Rigoberta Menchú: “Necesitamos muy pocas cosas para ser felices”
Rigoberta Menchú, Premio Nobel de la Paz en 1992 y activista por los derechos de los pueblos aborígenes y la igualdad social, estuvo en Buenos Aires y habló en exclusiva con OHLALÁ!. "La diversidad es dignidad del ser humano", nos dijo. Conocé cómo piensa esta #MuchaMujer.
26 de agosto de 2022
¿Quién es Rigoberta Menchú?
Rigoberta Menchú, Premio Nobel de la Paz y activista por los derechos de los pueblos aborígenes y la igualdad social, estuvo en Buenos Aires y habló en exclusiva con OHLALÁ! La militante guatemalteca vino a nuestro país para asistir a la presentación del libro "Vencidos vencedores" de su amigo Guillermo Whpei, que "aspira a ser un punto de partida para que en diferentes ámbitos se hable de la gente que se muere de hambre", según el autor. Charlamos con Rigoberta acerca del rol de la mujer en el activismo social en la actualidad, y también sobre espiritualidad y la diversidad, dos temas en las que ella es una referente a nivel global.
¿Cuál sentís que es el obstáculo más grande entre los seres humanos y su espiritualidad?
Yo creo que se metieron mucho las religiones y se perdió la vida natural. Se perdió esto de entender que la naturaleza es vida espiritual: conocer un río, conocer un cerro, una montaña, conocer un sitio sagrado de la Madre Tierra te llena de energía, te cambia la vida, te cambia la perspectiva… se perdió todo eso. Y se metió mucho texto en nuestra mente y nos dejó como huérfanos de nuestro propio sentir.
¿Cómo se puede vivir en equilibro?
Vivir en equilibrio es ni ser demasiado optimista porque las cosas van a ser diferentes, ni pesimista. Hay que tener el sentido de procesos, conocerse uno mismo. Yo trato que la gente se conozca a sí misma, porque si yo sé quién soy, no tendría el problema por pelarme con alguien, por envidiar lo que yo no tengo. Así tendríamos una vida más sencilla. Necesitamos muy pocas cosas para ser felices. Entonces yo siempre digo: la envidia es una enfermedad humana que nos ata permanentemente… porque yo ¿qué tengo que envidiarle a alguien si yo tengo lo que necesito y lo que necesito para vivir bien?
¿En la actualidad ve a alguna joven activista a quien considere que en el futuro puede ser una referente en la búsqueda de la paz mundial?
Hay muchas, muchas, sobre todo mujeres. Me impresiona que están más preparadas que nosotras, porque ya tienen un grado académico, tienen más oportunidades, tienen más herramientas, como las redes sociales, por ejemplo. Veo que le pueden dar un uso a las redes sociales a favor de sus propios ideales. Creo que las juventudes no necesitan pensar en el futuro, sino que necesitan poner en acción lo que piensan. No solo pensar, sino poner en acción y a prueba. Si se dan cuenta de que lo que piensan es factible, les va a ser fácil, pero sino van a buscar nuevos caminos. Entonces, lo que busco es una juventud más pragmática, creativa, menos atada a aquellos esquemas sobre lo que se debe o no se debe hacer.
¿Cuál siente que es el rol de la mujer en el activismo por la paz mundial y la igualdad social?
Las mujeres tenemos que poner a prueba nuestros conocimientos, la información que manejamos, y así encontrar una manera de actuar. Acción es la palabra clave. Porque si hay un tratado o una ley paritaria, si hay instrumentos ahora lo que se necesita es aplicar lo que se tiene. Entonces yo busco mucho a las mujeres para que sean activistas de su propia convicción. Se ha teorizado mucho sobre las diversidades, la diversidad sexual, la diversidad étnica…eso ya lo sabemos. Cómo se vive, cómo se convive, cómo se hace eso, cómo se termina construyendo es el desafío para los próximos años. Entonces hay un desafío para las mujeres de hacer una agenda sin límite, pero una agenda efectiva.
Hablemos de diversidades: ¿cuál es su postura sobre el uso del lenguaje inclusivo?
Creo que lo que define a nuestro mundo no es un lenguaje, es un ser. Si yo me considero incluyente, no solo me considero, tengo que hacerlo en la práctica. No estoy de acuerdo con que tengamos que ponerle etiqueta a cada cosa, para mí lo más importante de la diversidad es la complementariedad, el reconocimiento, el agradecimiento, es ser parte del otro, es sentirnos cómodos con nosotros mismos, ya que si no estoy cómodo con lo que tengo o con lo que soy, entonces tengo una crisis que resolver. No soy muy partidaria de que haya que etiquetar a nadie, simplemente que cada uno viva su diversidad, la diversidad es dignidad del ser humano en su totalidad.
En esta nota: