El sábado a la noche tuve un cumpleaños.
Era de mujeres solas, y sin chicos, en un restaurante de Martínez.
Me divertí mucho. Por suerte estaba súper tranquila porque los chicos estaban en casa con mi madre, Mirti (con María) y mi padre.
En un momento de la noche, se me acerca un tipo y me dice "qué lástima que estés casada".
Yo me miré la alianza y lo miré. En ese momento me di cuenta, mirando a esta hombre, que nada que ver con nada, que no tengo idea ni de si era buenmozo, nada de nada, en ese momento me di cuenta de que quiero avanzar.
Estoy estacada en un lugar horrendo de inmadurez e indefinición.
La vida continúa, pero me está pasando por el costado.
Al contrario de lo que hubiera hecho hace un tiempo, llegué a casa y NO llamé a Nicolás, ni le mandé un mail.
Decidí que antes de hablar con él, tengo que decidir con la mayor certeza posible, qué es lo que quiero.
Por ahora, tengo esta verdad: así no más.
Vieron? Tenía que decantar un poquito.
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