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Helsinki: tour por la Ciudad del Norte

Fue diseñada por el mismo arquitecto alemán que construyó San Petersburgo; hay buena mesa y bellas mujeres




HELSINKI (Finlandia).- Con sus 500.000 habitantes, la llamada Ciudad Blanca del Norte es una de las pocas capitales europeas hechas para el placer: lagos, bosques, mar y bellas mujeres están presentes por donde se la mire y se amalgaman en una envidiable armonía con su elegante y cuidada arquitectura neoclásica.
Helsinki es un verdadero recreo para la vista. A unos 14.000 kilómetros de Buenos Aires y a casi 18 horas de avión (incluidas las escalas, pues no hay vuelo directo), se puede decir que esta ciudad, que en 2000 cumplió 450 años, está algo lejos de los clásicos tours dominados por las ciudades más grandes de Europa.
Pero para aquellos inquietos turistas que quieren ir más allá, Helsinki es parte de un fascinante paseo que puede completarse con un recorrido por los restantes países escandinavos y bálticos, que suelen ofrecerse últimamente en el mercado turístico.
El largo camino hasta aquí tiene su recompensa. Las amplias avenidas y los bulevares están acompañados de construcciones que no superan la línea de los 30 metros de altura (no existen los rascacielos) para así dar paso a la luz natural. Eso se debe a que en Finlandia los inviernos son tan largos como rigurosos y, por estar en la zona del Círculo Polar Artico, en esa estación del año la luz solar suele reducirse a cinco o seis horas.
Recorrer Helsinki es, por momentos, como estar caminando por distintos rincones de Europa. Para comenzar el primer paseo se recomienda el centro monumental, que tiene como protagonista la bella Plaza del Senado, en el antiguo casco de la ciudad, donde se concentra la parte histórica: allí están el Palacio de Gobierno y la Biblioteca Universitaria, de puro estilo neoclásico, que cuenta con un millón de libros y la colección de obras eslavas más grande del mundo.
Ambos edificios están situados frente a la plaza en la que se levanta la escultura de bronce del zar Alejandro II, a quien se le atribuyen trascendentes cambios a partir de 1870, durante el dominio ruso de Finlandia, como conceder mayor libertad política, que luego propició importantes y positivas reformas en el país.
Pero la imponente cúpula blanca de estilo neoclásico de la catedral luterana, Tuomiokirkko, se erige hoy como vigía de la ciudad: puede verse desde distintos puntos de la capital, pues es una de las pocas construcciones que supera la línea de altura permitida.

Gracias al zar

Toda esta obra es hija de Johann Carl Ludwig Engel, el arquitecto alemán que eligió el zar Nicolás I para la construcción de la nueva capital, en 1827. Engel ya había trabajado en las que hoy son consideradas ejemplos entre las perlas medievales europeas: San Petersburgo y Tallin, la capital de Estonia.
A menos de dos cuadras de la Plaza del Senado, yendo hacia el puerto, está la Plaza del Mercado, Kauppatori, frente al edificio del Ayuntamiento. Es una plaza seca en la que se levantan sencillos puestos donde se vende de todo: desde pescados y moluscos hasta frutas frescas (frambuesas de oferta por 3,50 euros el cuarto kilo), y desde flores naturales hasta artesanías y souvenirs (que van de un llavero de asta de reno por 8 a un gorro de piel de nutria por 150).
Desde la Plaza del Mercado se podrá apreciar casi en su totalidad la inmensidad y la belleza de otro símbolo de la ciudad: la catedral ortodoxa, Uspenkin Katedraali, a unos 200 metros. Construida en 1868, sus típicas líneas arquitectónicas regalan a los visitantes un exquisito aspecto oriental, y en su nave principal sorprende una cúpula bulbosa dorada.
Puede visitarse, pero sin cámaras de fotos. A pocos metros de allí se levanta junto al puerto el viejo mercado cubierto, Vanha Kauppaballi, construido en 1889, y restaurado un siglo después. Allí también se encontrarán los mismos productos, pero mejor presentados, de superior calidad y también algo más caros.
Un segmento especial merecen las sabrosas comidas preparadas para llevar o para comer allí, al estilo self service. Desde 7 a 10 euros, se puede saborear, junto con una gaseosa, distintas comidas al paso: un cono generoso de cornalitos fritos; una crêpe rellena de camarones y vegetales, o una hamburguesa de salmón rosado grillé (el pez nacional) con lechuga, tomate y pepinos.
Claro que si prefiere comer más cómodo, puede sentarse en las encantadoras mesas al aire libre en el boulevard de La Explanada (algo similar a Champs Elysées, en París), pero su billetera comenzará a enflaquecer.
Este paseo parte justamente de la plaza del Mercado y al recorrerlo se encontrará con decenas de coquetos bares, restaurantes con mesas en las veredas. Una baguette de lomito ahumado, kirkku, con vegetales y aderezos, más un chopp de medio litro de cerveza popular danesa y un café puede llegar a una cuenta cercana a los 18 euros, y esa suma se puede duplicar si se pide un plato de mayor elaboración acompañado con algún vino francés, italiano, y en algunos pocos lugares, un buen tinto mendocino, más un postre.
Recorrer esta hermosa capital y sus alrededores pueden llevar más tiempo del que uno piensa y mucho dinero, Por eso la Oficina de Turismo de la ciudad ofrece a los visitantes la Helsinki Card. En esta tarjeta, de 47 euros, está incluido viajar en forma ilimitada en el servicio público de pasajeros (ómnibus y tranvías); viaje gratis a la fortaleza de Suomenlinna (ver aparte) y el Zoo; entrada gratis a los puntos turísticos más importantes, como la Villa Olímpica, donde se disputaron los Juegos Olímpicos de 1952, y a unos 50 museos, además de descuentos en los recorridos turísticos de la ciudad, las entradas de conciertos y óperas, alquiler de autos y bicicletas, como también en bares y restaurantes. El uso de esta tarjeta, si se aprovechan todos estos servicios, implica un ahorro de 72 euros, que no es poco.
Para los exigentes, se debe tener en cuenta que Helsinki ofrece hoy uno de los estándares de vida más alto de toda la Unión Europea, por lo que posee servicios para el viajero de primera clase. Se puede confiar en que lo prometido en las promociones se cumpla y que todo funcione casi a la perfección. Un verdadero placer.

