Mamografía: en qué consiste el estudio
¿Desde qué edad conviene hacerse el control mamográfico? El diagnóstico precoz de cáncer de mama puede prevenir tratamientos invasivos y arrojar buenos resultados. Consultamos con un médico especialista.
2 de noviembre de 2022
Mamografía: en qué consiste el estudio y por qué es tan importante - Créditos: Getty
Probablemente oíste hablar de la importancia de realizarte una mamografía anual una vez cumplidos los 40. Si ya llegaste a esa edad, esta nota puede ayudarte a tomar la decisión de sacar un turno con tu médico de confianza y comenzar a charlar el tema. Y si todavía sos menor y con el control ginecológico básico estás bien, no está de más que conozcas la relevancia que tiene este estudio y que seas vos quien concientice a las mujeres de tu familia o las amigas de mayor edad.
En diálogo con Francisco Corrao, jefe de Patología Mamaria del servicio de ginecología del Hospital Italiano, conversamos acerca de la importancia de realizarse el estudio de mamografía y de algunos mitos que rondan alrededor de este tema y que pueden generar preocupación innecesaria.
Qué es una mamografía
La mamografía es el estudio radiográfico de las mamas: ambas mamas son evaluadas mediante dos incidencias, de frente y perfil.
Ante el miedo que genera que “algo salga mal”, vale aclarar algo que destaca Corrao: “Muchas veces los médicos indicamos a las mujeres que se realicen un segundo estudio con imágenes complementarias simplemente para asegurarnos de hacer una correcta caracterización de lo que observamos. Entonces, puede que pidamos a la paciente una mamografía magnificada o una ecografía solo para corroborar lo estudiado. Si con esas imágenes no fuera suficiente y tuviéramos algún grado de sospecha podría ser necesario hacer algún otro estudio como una biopsia percutánea, que es un procedimiento específico que se hace con una aguja guiados por mamografías como ecografías de acuerdo al tipo de lesión”.
La importancia del diagnóstico precoz
La mamografía tiene como principal objetivo la detección temprana de un posible carcinoma, que es un cáncer que comienza en las células que cubren el interior o exterior de un órgano del cuerpo.
“La importancia de detectar pequeños carcinomas de la mama en una etapa preclínica, es decir, antes de que sea notado por la mujer o por el médico que la está revisando, es fundamental para el éxito de su tratamiento. Cuanto más chico es el tumor el pronóstico es mejor y se puede optar por tratamientos quirúrgico o por otro tipo de procedimientos que en general suelen ser menos agresivos que los requeridos cuando el cáncer está avanzado”, explica el especialista.
Control mamográfico: desde qué edad conviene hacerlo
La Sociedad Argentina de Mastología aconseja realizar mamografías de manera anual a partir de los 40 años en el caso de mujeres sin síntomas y sin antecedentes de cáncer de mama. Otras sociedades recomiendan comenzar a partir de los 50 años y hacer por lo menos una mamografía cada 2 años.
En este sentido, Corrao agrega que “no basta solo con hacerse la mamografía, también es necesario que las mamas sean revisadas por el médico una vez que se lean los resultados”.
Y hace una advertencia muy oportuna: “Ante cualquier duda acerca del estudio realizado, es muy importante que la mujer consulte al mastólogo o a su médico de confianza. Nosotros recomendamos que no se recurra en un primer momento a internet para tratar de informarse por algo que apareció en el informe mamográfico y que llamó su atención, porque lo que suele suceder es que aumenta la ansiedad por la falta de una respuesta veraz”.
Contra los mitos: algunas verdades sobre la mamografía
Es cierto que se trata de un estudio radiográfico que puede ser un poco molesto, pero vale la pena el esfuerzo por el gran nivel de importancia que tiene el diagnóstico precoz ante un posible cáncer de mama y su inmediato tratamiento.
No deberías tener miedo ante la radiación de la mamografía ya que, de los estudios radiográficos, es el que menos radiación utiliza.
“No te asustes si te solicitan estudios complementarios porque estos habitualmente se piden, y que eso no significa que haya algo malo, sino que hay algo que uno tiene que ver en mayor detalle”, asegura Corrao.
Si está dentro de tus posibilidades es recomendable programar la mamografía lejos de la menstruación. Las mamas pueden estar sensibles al tacto o hinchadas en esos momentos.
El día de la mamografía se recomienda no usar desodorante ni perfume ni talco, ya que pueden aparecer en la radiografía como manchas blancas.
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