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“Cuidado canguro”: la importancia del contacto piel a piel para el desarrollo del bebé

El abrazo de la mamá es fundamental para el desarrollo psico-físico, neurológico y emocional; aun en pandemia por Covid se recomienda


La importancia del contacto piel a piel entre la mamá y el bebé

La importancia del contacto piel a piel entre la mamá y el bebé - Créditos: Martina Birnbaum, Getty Images/iStockphoto



En la semana del abrazo hablamos de lo fundamental de ese contacto para la salud física y emocional de las personas. Con la pandemia de Covid se desincentivó esta práctica. Sin embargo, en los recién nacidos, y aun más en los prematuros, el contacto piel a piel con la mamá y/o el papá es insustituible y, pese a la pandemia, muy recomendable.
El contacto piel a piel (Copap) es una práctica ancestral que, debido a la institucionalización de la atención del parto, disminuyó en Occidente y se retomó cuando se empezó a impulsar la atención humanizada al nacer. Consiste en poner al recién nacido en contacto con el pecho y abdomen desnudo de su madre, inmediatamente después del parto, incluso antes de cortar el cordón umbilical y mantenerlo en esa posición el mayor tiempo posible. Pasado ese momento, también se propicia ese contacto piel a piel porque brinda múltiples beneficios a recién nacidos en su desarrollo psico-físico, neurológico y emocional.
Durante las últimas décadas, la tasa de nacimientos prematuros viene en aumento -más de 20 millones de niños de bajo peso nacen cada año en el mundo, lo que equivale al 17% de todos los nacidos vivos-. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la prematuridad es la principal causa de mortalidad infantil hasta los cinco años. Pese a eso, el 75% de estas muertes pueden prevenirse con soluciones simples: el contacto “piel a piel” o “cuidado canguro” está entre las principales recomendaciones.
Esa práctica de abrazar y sostener al recién nacido, vestido solo con un pañal, contra el pecho materno en las horas, días y semanas posteriores al nacimiento es uno de los obsequios más valiosos que alguien puede darle a un bebé, ya que reduce en un 40% la mortalidad infantil, en un 70% el riesgo de padecer hipotermia y en un 65% las infecciones en la primera infancia.
La médica pediatra neonatóloga Ivana Giachino advierte que la prematuridad representa un problema de salud pública. Da cuenta de las cifras de nacimientos de bebés de bajo peso -1 kilo en situaciones críticas- y refiere que el riesgo de morir es 40 veces mayor que el de cualquier niño de peso adecuado. “También condiciona la aparición de secuelas físicas, neurosensoriales, psicomotoras y enfermedades crónicas en la adultez, como obesidad, síndrome metabólico, entre otras”, enumera. Y expresa que, por esto, es necesario promover acciones para mejorar la calidad de vida de estos niños en el largo plazo.
“Uno de los métodos más importantes es el de madre canguro, que refiere al contacto piel a piel”, menciona. Y lo secunda la “lactancia materna exclusiva” desde el inicio del nacimiento y, en tercer lugar, el egreso hospitalario temprano. Estos son, a su criterio, los tres pilares para garantizar el desarrollo de esos bebés.

¿Para qué sirve el contacto piel a piel?

  • Los beneficios del contacto piel a piel son múltiples: “La madre canguro, que incluye el abrazo, ofrece estabilidad térmica, fisiológica, favorece el amamantamiento y el crecimiento somático (desarrollo del esqueleto y la estimulación de la síntesis proteica)”, enumera Giachino.
  • “El contacto piel a piel también sirve para empoderar a los padres y así ayudarlos a sentirse importantes en el cuidado de su hijo prematuro y que este con ellos salga adelante más rápidamente”. Agrega que el abrazo disminuye los sentimientos negativos de las madres, mejora el vínculo con su hijo, y genera una satisfacción en el niño y en todas las personas que lo rodean y están cuidándolo.
  • La médica aclara que, para el prematuro, el abrazo tiene numerosos beneficios, pero para el niño de peso normal también por el vínculo que genera con la madre.
  • “El método madre canguro promueve el crecimiento estable además de un equilibrio en las reservas energéticas y nutricionales que les permiten a los niños tener un crecimiento similar al que tenían dentro del útero”, destaca la neonatóloga. “Así se logra promover el desarrollo neurológico y cognitivo lo más cercanos a los parámetros normales, de modo de que tenga una vida excelente y fluida en la adultez”.
La marca para el cuidado infantil Huggies lanzó estos días una campaña para hablar de los cuidados durante los primeros meses de vida e hizo hincapié en la importancia del abrazo.
Carolina Tacco, Brand Manager de la compañía, menciona: “Estamos comprometidos con mantener a los bebés sanos, amados y seguros durante esos primeros momentos críticos en sus vidas. Sabemos lo importante que es el primer abrazo; sabemos también que son los recuerdos más importantes que tenemos de nuestra niñez. Por eso queremos resaltar los beneficios de este contacto piel a piel y promover esta simple práctica que permite que muchos bebés sufran menos enfermedades, se rodeen de estímulos positivos, y se desarrollen en las mejores condiciones posibles”.

