieron para su marca, nada es casualidad en este emprendimiento. Todos esos años de estudio y herramientas adquiridas hoy se traducen en más de 125 mil productos vendidos y un equipo de alrededor de 30 personas: “Me sirvió un montón ser abogada para entender, a primera vista, si un contrato puede avanzar o no, temas de exclusividad, de competencia. El mundo de las redes es medio gris donde aplican las mismas reglas que en el mundo real, pero si no estás bien informado se puede complicar. Y el periodismo me sirve porque creo que hoy mi fuerte es el storytelling, que es lo que trabajo con Stephie, y es la materia sobre la cual construimos un negocio”, cuenta Casal, sobre su recorrido desde el mundo analógico al digital y su desarrollo personal, que hoy le ayudan para “entender cómo contar historias, productos, publicidades, campañas, lo que sea”.

Serendipity nació en el año 2020, en medio de la pandemia. Después de más de un año de desarrollo y algunos retrasos, en septiembre salieron a la venta los primeros tres mil labiales: “Lanzamos un stock pensando que podía llegar a durar tres meses, y en 12 horas se agotaron”.

Desde entonces, la marca empezó a crecer. En 2022 sumaron nuevas categorías como cuidado de la piel y otros productos, siempre imaginando qué novedades podían hacer de Serendipity algo diferente. En una reunión de equipo surgió la idea de “Stephie es Disney” y el próximo paso fue pensar cómo podían colaborar con la compañía en Argentina. Un año y medio de trámites, aprobaciones, licencias y auditorías súper exigentes dio como resultado Dreams, la cápsula exclusiva de productos Disney.

Dreams, de la mano de Demner y las redes, fue un suceso rotundo e inmediato. Se vendieron más de diez mil unidades en un día (casi un 10% de la venta total hasta ese momento), algo que llamó la atención de los directivos de Disney, que no dudaron en reconocer el esfuerzo de las chicas y la forma de trabajo de los influencers. ¿La clave de este éxito? “La calidad en todo lo que hacíamos tenía que ser realmente premium y que fuera muy lúdico. El perfil de Stephie es lúdico, Serendipity es lúdica”, una impronta que se extiende no solo a los productos y las campañas, sino en cada elemento del packaging. Como dice Casal: “Todo fue llevado a través del mundo mágico de Disney”.

Hoy la línea se luce con sus básicos, productos que siempre van a estar vigentes, pero mantienen el sello de la marca: un rubor, un brillo de labios, un crayón de labios más lúdico y diferente en cuanto a su textura y una máscara de pestañas con un cepillo diferencial. “Para nosotras, la experiencia no es solo el producto –la calidad y la accesibilidad–, sino todo el proceso desde el minuto cero que te llega la caja y hacés el unboxing”. Los productos y su branding destacado invitan a comprar y usar, pero también a regalar y guardar: “Es una línea para coleccionar porque es stock limitado y lo que se agota no se puede volver a diseñar ni a producir por un acuerdo que tenemos”, agrega la emprendedora, invitándonos a formar parte de esta experiencia única que se renueva constantemente.

¿El ítem favorito de la cápsula para Agustina? “El rubor, porque es muy difícil que un rubor quede bien en distintos colores de piel. Dependiendo de cómo lo combines, lo podés usar en diferentes tonos de piel, lo podés usar como rubor, lo podés usar como sombra. Como te decía, siempre va a estar vigente.”