Los contrastes sureños pasan por la ventanilla
Una travesía en auto desde Río Gallegos hasta Ushuaia
17 de noviembre de 2000
EL CALAFATE.- La Patagonia suele mostrar sus variadas facetas a los que la recorren por tierra. Aunque generalmente extensos y fatigosos, los trayectos en vehículo permiten descubrir el contraste y la belleza de la región: desde la interminable meseta semiárida hasta los majestuosos hielos eternos de los glaciares encajados en las montañas.
Uno de los recorridos clásicos para disfrutar de esa cambiante geografía es el que une Río Gallegos con el glaciar Perito Moreno. Un camino, por otra parte, que no requiere de vehículos todoterreno ni camionetas. Puede realizarse perfectamente con un automóvil. La salida de Río Gallegos se realiza por la ruta provincial 5 que, luego de pasar por el aeropuerto de la capital santacruceña, se dirige hacia el Oeste internándose, rápidamente, en una estepa cubierta de coirones y arbustos negros, casi la única vegetación que existe en la pedregosa meseta patagónica.
El único lugar intermedio para cargar combustible es Esperanza, a 135 kilómetros de Río Gallegos. Desde allí hasta El Calafate, a orillas del lago Argentino, no hay ninguna otra estación de servicio o parador.
A partir de Esperanza, el recorrido suele mostrar un paisaje inmaculadamente blanco en invierno, en el que la nieve supera la altura de los alambrados, y una extensa llanura verde y marrón con manadas de guanacos y ovejas, durante la temporada estival.
También en esta parte del trayecto, cuando se toma la mítica ruta 40 (a unos 200 kilómetros del punto de partida), se alcanza la mayor altura de la meseta (aproximadamente, 1000 metros sobre el nivel del mar), en la que la cinta asfáltica ingresa en un faldeo montañoso que puede tener mucho hielo (durante el invierno por supuesto), por lo que se deben extremar las precauciones para conducir (marchar a velocidad moderada, acelerar con cuidado, no realizar maniobras bruscas y evitar el uso de los frenos) ya que resulta muy fácil perder el control del vehículo.
El descenso concluye en las puertas de El Calafate, a 255 kilómetros de Río Gallegos. Desde esta ciudad, la más importante del oeste santacruceño, aún restan 80 kilómetros para alcanzar el glaciar Perito Moreno, por un camino de ripio que, al llegar a las montañas, se transforma en un clásico y angosto camino de faldeo (perfectamente transitable para los automóviles) que culmina, tras bordear el brazo Rico del lago Argentino, frente a la eterna masa de hielo continental.
Además de las comodidades que pueden encontrarse en El Calafate, el viajero puede hallar hospedaje en un par de lodges (antiguos cascos de estancia con servicios de hotelería y restaurante) a mitad de camino y una hostería frente al glaciar.
Uno de los paisajes más bellos de la Patagonia de aquellas latitudes lo conforman las tres agujas de granito de Torres del Paine (la más alta de 2850 metros), enclavadas en el parque nacional del mismo nombre, en Chile.
Para acceder a ellas desde el glaciar Perito Moreno es necesario regresar a El Calafate (ripio) y desde allí desandar el camino hasta el empalme entre las rutas 5 y 40 (51 kilómetros de asfalto).
Esta vez se debe girar hacia la derecha para internarse en el camino de ripio de la 40 con rumbo hacia Río Turbio. Mucho antes de llegar allí debe tomarse el desvío hacia el paso internacional de Cancha Carrera.
Tras hacer los trámites de ingreso a Chile en Cerro Castillo, se sigue hasta las Torres en un recorrido que alcanza un total de 202 kilómetros de ripio. En todo este tramo sólo se consigue combustible en Tapi Aike (sobre la ruta 40) y en Cerro Castillo (Chile).
Témpanos a la deriva
La zona está surcada por numerosos caminos que permiten rodear el macizo y obtener distintas vistas de las Torres y los Cuernos del Paine, el más alto de 2600 metros, y llegar al lago Grey, en el que finalizan los hielos continentales del Sur. Este lago ofrece un imponente espectáculo de enormes témpanos flotando a la deriva.
Desde el Paine se puede seguir en territorio chileno hacia Punta Arenas, el otrora estratégico punto clave sobre el estrecho de Magallanes. Para llegar a esa ciudad es necesario volver a Cerro Castillo y pasar por el pintoresco Puerto Natales (en total: 140 kilómetros de ripio y 260 de asfalto).
Desde Punta Arenas, el recorrido hacia Ushuaia tiene 637 kilómetros de distancia (435 de ripio).
Los puntos más importantes del trayecto son: el cruce del estrecho de Magallanes, en Punta Delgada sobre el ferry que cumple ese servicio; el reingreso a la Argentina en San Sebastián a orillas del Atlántico (estación de servicio); el paso por la ciudad de Río Grande y el ingreso a la zona de caminos de montaña, a partir de Tolhuin, bordeando el imponente lago Fagnano hasta llegar a Ushuaia. En este tramo, es imperdible la vista desde el mirador del Paso Garibaldi, el punto más alto de la travesía.