Con viento de frente: la crisis brasileña impacta en el mercado local de cruceros
Después de casi dos décadas de crecimiento, en la última temporada se resintió la cantidad de arribos en el puerto de Buenos Aires
4 de julio de 2016
La temporada de cruceros se extiende entre noviembre y abril
Un dron de última generación planea sobre las dársenas Sur del puerto Quinquela Martín. En más de veinte pantallas instaladas en la sala de control y monitoreo de Terminales Río de la Plata (TRP), la empresa licenciataria de 43 hectáreas visualiza el movimiento de todas las operaciones de esa porción de tierras que mira al río: ingresos y egresos de más de 4500 camiones por día, carga y descarga de más de 600.000 contenedores al año, y el arribo de unos 110 cruceros con más de 314.000 turistas sólo entre noviembre y abril. Las imágenes de los inmensos buques de carga y pasajeros son impactantes, sobre todo porque en ellas se ve en detalle la actividad de esta compañía instalada en lo que desde hace décadas se denomina puerto nuevo de Buenos Aires, un espacio reconstruido en los 80 a pocos metros del edificio de Comodoro Py. Sin embargo, en TRP explican que al menos en el caso del movimiento de los cruceros, la crisis también se hace sentir.
El negocio cruceros local creció sostenidamente durante años. Desde los 90 es un negocio sustentable y en ascenso en la Argentina. Pero en 2014, cuando los vaivenes económicos regionales comenzaron a afectar, la cantidad de turistas que llegó a Buenos Aires por barco comenzó a menguar. La crisis de Brasil desalentó a aquellos visitantes internacionales que elegían como destino el sur de la región.
Según estadísticas de la Dirección Nacional de Migraciones, en la última temporada 2015-2016 ingresaron al país 314.000 extranjeros, un 37% menos que lo registrado durante el verano 2013-2014 (498.000).
"La caída en este sector se da principalmente por la situación de la economía brasileña, porque el resto de los turistas que llegan en barco desde los Estados Unidos y Europa toma cruceros que recorren primero las costas de Brasil y Uruguay antes de llegar acá", explica Gustavo Figuerola, presidente de Terminales Río de la Plata, propiedad de Dubai Port World, un holding público del Estado de Dubai en Emiratos Árabes Unidos, que cerró su balance de 2015 con una facturación global de US$ 4000 millones. Para Figuerola, esta caída es un impasse que se va a recuperar a medida que la economía del país vecino y la local se recuperen. "En 2016 y 2017 esperamos una reactivación", adelanta.
La empresa de origen árabe, que factura por año US$ 12 millones sólo con el negocio de cruceros en el país y que administra la logística portuaria en una superficie de 430.000 m2 ganados al Río de la Plata, tiene la concesión de los tres espigones Sur desde noviembre de 1994. Los accionistas de TRP esperan poder volver a participar de la siguiente licitación cuando el contrato expire, en 2020.
Según el presidente de esta sociedad anónima, las próximas inversiones de esta compañía con turbante dependerán de su continuidad en la Argentina. "Tenemos intención de hacer un muelle nuevo en la misma terminal, lo estamos evaluando", dice Figuerola.
El directivo, que administra un negocio de US$ 180 millones en concepto de logística de comercio exterior en suelo argentino, estimada que el desembolso no sería menor a los $ 220 millones en caso de que finalmente se desarrolle el proyecto para ampliar la terminar que hoy tiene capacidad para recibir 19.000 pasajeros en un día y 70 posiciones de check-in que funcionan simultáneamente.
Dubai Port World, con presencia en 31 países de cuatro continentes, tampoco descarta desarrollar puertos turísticos en otros puntos de la Argentina. "Se estudió la posibilidad de invertir en Mar del Plata en un momento, aunque no resultó un destino atractivo, pero sí pensamos más seriamente ir más al Sur", dice Figuerola.
El año pasado, Zona Franca de La Plata -dedicada a logística- y DSRA -que opera puestos comerciales en el puerto de Buenos Aires- idearon una propuesta para desarrollar un puerto turístico en Ushuaia. Se presentaron los planes al anterior gobierno fueguino, a cargo de Fabiana Ríos; se avanzó en diferentes organismos hasta que el proyecto se frenó intempestivamente. De ese emprendimiento iba a participar TRP, sin embargo todo quedó en papeles.
El presidente de las operaciones locales de este gigante de capitales árabes no descarta nada por el momento. Según dice a LA NACION, este es un buen momento político para concretar nuevas inversiones en el país. E insiste en alimentar el nicho de los cruceros turísticos. "Hay que tener en cuenta que el volumen de personas que mueve este mercado es inmenso: un crucero transporta diez veces la cantidad de pasajeros que un avión internacional", compara.
Todo junto
En el mundo no existen terminales de cruceros similares a la porteña. En general esas operaciones están separadas de las comerciales. El mercado argentino sólo recibe cruceros seis meses al año, por lo que no sería rentable mantener el espacio vacío el resto del año. Esa es la razón por la que conviven ambas actividades en una misma terminal portuaria. "Para los turistas europeos o que llegan desde Estados Unidos, vía Brasil, y de otros puntos de la región, tiene un cierto encanto atravesar este puerto repleto de grúas y máquinas para ingresar a la ciudad", cuenta el presidente de la empresa. Muchos de ellos, que a veces prefieren no bajar del barco, quedan fascinados por el movimiento portuario. Hay quienes almuerzan en la popa del crucero mientras está en el muelle con los ojos clavados en cómo las máquinas manipulan los contenedores con mercadería que llegan y se van. "Es una escena que muy pocos conocen y el despliegue de tecnología les llama mucho la atención", agrega.
El récord del negocio en el país se alcanzó durante el verano 2012-2013 y tras varios años de crecimiento. Este año, las empresas de cruceros le pidieron ayuda al Gobierno para reactivar la actividad de cara a noviembre. En mayo, el Gobierno acordó reducir la tasa de migraciones que pagan los buques por pasajero cada vez que recalan en el país. Así, en lugar de abonar US$ 14 por persona cada vez que arriban a un puerto argentino, lo harán una sola vez. Esto beneficiaría a aquellos buques que paran más de una vez en el país.
La próxima temporada no será una excepción según el pronóstico de las compañías. Datos de MSC Cruceros, en base a la Administración General de Puertos (AGP), estiman que habrá unas 80 recaladas en Buenos Aires, con unos 180.000 pasajeros. Bastante menos que las 102 registradas el verano pasado con 314.000 personas en la temporada anterior. Es un 21,5% menos de llegadas con un 40% menos de turistas.
Puerta de entrada
-37%
vía marítima
Es la caída que se registró en el ingreso de turistas extranjeros vía marítima en Buenos Aires en la temporada 2015-2016, según datos de la Dirección Nacional de Migraciones