Cómo podría la sangre menstrual ayudar a diagnosticar enfermedades en mujeres

 

La científica siempre menciona que el ciclo menstrual es un todo, “un conjunto sucesivo de fases”. Y agrega que se lo entiende como un signo de salud. “La menstruación, que es la última fase de este ciclo mensual, nos ayudaría a poder medir este ciclo y cuantificar la salud”, enfatiza Belgoff.  

Sostiene que, como todo en la ciencia, es importante sostener estas investigaciones, que van en la dirección correcta, de autoestudiarnos, de modo que se vayan identificando estudios y productos que pueden ir cambiando la humanidad. “Si los resultados son fidedignos se va a seguir construyendo en pos del bienestar general”. 

Aclara que, si bien los resultados son prometedores, todavía estamos en una etapa muy inicial. “Se requieren más estudios para afianzar esta hipótesis. Si llegase a demostrarse esta correlación, se podría emplear la sangre menstrual para hacer un seguimiento o diagnosticar decenas de condiciones de salud, pero esto requiere el estudio correcto y demostrar la presencia de los marcadores biológicos concretos”, informa la científica consultada.

Tal como cita el medio Alimente+, la doctora Naseri y su equipo tienen en marcha varios estudios para comprobar si existen coincidencias significativas entre la sangre menstrual y la sangre extraída de una vena.   

Si llegase a demostrarse esta correlación, habría una vía para empezar a emplear la sangre menstrual para seguir la salud de las mujeres diagnosticar enfermedades vinculadas a la salud reproductiva, que para detectarlas hoy requieren estudios muy invasivos. Y, también, para detectar otras enfermedades, como diabetes o colesterol alto, por ejemplo.  

“Un tema que creo que debemos repensar como sociedad tiene que ver con los recursos naturales. Actualmente estos primeros test propuestos estarían diseñados sobre toallitas menstruales, pero creo que la tirita reactiva podría medir sobre la sangre de la copa menstrual”, propone Belgoff, defensora de ese método ecológico. “Así generaríamos menos plástico de packaging y menos basura de productos higiénicos”.  

Belgoff hace hincapié en que, mientras estas investigaciones siguen su curso, y hasta que estos productos lleguen a todas las personas menstruantes, podemos llevar un registro detallado del ciclo, que es una expresión única de nuestro cuerpo, para reconocer nuestro estado de salud, monitorearlo, aumentar la consciencia de nosotras mismas, además de ser una guía para evitar o lograr un embarazo, para aprovechar esa información en favor de nuestra calidad de vida. 

“El ciclo menstrual es un continuo, una fase afecta la siguiente. Todo es interdependiente, el ciclo menstrual no está compuesto de eventos aislados, somos lo que comemos, cómo dormimos, cuánto ejercicio hacemos, cómo manejamos el estrés y las emociones. Conocer y cuidar tu ciclo es cuidarte entera”, sostiene, y es un activismo que desarrolló hace años y que intensifica para cuidar la salud de las personas menstruantes.