Mundial Qatar: cómo manejar la ansiedad frente a los partidos
Qué hacer cuando sentimos ansiedad y cuándo se convierte en crisis de angustia. Conversamos con una experta en psicoanálisis.
22 de noviembre de 2022 • 09:00
Hinchada argentina en el debut de la selección - Créditos: LA NACION
Empezó el Mundial Qatar 2022 y la ansiedad comenzó a crecer. Como si fuera poco, la selección argentina perdió en el debut contra Arabia Saudita. Fue la primera sorpresa de Qatar 2022: el equipo de Lionel Scaloni ganaba 1 a 0 con gol de penal de Messi, pero una ráfaga al comienzo del segundo tiempo les dio a los asiáticos un triunfo que nadie esperaba.
¿Cómo nos impacta en la salud mental? El agravante de este Mundial es que ocurre en una época del año típica de celebración, pero también en una época de mucho cansancio, baja tolerancia a la frustración y un contexto astral en el que la temporada de eclipses abrió en el cielo una intensidad inusual, las emociones se nos pueden ir de las manos.
Claudia Feler, psicóloga clínica y directora de OH! Panel, charla con nosotras para ayudarnos a comprender mejor de qué se trata el estado de ansiedad, qué hacer cuando nos sucede y, también, cómo acompañar a otras personas cuando se ven tomadas por esta emoción.
Qué es la ansiedad
“La ansiedad es un estado físico y mental absolutamente normal. Para entender cómo funciona el ser humano, históricamente se disoció el cuerpo de la mente, aunque en realidad están absolutamente conectados”, nos cuenta.
También podemos decir que la ansiedad es un “estado de inquietud” que no tiene una connotación positiva o negativa en sí misma: Podría ser ansiedad por un viaje, y en ese caso podría ser una “linda ansiedad”, o bien por un examen y la ansiedad estaría más relacionada con un hecho desagradable.
Cómo nos identificamos con la emoción
Ese instante previo al ser “tomada” por la emoción, en este caso por la ansiedad, permite una nueva toma de conciencia ante vos misma, ante lo que te está pasando. Tenemos ese poder de cambiar la mirada sobre lo que estamos interpretando.
En este sentido, para Claudia es “muy importante estar atentos a cómo nos identificamos con la emoción”. “En general, todos nos definimos como personas ansiosas. Y no es lo mismo ser ansioso que estar ansioso y, al mismo tiempo, muchas veces esa supuesta ansiedad que entendemos como tal, en realidad es otra cosa, como podría ser la excitación que puede provocarnos una expectativa o una preocupación. Por eso, invito a que cada vez seamos más detallistas y conscientes de las palabras que usamos, porque ya fue comprobado por las neurociencias que, así como nombremos lo que sentimos, así nos vamos a sentir”, dice.
Un dato: en nuestro cerebro hay un neurotransmisor conocido como “dopamina”, el responsable de hacernos sentir bienestar. Claudia nos cuenta que la dopamina se activa especialmente cuando se combinan dos aspectos: expectativas con incertidumbre.
“En época de Mundial, al no saber qué va a pasar con cada partido ni cómo va arrancar este acontecimiento tan esperado, se suele activar la dopamina y por eso ya vemos a muchas personas ansiosas o excitadas. Pero esta ansiedad también puede ser connotada como algo positivo. Por supuesto que después dependerá de las herramientas emocionales y psicológicas que cada uno tenga para poder lidiar con las frustraciones”, analiza.
Diferencia entre ansiedad y angustia
Antes de marcar las diferencias entre la ansiedad y la angustia es importante recordar que ambas “son emociones humanas y comunes a todos”, dice Claudia.
“El ataque de angustia es un desborde emocional que se aleja de las emociones del orden de lo esperable y se acerca al terreno del ataque de pánico”.
