El italiano Gianfranco Ferré diseñó los uniformes de Korean Air. Christian Lacroix hizo lo propio para Air France. Richard Tyler firmó una colección para Delta y Julien MacDonald le dio un nuevo look al personal de British Airways.
La tendencia de los diseñadores reconocidos que se ocupan de los uniformes de las compañías aéreas aterriza ahora en la Argentina. En este caso, con la colección del prestigioso Pablo Ramírez para Aerolíneas Argentinas y Austral, presentada días atrás en Tecnópolis con un pequeño desfile conducido por Teté Coustarot.
Un año y medio atrás, Ramírez ganó un concurso en el que la aerolínea de bandera recibía propuestas para renovar el guardarropa de su personal. "Entonces lo tomé como una propuesta más, nunca pensé que efectivamente terminaría por diseñar los uniformes –recuerda el diseñador –. Pero eso era apenas el comienzo de un año y medio de trabajo para vestir a unas 5000 personas."
"Clásico, elegante, atemporal", son los primeros adjetivos que enumera el autor sobre su colección de alto vuelo, que incluye modelos femeninos y masculinos para tripulantes y personal de tierra, ahora mismo en proceso de producción para salir al ruedo en las próximas semanas.
Para esta misión, Ramírez, que ganó su primer concurso importante en 1994 justamente con un proyecto de uniformes escolares en jean para Alpargatas, se entrevistó con un centenar de empleados de distintas áreas de la compañía. "Les presentaba bocetos y ellos me hacían devoluciones según sus necesidades y requerimientos específicos", explica.
Aparte de lo puramente estético, el personal de a bordo, por ejemplo, le transmitió su preocupación por temas prácticos, como las arrugas después de un vuelo de más de diez horas, las casi inevitables manchas de café y las diferencias climáticas entre un punto de partida y un destino en distintos hemisferios y estaciones opuestas. "Las faldas que usaban las azafatas hasta ahora, sin ir más lejos, llevan unos tajos muy incómodos para los movimientos que tienen que hacer todo el tiempo", describe, detallista.
Entre otros talleres, los nuevos uniformes de la aerolínea de bandera se confeccionan en la fábrica textil recuperada Brukman.