Pocketing: ¿qué es y por qué puede terminar con una relación?

 

Pero hay salida, y es más sencilla de lo que parece: poner en palabras eso que sentís. ¿Lo difícil? Que sea de manera honesta, sin juicios de valor y sin exceso de expectativas.

Para comprender lo que se vive de cada lado de la pareja que está atravesando pocketing, conversamos con la psicóloga Victoria Gómez Bonilla.

Para empezar, nos dice que el pocketing refiere a una práctica que ocurre hace mucho tiempo, aunque el término es relativamente nuevo. “El pocketing es la tendencia en la que uno de los miembros de la pareja evita presentar a la otra parte a su círculo íntimo. También evita compartir espacios públicos y la relación parece inexistente de puertas para afuera, como un secreto. Sin dudas, es una práctica enmarcada dentro de la irresponsabilidad afectiva”, detalla. 

“La clave es hablar y compartir eso que estamos sintiendo”, dice Victoria. Y, antes de exponer las razones para tomar coraje y decir todo eso que está quemando por dentro, recuerda que cada uno tiene sus tiempos y que es importante respetarse en eso. "Para una de las partes, un mes de relación puede ser mucho y, quizás para la otra parte, muy poco".

Pero claro, en la era de las redes, cuando lo instantáneo parece marcarnos el pulso cotidiano, ¿cómo evaluar eso que es “mucho” o “poco”?", cuestiona. La respuesta sigue siendo la misma: hablando.

“Es fundamental hablar con el otro en vez de asumir de entrada que nos está escondiendo porque está siendo infiel o porque le damos vergüenza”, nos dice. Al mismo tiempo, es igual de importante poder validar el sentir de la parte que se siente incómoda con ser “ocultada”.

En ese caso, Victoria recomienda que, antes de tomar una decisión de corte momentáneo o definitivo con esa pareja, detalle su malestar para dar la posibilidad de que la otra parte haga algún movimiento al respecto. Muchas veces, las personas que están siendo “ocultadas” se sienten humilladas y creen que hay algo mal en ellas.

 

A veces, se logra cierto equilibrio donde las partes se encuentran, cada una con sus limitaciones y fantasmas, y pueden avanzar más allá de ciertas incomodidades. Y, por supuesto, ya sabemos que muchas veces con eso no alcanza. Cada una evaluará si vale o no el intento.

 

En relación a blanquear la relación en las redes, Victoria evalúa lo siguiente: “No todo el mundo tiene los mismos tiempos ni procesos para blanquear el vínculo. De hecho, creo que es fundamental ser cauteloso en la era de la inmediatez. Es súper valido que se quiera vivir el proceso con el tiempo que cada uno necesita. Ni hablar cuando hay hijos/as de por medio: en este caso, la presentación de una pareja implicará que comience a formar parte de muchos espacios compartidos con las infancias y para eso es mejor estar seguros”.