Entre los síntomas más visibles, la experta consultada indica que las personas sienten como si su mente estuviera nublada, el corazón se acelera, les cuesta respirar, los pensamientos suelen ser negativos y hay dolor en el pecho. “Está relacionado con aquellas emociones, como la ansiedad, que nos genera algo que no podemos controlar de manera racional”.
“La angustia no es negativa en sí misma: la mayoría de las personas se angustian. Es algo humano. Sin embargo, si bien todos nos angustiamos, muchos sienten rechazo por la angustia del otro. El entorno suele sentir impotencia, ya que la persona angustiada muchas veces no sabe bien por qué. Desde la psicología, podemos decir que la angustia es una señal: es algo así como una alarma interna que nos viene a incomodar y generalmente nos indica que estamos yendo contra nuestro propio deseo”, agrega.
Recomendaciones para resolver momentos de ansiedad o angustia
Poner en palabra: si una persona detecta que sufre por ansiedad o angustia, desde la piscología lo primero que se recomienda es ponerle palabras. Cuando las personas hablan de lo que sienten, le ponen nombre la ansiedad se calma y baja. Creo que tenemos que aprender a dialogar con nosotros mismos, a reconocer qué palabras usamos para pensarnos.
Buscar una persona de confianza y adecuada para conversar de esa emoción: hay personas que pueden resolverlo solos y hay otras que necesitan de otros y las dos cuestiones están bien. Lo importante es que quienes sufren la ansiedad (durante el mundial, o en cualquier momento de la vida) puedan reconocerla, tengan conciencia de lo que están sintiendo y puedan buscar la ayuda adecuada.
En relación a las personas que acompañan a otras con crisis de ansiedad o angustia, Claudia marca algunos puntos clave: “En lo posible, que sean personas compasivas en vez de empáticas, para que puedan distanciarse de esa emoción y no terminen por angustiarse. Y que sean de confianza, que puedan ayudar, abrazar y contener sin quedar pegadas al estado emocional”.
“La persona angustiada está tomada por una emoción, como si estuviese ahogada o con un dolor de muela, en un estado en el que lo que se dice está muy condicionado por cómo se está sintiendo y no se puede pensar con claridad. Es muy normal que cuando logre salir de ese estado de angustia cambie la percepción de la realidad y pueda continuar con su vida normal”, señala.
Las palabras tienen poder
“Desde el psicoanálisis, el trabajo en la terapia está muy ligado a lo que decía Lacan acerca de reemplazar un significante por otro significante, es decir, poder renombrar las cosas (en este caso las vivencias, las emociones, las percepciones) para poder tener una nueva perspectiva de la propia historia y cambiar ciertas creencias respecto a quiénes somos y qué vinimos a hacer en esta vida. Cuando hablamos, decimos más de lo que sabemos y, en ese más, aparece algo de la verdad del sujeto”, entiende Claudia.
También quedó demostrado por las neurociencias que las palabras que nombramos tienen efectos en nuestras emociones. Claudia lo explica así: “De acuerdo a cómo pensamos la ansiedad será cómo nos sentiremos. Hay que tomar conciencia de que la gran mayoría solemos etiquetar nuestras emociones rápidamente y, al mismo tiempo, nos faltan palabras para contar cómo nos sentimos”.
En este sentido, el investigador Mariano Sigman demuestra a través de su libro El Poder De Las Palabras cómo a través de aprender una nueva manera de conversar con nosotros mismos y con otros también podemos desarmar creencias, cambiar ideas, sentimientos y emociones. Vale la pena profundizar en estos conceptos.
Antes de despedirnos, Claudia arroja su deseo para esta época tan especial del año que, además, está potenciada por un Mundial: “Esperemos que este Mundial sea vivido como una experiencia que tenga más que ver con situaciones de adrenalina y vértigo, como algo estimulante, sin olvidarnos que es un juego. Si no ganamos, no pasa nada. La clave está en poder disfrutar este proceso de haber logrado salir de una pandemia y rearmado nuestra vida, incluso con la posibilidad de vivir un nuevo Mundial”.
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