Sepan que ayer llamé a Nicolás y le dije que hablara él con los chicos y que si necesitaba ayuda, me la pidiera.
Me trató de convencer de que lo mejor era que se los dijera yo, pero no lo logró. Ustedes ya me habían convencido a mí. Ja!
Hoy a la noche van los tres a dormir a su casa, así que ahí se enterarán. No sé, me parece bien. Que lo sepan y ya. No es algo malo, después de todo, ¿no?
Yo estoy en el consultorio, acabo de llegar y estoy tomando mate. Voy a estar toda la mañana haciendo papelerío. Me traje para escuchar música así que no está nada mal.
Me hice un playlist extensísimo, pero igual, estoy hace media hora en loop con este tema.
¡Qué genialidad! No puedo dejar de escucharlo.
Hace un año, música así me habría destrozado el corazón.
Qué suerte que las cosas cambien, que las personas podamos evolucionar y que el sol pueda salir.
Hoy me desperté despejada.