Dicen que durante esa noche terrible antes del 16 de octubre de 1793 en el que María Antonieta sería ejecutada, su pelo se volvió totalmente blanco probablemente del pánico terrible que sintió.
No hubo pánico, ni ejecución inminente, ni nada dramático o terrible que sucediese. Sin embargo, esta mañana, encontré 7 canas más que nunca había visto porque juro que no existían. Estaban escondidas, como creciendo a hurtadillas, debajo de la primer capa de pelo y justo arriba de las orejas. Las noté cuando me até el pelo con el gancho para maquillarme (nada peor que se vea la marca de la base mal puesta). Clarísimo, ahí estaban, blancas, duras. Pensé en arrancarlas pero esa otra leyenda dice que por cada una que se arranca aparecen dos. ¿O eso era con las arañas? No recuerdo bien. Lo único que sé es que encontré 7 motivos para sentirme un poquito más adulta esta mañana.
O 7 motivos para hacerme el Henna esta misma noche, claro.