Esqueletos en el ropero

7 de julio de 2011 • 11:06

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JULIANA AWADA

Asumo que el llamado para ir al cine no vino porque hubo partido anoche. Asumo que está todo OK que no te llamen por el fútbol. Ninguna mujer puede sentirse ni mínimamente abandonada ni desatendida ni ignorada si su competidora es una pelota. En realidad ahí no hay competencia, perdimos el partido antes de arrancar. Y está bien que así sea. Como cuando se perdía al hockey por walk over porque el equipo ni se presentaba. Algo así pero sin el sabor amargo de la derrota, algo más digno.

Hay que dejarla pasar. Ya bastantes cosas indignas he hecho por amor, por sexo y en definitiva hasta por un tipo que no me interesaba tanto, je.

¿Ejemplos, quieren ejemplos?

Llamar compulsivamente a uno que no me atendía el teléfono creyendo que el *31# funcionaba desde un celular en esa época. Pero no. Vio cada una de mis 700 llamadas y claro, ahí sí que no llamó nunca más.

Mandar a mis amigas Vicky y Lau a espiar a otro con el que había tenido una historieta y había desaparecido. Necesitaba saber si estaba con una nueva. Fueron disfrazadas con pelucas y cafés como en las películas. Dos ridículas. El no estaba, llegó más tarde. Las encontró enfrente, en la plaza esa de Belgrano sobre Juramento y fue directo a saludarlas. Ya no me acuerdo la explicación que le dieron. A veces todavía me lo encuentro y no termino de relajarme cuando le charlo.

Hacerme vegana por los 52 días que salí con el profesor de Ashtanga. Hacerme de River, de Racing y hasta de Peñarol. Creo.

Gilletearme las piernas en la agencia porque el chat venía tomando un giro hot y no iba a tener tiempo de volver a casa. (Las clases de Ashtanga me sirvieron para trepar la pata con total comodidad al mármol del baño).

¿Y la más loser? Cursar una materia optativa los sábados a la mañana sólo por un compañerito de facu que en medio de la cursada se enganchó con la docente.

Pero díganme que no he estado sola en esto. Todas y todos tenemos algún esqueleto en el ropero. ¿O no? Por suerte una crece y ya no hace estas cosas (bueno, no muy seguido al menos) y años después siempre nos dan un motivo para reírnos.

PD: geniales las contribuciones de ayer, está para armar una lista de los mitos y frases más comunes con los que crecimos. La voy a armar el fin de semana y se las traigo.

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