¿Cómo funcionan las bombachas Lorals, la ropa interior que sirve como protección contra las infecciones de transmisión sexual?

Quizá por eso el hecho de que la FDA (en español: Administración de Alimentos y Medicamentos) haya aprobado la ropa interior Lorals es no solo una noticia a nivel tecnología, sino también un cambio absoluto en las reglas de juego. Ahora bien: ¿qué son y cómo funcionan?

Así como las bombachas para la menstruación fueron un hito en el universo de la higiene femenina, Lorals es la empresa que -aparentemente- va a marcar un antes y después en la protección contra las infecciones que pueden transmitirse desde la vagina o el ano durante el sexo oral. Primera indumentaria de este tipo, llega para responder a las problemáticas de un área de salud sexual que es poco estudiada y que -las pocas opciones que existen- son consideradas poco prácticas o hasta desconocidas.

“Cuando hablamos de cuidados de infecciones de transmisión sexual nos detenemos en los vinculados a la penetración y no en el cuidado de otras prácticas sexuales, como puede ser el sexo oral”, nos explicó Carla Galiano -sexóloga y terapeuta sexual- y agregó: “El varón tiene que ponerse preservativo a la hora del sexo oral, de lo contrario no están protegidos”. Una situación que pone a la pareja en riesgo de contrar enfermedades como herpes, VPH (virus del papiloma humano), la gonorrea y la sífilis.

Creadas por Melanie Cristol, según cuenta en el sitio oficial de la marca, la idea se le ocurrió cuando estaba en su luna de miel en México y descubrió que tenía una infección que podía transmitirse sexualmente. Con la barrera bucal como única opción disponible, no solo comprendió la falta de practicidad de ese accesorio, sino también lo poco sexy que resultaba dentro del contexto de una relación íntima. Dos años más tarde creó Lorals, en una primera instancia ofreciendo ropa interior para personas con vulva pero ahora con un portfolio mucho más amplio.

Disponible en diferentes diseños, esta ropa interior está hecha de un látex tan fino como el de un preservativo y forma un sello en la parte interior de la pierna para mantener los fluidos dentro. Con algunos cambios a partir del feedback de sus clientes (por ejemplo, redujeron el sabor a vainilla y añadieron más almidón de maíz para evitar que se pegue); además están trabajando en una versión transparente que se sumará a la negra opaca hoy disponible.

En cuanto a su aprobación por parte de la FDA, el organismo no exigió ensayos clínicos, sino que el procedimiento fue igual al que se sigue con los preservativos: la compañía presentó documentación sobre el grosor, la elasticidad, la resistencia y otras medidas.

Absolutamente impopulares y rodeadas de un enorme desconocimiento, el campo de látex y las barreras bucales son el ‘mejor’ antecedente a este nuevo lanzamiento. Éstas últimas tienen su origen en 1864 en el universo de la odontología pero durante la crisis del sida empezaron a utilizarse en la búsqueda de evitar la transmisión sexual de las infecciones.

¿Cuál es el mayor problema alrededor de estas opciones? Son poco prácticas, no existe suficiente educación alrededor de su uso y además no han sido precisamente exitosos.