La "regla de 1 minuto": el truco definitivo que te ayuda a evitar la procastinación
Si sos de las que siempre están procastinando las actividades, te traemos un método simple de productividad creado por Gretchen Rubin. Conocé la "regla de 1 minuto" que te ayuda a enfocarte en las actividades de todos los días.
25 de abril de 2024 • 17:00
La regla de 1 minuto: el truco para evitar la procastinación infinita. - Créditos: Getty Images
¿Sos del team procastinadoras? ¿O ni siquiera sabés qué significa? Básicamente, procrastinar es ir aplazando o "pateando" para más adelante esas tareas que vos sabés bien que deberías hacer, para reemplazarlas por otras mucho menos importantes... pero que quizás te divierten más. ¿Te pasa? Si vivís postergando pendientes, entonces tenemos un hack de productividad para pasarte y evitar que esta conducta se instale en tu forma de trabajar o de moverte en la vida. Se llama la "regla de 1 minuto" y fue creada por Gretchen Rubin, autora especialista en hábitos y felicidad.
¿De qué se trata esta regla tan simple? Su nombre lo dice todo: antes de evaluar una actividad, preguntate: "¿puedo resolver esta tarea en tan solo 1 minuto?" Si la respuesta es positiva, entonces no hay excusas posibles. Hacelo y ya, así lo eliminás de tu lista de pendientes. Claro que no siempre vas a poder resolver tareas en tan poco tiempo, pero si observás con atención, hay muchas tareas que sí, que las pateamos sin mucho sentido. Por ejemplo, contestar un mail de trabajo, hacer un llamado telefónico, incluso a veces puede ser algo mucho más doméstico como hacer la cama o lavar esa taza del desayuno. Te contamos qué beneficios trae aplicar esta regla y te proponemos -valga la redundancia- que no procastines más y empieces a aplicarla.
Hackeá tu productividad: los 5 beneficios de la "regla de 1 minuto"
Los beneficios de la "regla de 1 minuto" - Créditos: Getty Images
Los principales beneficios de aplicar esta regla en tus actividades diarias tienen que ver con mejorar tu productividad y foco. ¿Qué vas a ganar?
Aliviar la sensación de carga mental, distracción e indecisiones: cuando hacés tareas rápidas sin demorarlas mucho, no te sumás cosas a tu lista de pendientes, entonces ganás tiempo, porque no tenés que priorizar tareas cada vez que mires todo lo que te resta por hacer. Y eso te libera y te aliviana, para dedicarte a proyectos de mayor envergadura en vez de quedarte trabada en tareas chiquitas o mínimas como "contestar un mail" o "hacer una transferencia online".
Mantener la sensación de organización: ¿qué pasa, por ejemplo, si antes de empezar o terminar la jornada laboral, te tomaras 1 solo minuto de reloj para organizar y limpiar tu espacio de trabajo? Al dedicarle ese minuto, quizás evitás que eso crezca hasta convertirse en algo tan grande que ya no vas a hacer nunca. Lo mismo pasa con los mails, por ejemplo: si te tomás un minuto para contestar esos mails pendientes, evitás que tu Inbox se convierta en un monstruo al que ya no te querés asomar, de tantos pendientes.
Dividir proyectos grandes en partes más chiquitas: esta regla también aplica si estás frente a algún desafío que te aparece tan grande, que nunca lo arrancás... por diferentes motivos. Para dejar de procasticar, empezá por 1 minuto, pero empezá: ¿hay que escribir un informe para presentar en la próxima reunión? Tomate un minuto para abrir un documento nuevo, poner el título, y escribir, aunque sea en borrador, las primeras ideas. Siempre tener "algo" ya empezado ayuda a vencer el bloqueo de la famosa "página en blanco". Y ya la próxima vez que lo agarres, no empezás desde cero. Siempre es más fácil "continuar" algo que empezarlo.
Evitar distracciones: ¿te distrae empezar a trabajar sabiendo, por ejemplo, que no pusiste la ropa a lavar? Si te lleva literalmente un minuto... ¿no es mejor poner el lavarropas y sacarte eso de la mente? Muchas veces, estar rodeado de orden a nivel exterior ayuda a tener orden y claridad a nivel mental. Por eso, si te sentís abrumada por el multitasking, empezá a liberar con esta regla algunas actividades simples.
Ayudarte a ser menos indecisa: en la vorágine del día seguramente sentís muchas veces esa sensación de "malabarista", de que todo se vuelve igual de importante y urgente. Cuando no es así; simplemente perdiste el foco. Si vas resolviendo "actividades de 1 minuto" a medida que se te van presentando, no te tomás tanto tiempo para decidir qué hacer, sino simplemente ejecutás y listo. Con mucho menos enrosque y más acción. Recordá solamente hacerte la pregunta: "¿esto lo resuelvo en 1 minuto?" Si es así, ¡adelante!
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