En septiembre viajé, junto con mi esposa, al pueblo Canneto Pavesse, en Pavia, Italia, para conocer el lugar donde nació mi padre, Augusto, hace 102 años. Quería sacarle una foto a la casa que habitó mi familia paterna y desde donde mi padre, en 1926, partió hacia la Argentina.
Llevábamos fotografías, que le fueron enviadas a mi padre en 1960 y allí pudimos ver un campanario que nos servía de guía. Hacia allá fuimos, junto con Rocco, el taxista que nos llevaba y nos detuvimos un instante para tomar la foto. Se acercó una persona y le dijo al taxista que en ese lugar no se podía estacionar porque era el sector reservado para el correo. Rocco le explicó que yo iba a sacar una foto de la casa donde había vivido mi padre. El señor se acercó y me preguntó: "¿Cómo se llama?" Le contesto: "Rebasti". Me dijo: "Mi jefa se llama Rebasti". Adentro estaba la responsable que, al ver la foto, exclamó: "¡Esta es mi casa!" Allí me entero que era María, mi prima segunda. Llamó por teléfono a Giussepe, mi primo hermano y le avisó de nuestra presencia. Y al otro día nos encontramos y además, lo más grande que me podía pasar, la hermana de mi padre, la tía Bice, de 88 años, que nunca pensé que llegaría a conocer.