JUAN LASCANO
"Mi museo favorito es el Museo Nacional de Bellas Artes porque tiene algunas obras absolutamente fascinantes. Cuando vivía en La Plata, venir a Buenos Aires y recorrerlo era todo un programa. Tiene por lo menos cinco obras tan importantes que a veces voy sólo para verlas. La primera es Sin pan y sin trabajo , de Ernesto De La Cárcova; después Le lever de la bonne ( El despertar de la criada ), un extraordinario cuadro de Eduardo Sivori, en su momento bastante chocante porque muestra a una mujer muy opulenta y aparentemente, de acuerdo a los cánones de la época, vulgar, pero con un gran poderío y una luz extraordinaria. Después está La sopa de los pobres , de Reynaldo Giúdici, un cuadro que pinta un momento tal vez de Venecia, es difícil saberlo. Una demostración pictórica fuera de serie, de una calidad, una textura, unas pinceladas y una potencia lumínica únicas. Después, el Retrato de la hermana Lisbeth van Rijn , atribuido a Rembrandt, de la sala Hirsch. Se dice atribuido a Rembrandt , pero yo pienso que es realmente auténtico. Un retrato extraordinario de una mujer nada linda, medio regordeta, con una calidad y una textura fuera de serie, y una mirada muy particular que lo sigue a uno por donde vaya. Por último, El regreso de la pesca , un cuadro chiquito de Joaquín Sorolla, pintor que admiro inmensamente. No debe medir más de 40 centímetros por 60, y es una verdadera exhibición de pincelada, de poderío, de captación de la luz y movimiento."
LUIS FELIPE NOE
"Si tengo que elegir uno, me quedo con el Museo de Brujas, en la ciudad homónima de Bélgica. Porque es chiquito y concentrado. Cuando lo visité, en 1961, la ciudad parecía vacía y al ingresar me dio la sensación de encontrarme allí con los antiguos habitantes de Brujas, como en un viaje por el tiempo. Después volví a verlo, pero ya estaba un poco cambiado, porque la ciudad ya estaba llena de turistas. El museo tiene solamente obras flamencas. Me gusta porque es un museo chico. Creo que uno de los grandes defectos de los museos es que son demasiado grandes, y deberían estar repartidos según secciones en medio de jardines. Es decir, que un museo fuese muchos museos. Entrar al Louvre es una pesadilla, porque si uno quiere ver algo concreto, tiene que atravesar por toda la historia del universo, lo cual lo convierte en un museo magnífico y pésimo la vez."
NICOLAS GARCIA URIBURU
"Me quedo con el Museo de Bellas Artes de Buenos Aires condensa más de 200 años de cultura plástica argentina. Todo nuestro ser nacional está ahí adentro. Y el que quiera saber cómo es el arte argentino, debería visitarlo.
"El museo reúne también arte extranjero. Pero supongo que en un futuro será importante separar las colecciones y hacer una franja divisoria, ya que las dos secciones juntas están demasiado apretadas. Ojalá que a la gente le de gusto visitarlo seguido, hay exposiciones muy buenas casi todo el tiempo."
ROGELIO POLESELLO
"Me gustaría destacar el Museo de la Fundación Beyeler, en Basilea, Suiza. Está diseñado por Renzo Piano y tiene una colección estupenda de todo el mundo. En mayo de 2009 vi allí la muestra Encuentros visuales Africa-Oceanía y Arte Moderno, Francamente estaba muy bien curada, y era un ensamble entre el arte africano, el de Oceanía y el arte moderno de una manera muy especial. De pronto encontrabas tallas de madera africanas junto a una obra de Claude Monet que combinaban perfectamente; después, máscaras africanas junto a una obra de Vincent van Gogh, que tenían relación. Más allá, otra figura africana junto a dos obras de Paul Cézanne. Pocas veces vi una muestra como ésta, donde las obras se revalorizaban de una manera poco común. Otro museo que me tocó ver fue el de Paul Klee, en Berna, que también me pareció increíble, con su gran colección de este artista maravilloso."