Tangueros Cada día cantan mejor (en finlandés)

¿Quién no se conmovió alguna vez al oír, lejos de Buenos Aires, el estribillo de Takaisinpaluu, de Arkipäivän o de Sörkkä? No, no es un error de tipeo: son los títulos de Volver, Cambalache y Sur, pero en finlandés.
Semejantes clásicos integran el repertorio de Eino Grön, tanguero finlandés que no es un caso aislado sino uno de los mayores exponentes de un fenómeno de lo más curioso: la gran popularidad del 2x4 en Finlandia.
Admirador de Susana Rinaldi y Raúl Lavié, Grön es más bien profeta en su tierra, donde el tango es pasión de multitudes y llega a convocar a 100 mil personas en el festival anual de Seinäjoki.
"El tango ha sido muy popular en Finlandia desde antes de la Segunda Guerra Mundial. Pero tuvo su década de oro en los años sesenta. Ahora las ventas de discos han decaído, pero no así los salones de baile", aseguró a LA NACION dos años atrás durante una breve visita a Buenos Aires.
Un poco en tono de leyenda, al parecer fue una pareja de bailarines daneses la que le mostró el tango a los finlandeses en 1913. "Fue sin duda tango argentino, pero venía de París", explicó Grön, que alguna vez grabó con Leopoldo Federico.

Soumenlinna De fortaleza inexpugnable a restaurante

Con sólo quince minutos de navegación desde el puerto de Helsinki se llega a la pintoresa fortificación de Suomelinna, Fortaleza de Finlandia, que se levanta en medio de un grupo de islas, desde donde se domina el ingreso en el puerto de Helsinki y está considerada una de las más grandes del mundo.
La construcción de piedra, de la que en un principio se llamó Sveaborg (castillo de los suecos), se emprendió en 1748 bajo la mirada atenta del almirante sueco Ebrensvärd, que trabajó en este proyecto hasta 1772. El propósito era ofrecer protección contra una posible invasión rusa.
No obstante la fama de ser una fortaleza inexpugnable, a comienzos del siglo XIX, durante la guerra entre Suecia y Rusia, el castillo fue conquistado. Luego, en 1855, en el transcurso de la Guerra de Crimea, la flota franco-inglesa le infringió graves daños. Entre 1918 y 1972, la fortificación conservó su función militar.
En la actualidad, todo el complejo ha sido transformado en cinco museos con exposiciones, y diversas atracciones y servicios como acogedores bares y restaurantes enclavados en el macizo de piedra. También se levantaron instalaciones deportivas, que hacen de Suomenlinna una de las clásicas excursiones dominicales que realizan los habitantes de Helsinki.
Debido a su riqueza histórica, en 1991 esta majestuosa fortaleza marítima fue incluida en la lista de los monumentos del Patrimonio Artístico de la Humanidad y está bajo la protección de la Unesco.
Por 14 euros, una lancha los lleva a pasar una tarde, incluido un helado para los más chicos, para disfrutar de todas las atracciones que ofrecen las cuatro islas que conforman la fortaleza.

Datos útiles

Cómo llegar

A Finlandia se llega desde Buenos Aires por Lufthansa. El pasaje cuesta desde US$ 1100 ida y vuelta, a lo que hay que sumarle US$ 250 de impuestos y U$S 50 por la emisión del ticket.
El vuelo es Buenos Aires Francfurt y de ahí a Helsinki

Alojamiento

Hotel Kamp, 5 estrellas, de construcción neoclásica de 1887, en plena zona residencial céntrica (es la Recoleta, pero en el centro) precio por día habitación doble, 244 dólares.
Hotel Rivoli, 4 estrellas, situada en el dowtown a 300 metros de La Explanada (zona más paqueta de la capital), precio por día habitación doble, 165 dólares.
Hotel Cumulus Olimpia, 3 estrellas está situado en una zona residencial frente al parque más grande de la capital y está a dos kilómetros de las zona céntrica. Precio de la habitación doble, 124 dólares.

Dónde comer

Comida escandinava

Bridges: el cubierto entre 10 y 23 euros
Kuu: el cubierto entre 10 y 17 euros.

Restaurantes de alta cocina:

Lyon (comida francesa) el cubierto desde 23 euros.
Alexander Nevski (comida rusa) el cubierto desde 29 euros.

En internet

www.helsinkiexpert.fi (1)

www.hkl.fi (2)

www.hel.fi/tourism (3)

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