¿Por qué el tetris nos puede ayudar a manejar el estrés?
Charlamos con dos profesionales de la salud quienes nos compartieron su opinión sobre el uso de este juego como medio para ayudarnos con nuestra salud mental
11 de febrero de 2022 • 09:40
Jugar al tetris puede tener beneficios para tu salud mental
Aunque la palabra estrés parece haber pasado de moda y hoy muchos hablan sobre el cansancio crónico como una de las problemáticas que mayor preocupación generan, lo cierto es que no solo se trata de un término que no debemos olvidar, sino también un tema al cual hay que prestarle especial atención.
Desde el impacto que la pandemia todavía tiene en nuestras rutinas, la tensión en los ámbitos en el trabajo, los problemas de la vida personal y la sensación de constante incertidumbre; nuestro contexto y las decisiones que tomamos en el día a día tienen una relación directa en nuestro bienestar. Pero si bien hay situaciones que nos exceden y en donde “hacemos lo mejor que podemos”, también hay ciertas prácticas que podemos incorporar para ayudar a nuestra salud física y mental.
La pregunta es: ¿jugar al tetris es una de ellas?
Los beneficios de jugar al tetris
Sobre el impacto del estrés
“Una de las primeras cosas que es súper importante de entender es que el estrés es una respuesta neurofisiológica de adaptación al medio”, nos explica Carolina Veneroso, licenciada en Piscología (MN. 32032), y agrega: “Es decir, vivimos en ambientes en donde estamos expuestos de manera constante a factores estresores. Desde una mudanza hasta problemas en el trabajo, la muerte de un ser querido o una separación, así como también cosas que en realidad son positivas pero nos ponen en jaque. Factores que si bien son diferentes a los que vivían nuestros antepasados, la respuesta a ellos es la misma: de vida o muerte. De me adapto o me desintegro”.
En esta misma línea de pensamiento, Rosana Gogorza (@rosanagogorza), médica especialista en neurociencia, agrega: “No hay que olvidar que somos una unidad psicosomática. Es decir, mente y cuerpo interactúan constantemente”, y refuerza: “El estrés es un componente normal de nuestra vida que -gracias a él- estamos vivos. Lo importante es mantenerlo dentro de ciertos límites. Por eso identificamos dos tipos: el estrés bueno (eustrés) -que nos ayuda a mantenernos alertas y plantearnos desafíos- y el estrés malo (distrés) -el cual genera alteraciones que afectan nuestra mente y se manifiestan en nuestro cuerpo-”.
Es en este contexto que Rosana nos detalla cuándo el estrés empieza a ser negativo y cómo darnos cuenta de que es momento de tomar un break: “Es fundamental conocerse a uno mismo y darse cuenta de los cambios. Desde lo emocional puede ser que estemos más irritables, que nos enojemos con mayor facilidad, sentirnos nerviosos todo el tiempo, tener pensamientos autodestructivos, mantenernos aislados, tener dificultad en la toma de decisiones, la sensación de culpa, los cambios en el apetito, llantos más frecuentes, el aumento de sensación emocional y la inseguridad”, y suma: “En cuanto a lo físico puede ser: dolores de cabeza, dolor en el cuerpo, contracturas musculares. Nos duele el cuello, los hombros, la cintura. Dolor en el estómago, zumbido en los oídos, boca seca, nos resfriamos con mayor frecuencia. Tenemos problemas en la piel, sufrimos de náuseas, aumento de la transpiración, disminución en el deseo sexual o cansancio”.
El descanso activo
“Una de las tantas herramientas para lidiar el estrés es el descanso activo. Un término que no tiene que ver con el desenchufarse del todo, sino con mantener el cuerpo y la mente en movimiento”, nos aclara Carolina y suma: “Son actividades como tejer, armar un rompecabezas, salir a caminar, andar en bicileta, jugar un videojuego, meditar y -para aquellas personas muy creyentes- hasta orar. En definitiva, son cosas que ponen a nuestra mente en un estilo de paréntesis pero activo. Es algo así como descansar haciendo algo y, ese algo, mientras más repetitivo sea... mayor el beneficio”.
¿Jugamos al tetris?
Siguiendo una revisión de 28 estudios que realizó JMIR Publications y publicó en agosto del año pasado, se encontraron evidencias de los beneficios de este tipo de juego para reducir el estrés y la ansiedad. Federica Pallavicini, investigadora de la Universidad de Milano-Bicocca en Milán dijo a Wired: “Existe la idea de que los juegos deben ser diseñados por psicólogos con el objetivo de modificar el comportamiento de alguna manera para que sean útiles. Pero creo en el potencial de los videojuegos comerciales para nuestra salud mental. Son fáciles de acceder, simples y pueden ser jugados por millones de personas [Entonces] Los videojuegos casuales como tetris, Angry Birds y Pac-Man tienen una demanda cognitiva baja. Podemos jugar de 5 a 10 minutos, como una distracción, y sentirnos mejor”.
En este sentido, Carolina nos explica: “Hay cuestiones que son beneficiosas de algunos juegos y está relacionado con el concepto de descanso activo del que hablábamos. Genera una tarea repetitiva pero que nos pide algún tipo de desafío mental y emocional, resolver alguna situación. El tetris lo que hace es poner en juego lo que en psicología se llama funciones cognifivas superiores: la percepción, la atención, la memoria y el lenguaje. Como juego, el tetris nos pide anticipación, paciencia, estrategia, orden y se actia el área de recomensa de nuestro cerebro”, pero aclara: “En este contexto también es importante no olvidarse de los riesgos y de la gran adicción a los videojuegos que hoy es un problema real”.
Si el tetris no es lo tuyo, Rosana nos da sus propias recomendaciones de actividades que podemos implementar para reducir el estrés:
1
Hacer yoga. “Nos ayuda a relajarnos y controlar mejor nuestras emociones y desarrollar la concentración”2
El buen sentido del humor. “Nos permite afrontar situaciones de estrés y adaptarnos a ambientes ostiles de una mejor manera”3
Vaciar la mente. “Disponer de 10 a 15 minutos y, en una hoja en blanco, escribamos todo lo que se viene a nuestra cabeza. Este tipo de ejercicio nos ayuda a exteriorizar lo que nos está pasando”4
Hacer actividades manuales. “Aumenta el nivel de atención, favorece la autoconfianza, permite crear vínculos nuevos y desarrollar la creatividad”
En esta nota: