Gabriela Toscano. "Mi paraíso cercano es el pueblo Norberto de la Riestra"

-En general viajo por motivos de trabajo, un programa, una película, una gira de teatro. Me intereso mucho por las costumbres de los lugares que visito. Me gusta probar sus comidas, hablar con la gente, conocer sus expresiones artísticas y caminar, caminar, caminar.

- Tengo tres gatos, que sufren bastante mi ausencia cuando viajo. Mi hijo y mi madre son abnegados custodios de los animalitos.

-Jamás viajé a un all inclusive. Mis viajes son menos organizados o planificados. Pero pensándolo bien? no estaría nada mal hacer la experiencia.

-He realizado giras largas, medianas y cortas. Probablemente la gira de Monólogos de la vagina haya sido la más extensa. También La prueba fue una larga gira. Y ahora con el programa El país en escena viajamos más de 15.000 kilómetros en poco más de tres meses, por gran parte del país, viendo teatro independiente. Gracias a estas giras he logrado conocer una buena parte de la geografía Argentina y sus culturas.

- París, Texas; Entre copas, con Paul Giamatti y Thelma y Louise.

- El Bajo Belgrano, los alrededores de la cancha de Excursionistas, el barrio a donde llegué cuando vine de niña desde Montevideo. Me gusta pasar frente a la casa de mi abuela, que aún se conserva dignamente entre enormes edificios. Y también Montevideo, claro.

-Norberto de la Riestra, un querido pueblo de la provincia de Buenos Aires, a 180 kilómetros de la Capital Federal. Voy cada vez que puedo. Allí están mis grandes amigos Bernarda y Alberto, sus hijas Camila y Magda, sus cuatro perros (Gandalf, Cleo, Lola y Bonito) y una laguna con cisnes, nutrias y gallaretas. Mate, asado y algo de vino. Mí paraíso cercano.

- ¿Un lugar soñado que te gustaría conocer alguna vez?

-Japón.

-No. Suelo comprar cosas que siempre se beben o se comen. Y algún instrumento musical autóctono.

-Cruzar nadando estilo perrito la piscina del Hotel Argentino de Piriapólis? sin que intervenga el guardavidas.

- No puedo pensar en un día de vacaciones perfecto. No hacer nada sería bastante perfecto. Vagar sin rumbo, también.

Para más información: Por estos días conduce El país en escena, los lunes a las 23, por la Televisión Pública, junto a Carlos Rivas

“Conduje un auto alquilado durante varias horas en una cerrada noche sin luna, atravesando Salta, el Infiernillo y luego bajando por la angosta carretera de la selva tucumana, sin conocer el camino, al borde del abismo. Debía llegar a San Miguel de Tucumán para hacer una función de La duda, en el teatro Alberdi. Al llegar al pie del cerro, bajo la lluvia, el hombre que atendía la estación de servicio me miraba con ojos desorbitados, sin creer que había hecho esa ruta, de noche y sin ser del lugar. Llegué al teatro, repleto, a las 21.25; la función comenzaba a las 21.30. Me puse el hábito de monja y salí a escena. No podría volver a hacer semejante cosa.”