Nubarrones pasajeros

Las perspectivas eran demasiado buenas a mitad de año, pero se pincharon justamente en el invierno cuando golpeó el impacto de la crisis financiera internacional. El precio del dólar subió, como reclamaban los operadores turísticos, pero más lo hizo en Brasil, lo que cambió la relación de precios. Y eso tiene un efecto doble. Por un lado, argentinos y uruguayos se ven tentados por las playas brasileñas y dejar de lado Punta.

Por otro, los brasileños de alto poder adquisitivo que llegaban a este balneario entre el 20 de diciembre y el 8 de enero desaparecieron como por arte de magia. "Ese público ya se perdió; ahora sólo queda esperar al veraneante de Rio Grande do Sul, que no gasta lo mismo que el de San Pablo y otras zonas, y habrá que ver si viene", dijo una empresaria inmobiliaria que convocó a una baja brusca de los precios de los alquileres.

El sombrío panorama tiene otras nubes. La batalla legal entre los casinos derivó en una contracción de atracciones del hotel Conrad, que quita brillo al verano 2009.

Las autoridades del Conrad están molestas con el gobierno porque la estatal Dirección de Casinos llegó a un acuerdo con el hotel Mantra (en La Barra de Maldonado, a la altura de la playa Montoya) para que esa empresa gestione asociada con el Estado el casino Nogaró de la calle Gorlero.

Esto supone un cambio de condiciones al Conrad que tiene una cesión especial acordada con el gobierno para casino 100% privado. "Vamos a trabajar sobre ese tema; en su momento la sociedad propietaria del hotel Conrad apeló esa decisión y el recurso fue desechado, es decir, no hay obstáculos jurídicos para que Casinos del Estado pueda concretar otro emprendimiento mixto en Maldonado", dijo el nuevo director de Casinos, Fernando Nopitsch. Y fue más lejos porque cuestionó la concesión que tiene el Conrad. "Yo no estoy de acuerdo con esa privatización", agregó el funcionario.

La reacción del Conrad no se hizo esperar y puso encima de la mesa el impacto movilizador del balneario que logró el complejo hotelero en sus 11 años de existencia.

En este tiempo, el Conrad ha sido la base de operaciones de muchos turistas, que se encuentran en sus bares o participan en los varios shows y espectáculos que se realizan simultáneamente en sus salones.

Las autoridades del Conrad advirtieron que con esa competencia no les servía realizar las inversiones que hacen cada verano para generar una agenda de espectáculos internacionales. En las últimas horas, los directivos del Conrad relativizaron algunos comentarios sobre recortes del personal extra que se contrata para verano, pero admitieron que no les sirve armar shows al aire libre para que otro casino se beneficie del público que se concentra en esos espectáculos.

En los hechos, al anunciar su cartelera de verano 2009 no se incluyó nada del habitual ciclo Conrad Live con grandes show en el estacionamiento de la parada 3 de la playa Mansa.