Volví al consultorio. Tengo un día cargadísimo de trabajo.
Lucas quedó en casa con mamá, que llegó esta mañana y me llenó la heladera.
¡Siempre hace eso! Llega con una bolsa gigante y apenas entra y saluda, empieza a vaciarla: triples de miga, cindor, galletitas, alfajores, una tarta de zapallo.
Cuando era joven me molestaba, sentía que me invadía.
Ahora la entiendo y le agradezco enormemente, igual que cuando me llama y me dice "voy a Santa Fe, ¿qué necesitan los chicos?". Antes de respondía "nada, mamá, si querés comprarles algo regalales lo que vos quieras. De lo que necesitan, me ocupo yo". Un poco de inseguridad, supongo.
Ahora le digo "medias, ma", y todos contentos.
Ahí quedó, mirando Dora Exploradora, tirada en el piso, en medias, con la chiquita de Mirti y mi chiquito.
Ayer a la noche Nicolás me mandó un sms que decía "gracias".
Andá a saber qué me agradece.
Es viernes, mis amigos, ¿qué planean para este finde?