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De entrada gratuita: por qué no deberías dejar de visitar el impactante Parque Patagonia

Un rincón escondido y mágico de la Patagonia donde un observatorio de estrellas es la excusa perfecta para conectarse con el cosmos. De qué se trata este lugar único, qué se puede encontrar por las noches y cómo llegar a descubrir un destino que ofrece mucho más que estrellas.


El cielo de Parque Patagonia desde el observatorio

El cielo de Parque Patagonia desde el observatorio - Créditos: Horacio Barbieri



La Vía Láctea como una avenida repleta de diamantes, Venus y Marte, como planetas al alcance de la vista, casi al alcance de las manos y miles y miles de estrellas para dibujar decenas de constelaciones hasta en sus más ínfimos detalles. Sin un gramo de exageración, así se ve el firmamento en el Parque Patagonia, Más exactamente en el observatorio de estrellas a pocos metros del precioso refugio La Posta de Los Toldos, en el ingreso al parque. Uno de los mejores cielos de la Argentina.

Las noches frías y cristalinas, desprovistas de turbulencias en el aire y de contaminación lumínica en el horizonte, los cerros ondulando el horizonte y la seguridad de que las estrellas fugaces van a marcar toda la bóveda celeste. Eso ofrece ese rincón lejano de la Patagonia, al noroeste de Santa Cruz, muy lejos de las grandes ciudades, muy cerca de la Cueva de las Manos, el patrimonio de la humanidad donde durante milenios nuestra especie dejó sus siluetas y sus historias inmortalizadas en la piedra. Allí un cielo casi inmortal, nos espera.

El cielo de cada noche, a unos pocos kilómetros de la ruta 40

El cielo de cada noche, a unos pocos kilómetros de la ruta 40 - Créditos: Sebastián López Brachs

El observatorio de estrellas es una construcción extraña, ensamblada con la naturaleza, repleta de simbolismos y enormemente útil para disfrutar del cielo a simple vista en ese rincón salvaje de mundo. Una espiral de piedra, como una serpiente que se enrolla en sí misma para protegernos del viento. En su “cabeza” se ubica una estufa a leña que extiende su chimenea a través de todo el cuerpo de este reptil rocoso, para elevarse al cielo al llegar a la cola. El “cuerpo” de la serpiente permite sentarse y respaldarse sobre ella, para así contemplar el firmamento acobijados por su calor. Desde ahí, en ese lugar, el cielo parece bajar a la tierra.

Allí, por estas noches, entre las estrellas se dibuja la leyenda de Orión y el escorpión. Este cazador mitológico se esconde por el oeste cuando ve surgir hacia el este al escorpión que le dio muerte. Ambas constelaciones, se dibujan brillantes y enormes por estos meses en nuestra Patagonia.

El asiento del observatorio se calienta para disfrutar de las noches patagónicas

El asiento del observatorio se calienta para disfrutar de las noches patagónicas - Créditos: Horacio Barbieri

Y junto a ellas, los dioses amantes en la mitología romana. Marte, el dios de la guerra, del la masculinidad, y Venus, la diosa de la belleza y el amor, se muestran resplandecientes. El planeta más rojo junto al más brillante, Marte y Venus son un espectáculo para los ojos, juntos a, literalmente, miles de estrellas. Y un cielo que no se queda quieto.

Con tanta transparencia en la bóveda celeste es muy fácil ver pasar satélites artificiales luego del atardecer y estrellas fugaces durante toda la noche. Estos primeros se distinguen de los aviones por un brillo más fino, sin luces intermitentes ni de colores. Incluso si la noche es propicia, se puede ver el tren de 60 satélites en línea de Starklink cortando el firmamento.

También las estrellas fugaces le dan movimiento a ese cielo. En distintas direcciones e intensidades, a una frecuencia promedio de una cada seis minutos, incluso su color va cambiando. Y esto depende del material que las compone. En las que predomina el calcio suelen producir un tono púrpura o violeta, mientras que las de magnesio parecerán adquirir un tono verde o azulado. También su velocidad influye, las más lentas tienen al rojo o naranja y las más rápidas al azul. Esta película maravillosa proyecta cada noche el cielo sobre este rincón de la Patagonia.

El firmamento sobre la Posta de los Toldos

El firmamento sobre la Posta de los Toldos - Créditos: Sebastián López Brachs

¿Dónde se ubica el Portal Cañadón Pinturas, del Parque Patagonia?

Sobre la mítica ruta 40. Al noroeste de la provincia de Santa Cruz. La localidad más cercana es Perito Moreno, a 60 kilómetros de ruta asfaltada. A 2.144 kilómetros por ruta de Capital Federal. Muy cerquita de la estrellas.

¿Cuánto cuesta el ingreso al Cañadón Pinturas?

Nada. Es gratuito, solo piden registrarse por seguridad. Una vez en el hay más de 40 kilómetros de senderos con vistas alucinantes (y se están construyendo 40 km más), 18 cuerpos de baños repartidos por el parque, el refugio La Posta de Los Toldos, que es una hostería preciosa, camping, proveeduría, y todo un mundo por descubrir. Pero en esta nota nos centraremos en el cielo.

¿Cómo ver el firmamento en el observatorio del Parque Patagonia?

Desde el ingreso al Cañadón Pinturas, sobre la ruta 40, son cuatro kilómetros de camino de ripio para vehículos y luego un sendero de 300 metros. Allí se encuentra ese sitio bajo las estrellas.

¿Dónde me puedo alojar cerca?

El refugio La Posta de Los Toldos se ubica donde empieza el sendero, a 300 metros. Pero al lado del observatorio también hay un camping con empalizadas de madera para las carpas.

¿Qué necesito para disfrutarlo?

Ganas de mirar las estrellas. También es útil una aplicación de celular de mapa de estrellas. Cualquiera, todas son similares en indican las formas de las constelaciones, dónde encontrar los planetas (se pueden ver Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno, en distinto momentos de la noche y el año) y los nombres de todas las estrellas. También se puede acompañar de binoculares para descubrir que aún en las partes oscuras, miles de estrellas aguardan por ser descubiertas. Abrigo, alguna manta. Un infusión caliente a preferencia. Y chocolate, que dicen que es bueno para la visión, no está chequeado pero es delicioso hacer la prueba.

¿Qué opina quienes lo disfrutaron?

Celesta Sacks es guía de turismo y la anfitriona de la Posta de los Toldos, que lleva a los visitantes a descubrir el firmamento en el observatorio. "La gente quedaba fascinada, algunos comentaban que jamás habían visto un cielo así", exclama Celeste. "En otros casos les recordaba a algún cielo que vieron en su niñez. El observatorio genera además un lugar de conexión muy especial".

La estructura del observatorio de día y de noche

La estructura del observatorio de día y de noche - Créditos: Fundación Rewilding

Un rincón escondido y la excusa perfecta para recorrer la Argentina tras un sendero de estrellas. Para llegar al sitio donde el firmamento se toca con la tierra.

La Vía Láctea en todo su esplendor sobre el parque

La Vía Láctea en todo su esplendor sobre el parque - Créditos: Fundación Rewilding

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