Lujo árabe a punto de despegar
El nuevo aeropuerto internacional de Doha será inaugurado en 2013 y combinará la suntuosidad de los jeques con los últimos avances tecnológicos
4 de noviembre de 2012
DOHA.- Finalmente, a mediados de 2013 será inaugurado el nuevo aeropuerto internacional de Doha, que promete convertirse en la terminal aérea más lujosa del mundo. Originalmente, la apertura del aeropuerto de la capital del emirato de Qatar estaba programada para 2009; después fue postergada hasta 2011 y hace unos meses, la empresa constructora -la norteamericana Bechtel- se comprometió a terminar las obras para junio próximo. Tantas postergaciones en el proyecto no responden a un problema de financiamiento, sino más bien a la versión jeque árabe del ya que estamos? , típico de cualquier obra de ampliación o refacción hogareña.
A medida que las obras avanzaban, en el emirato de Qatar se entusiasmaban con la idea de sumar comodidades y amenites de lujo, y así como cualquier simple mortal que empieza cambiando el piso del living de su casa, termina renovando el baño, la cocina o haciendo un pileta, en el caso del aeropuerto los cambios pasaron por la incorporación de un hotel cinco estrellas para los pasajeros en tránsito, la creación de un tren que unirá el aeropuerto con el centro de la ciudad y una megaampliación de la capacidad con la mira puesta en el Mundial de fútbol que se celebrará en el país en 2022.
Desde el punto de vista aeroportuario, la mayor innovación de la nueva terminal de Doha estará dada por la decisión de unificar las terminales de partida y llegada de pasajeros. "Vamos a trabajar con una sola terminal que no va a distinguir entre pasajeros que llegan y los que salen. La idea será facilitar el transporte partiendo de la premisa de que el 70% de los pasajeros que aterrizan en Doha en realidad está en tránsito, rumbo a otros destinos en Asia o Africa", dijo el indonesio Leong How Yin, a cargo del proyecto.
Al mejor estilo qatari, el aeropuerto promete combinar la suntuosidad de los jeques árabes con los últimos avances tecnológicos. "Nuestros modelos son los aeropuertos de última generación, como los de Hong Kong y Singapur", reconocen en la empresa constructora.
Para los pasajeros de business y primera clase habrá salas de espera individuales en las que podrán hacer el check in y hospedarse hasta subir al avión. Los que vuelen en clase económica también gozarán de algunas muestras del poderío económico de los jeques a la hora de planificar una obra. Por ejemplo, los mostradores de recepción estarán construidos con mármol de Carrara.
Para los pasajeros en tránsito, la terminal sumará una pileta cubierta y un hotel de cinco estrellas. En materia gastronómica, su único punto débil es que los tradicionales bares de cualquier aeropuerto, en Doha serán reemplazadas por juice bar (bares de jugo), en línea con los restrictivas costumbres islámicas en materia de alcohol. El aeropuerto además contará con una terminal independiente para uso exclusivo del jeque y de presidentes y reyes de otros países, y una deslumbrante mezquita.
El dato más llamativo para cualquier extranjero que arriba a Doha es que la ciudad no parece necesitar, precisamente, un nuevo aeropuerto. Las instalaciones actuales no tienen nada que envidiarle a las terminales más modernas del mundo y cuando se corten las cintas del nuevo complejo, el destino del aeropuerto viejo será la demolición.
A la hora de avanzar con el proyecto, el financiamiento representa un dato casi anecdótico. La inversión en la nueva terminal de Doha asciende a US$ 14.500 millones y los fondos saldrán de las arcas del gobierno de Qatar, que a partir del descubrimiento de millonarias reservas de gas y petróleo se convirtió en el país con el mayor ingreso per cápita del mundo.