Abrazar a un bebé intubado

La enfermera profesional Noelia Maugouber, con 13 años dedicada al cuidado neonatal, menciona la dificultad de tratamiento de un bebé que es separado de su madre porque necesita cuidados en la terapia intensiva neonatal. Por un lado, se le brindan los cuidados sin los cuales no sobreviviría, pero el costo es hacerlo en un ambiente extraño alejado del abrazo de su mamá.
Los contextos son difíciles. Ella describe y da cuenta de su realidad cotidiana. “El bebé quizá pesa menos de un kilo si es un caso extremo; quizá tenga un tubo para poder respirar; una vía de acceso venoso para poder alimentarse, hidratarse, recibir medicación; quizá va a tener una sonda para poder orinar; quizá alguna otra intervención si la ha necesitado”, enumera. A un paciente así, con varias intervenciones, es muy difícil sacarlo de una incubadora, el lugar que le está dando calor y protección del exterior, ya que debido a su prematuridad ese bebé no está preparado para recibir demasiadas influencias del afuera.
“El contacto piel a piel es esencial, es de las primeras intervenciones que puede realizar su mamá cuando el bebé está estable y se puede sacar de la incubadora”, dice Noelia.
Las dificultades surgen por dos vías. “Para poder hacer contacto con un bebé altamente invadido o críticamente enfermo es necesario que su mamá esté dispuesta a abrazar y tener contacto con el bebé en esas condiciones, con esos tubos, cables y todo lo que tiene cuando está internado”, dice. “La primera barrera que encontramos es que a veces la mamá no se anima a hacer upa a su bebé”.
La enfermera de neonatología Noelia Maugouber habla de una realidad con los bebés prematuros: “La primera barrera que encontramos es que a veces la mamá no se anima a hacer upa a su bebé”.

La enfermera de neonatología Noelia Maugouber habla de una realidad con los bebés prematuros: “La primera barrera que encontramos es que a veces la mamá no se anima a hacer upa a su bebé”.

Por otro lado, ocurre que el personal de salud tiene sus reservas antes de sacar de la incubadora a un bebé, porque está críticamente enfermo. “Por eso a veces se demora un poco, para no quitarle esa estabilidad”, explica. Sin embargo, informa que los estudios muestran que son muchas más las ventajas del contacto piel a piel con la madre, que los posibles riesgos de sacarlo de la incubadora.
“El contacto piel a piel con su mamá está probado que reduce la mortalidad, las infecciones, reduce el período de internación, entones tenemos menos probabilidad de que ese bebé tenga una enfermedad intrahospitalaria, que tenga enfermedades en las vías respiratorias. Y hay evidencias de que a partir de ese abrazo materno aumenta más fácil y mejor de peso, aumenta su perímetro encefálico, la lactancia materna es establecida más precozmente, desarrollan su psicomotricidad de mejor manera”, enumera. “Podemos decir que el contacto piel a piel tiene innumerables beneficios, muchos más que los riesgos que implica sacar al bebé de la incubadora”.
Las ventajas también son para la madre. “La mamá está atravesando un período de estrés, tiene a su hijo internado, hay mucha ansiedad. Tiene que transitar un ambiente que a veces asusta por las situaciones que se ven. Entonces, una mamá necesita ese contacto con su hijo”.
Incluso con Covid, ya no se suspenden esas visitas, como al principio de la pandemia. Hay protocolos y la mamá debe llevar siempre barbijo, tener bien higienizadas las manos y estar testeada. “Lo que sí hay menos besos de las mamás a sus hijos”, dice Noelia, que a veces observa a alguna que se baja disimuladamente el barbijo, besa a su bebé, y vuelve a taparse la boca.

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