Siéntase como en casa... y haga las compras
Alquilar por días un departamento equipado es una buena alternativa para conocer de otra manera las grandes ciudades y mezclarse con su gente
17 de septiembre de 2006
Lo bueno que tiene el ambiente es que mira a Piazza Spagna. Y que el dueño dejó una máquina para preparar un vero ristretto . Ah, y que desde el balcón, porque está en el primer piso de esos bien altos, se huelen las almendras tostadas y se oyen cada dos segundos esas palabras que no por repetidas dejan de ser únicas. Tan únicas, tan romanas, y que no repetiremos por respeto: son indecentes.
Más lejos, muchos kilómetros más lejos, sobre la Plaza Wenceslao, casi frente al Hotel Europa, uno de los únicos edificios en pie íntegramente art nouveau, se puede desayunar en bata, leyendo LA NACION por Internet y mirando los bellísimos tejados de Praga, iguales a los que vio el torturado Franz Kafka y sólo por 60 euros al día.
O vivir en Venecia, comiendo un bife de chorizo hecho a la plancha con humo incluido, mirando el Puente de los Suspiros y suspirando para no desentonar con el ambiente. Aunque el bife, francamente, no tiene mucho glamour.
¿Se puede hacer todo esto en tiempos de euros caros? Sí. Y últimamente se ha convertido en una manera diferente de viajar. Casi en una tendencia. Se trata de alquilar departamentos amoblados en el destino que a usted más le guste y por el tiempo que desee (en general, no menos de una semana), en vez de ir a un hotel, hostería, hospedaje, convento, bed and breakfast o pensión.
Y tiene muchas ventajas: suelen ser bastante más baratos que los hoteles; son aptos para familias numerosas, con niños que todo lo quieren; se puede elegir el barrio en el que desee pasarlo bien; y se vive la ciudad de un modo distinto, entre otras cosas, porque hay que salir a hacer las compras, elegir las verduras, probar las frutas, oler las especias, lo que marca una profunda diferencia con el turismo habitual.
Praga, diferente
"Nosotros fuimos con mi marido a Praga y nos pudimos quedar 20 días porque alquilamos un departamento. Fue espectacular: íbamos al mercado todas las mañanas, nos mezclábamos con la gente, hacíamos el almuerzo y salíamos. Pienso volver el año que viene a hacer lo mismo en otra ciudad", dijo a LA NACION Alicia Salvucci, una profesora de inglés rosarina que aún disfruta de su estancia en esa maravilla de la República Checa.
"Para movernos por la ciudad, sacamos un pasaje de transporte público por día, y si queríamos viajar a otros lados, pueblos del interior, directamente tomábamos el tren. La Oficina de Turismo de allá nos dio todo, desde los precios hasta los horarios de micros, trenes y combis para que pudiéramos movernos a gusto. Y a la noche volvíamos al departamento, como si fuera nuestra casa", explica.
Los operadores turísticos consultados no se ponen de acuerdo a la hora de calcular en qué porcentaje alquilar un departamento resulta más económico que parar en un hotel, pero el promedio general habla de un 20 a un 30 por ciento más barato por persona, y en algunos lugares, sin incluir el desayuno, que fuera del hotel no baja de los 7 a 10 euros, para empezar por la brioche .
Porque, opinan, no se trata sólo de dormir en un lugar más barato y casi propio: siempre es más conveniente cocinar en casa que salir a comer todos los días, especialmente en ciudades como Roma, París, Nueva York o Londres, muy caras para los argentinos.
Y tiene otro condimento: piense nada más que puede caminar por calles desconocidas, comprando flores para la mesa y velas para la cena romántica, pidiendo turno en la lavandería del edificio para lavar la ropa, y departir con las vecinas sobre los temas más variados.
"Nos arreglábamos con cualquier cosa al mediodía, y hasta nos permitíamos comprar buenos vinos en el supermercado para la comida de la noche. Fue muy especial", concluyó Salvucci.
Alejandro Apartin, de Roalco SA, es uno de los que más sabe de estas lides: se encarga de encontrar departamentos para sus clientes, especialmente para aquellos que por trabajo tienen que viajar con la familia y quedarse de 10 a 15 días.
"Hay muchos argentinos que prefieren esta forma de hacer turismo -explicó el especialista- y realmente les conviene, especialmente cuando hay chicos."
A buscar
Habitualmente, su búsqueda comienza por www.venere.com , una página Web que tiene verdaderas sorpresas.
Allí, se pueden ver fotos de los departamentos de las principales ciudades de Europa, buscarlos por zonas preferidas, y hasta hay mapas para que el recién llegado nunca se pierda.
Para buscar mejor, hay que cliquear en una ciudad, luego en el barrio (si tiene preferencias o referencias) y después en la parte donde dice apartments, y ahí tiene toda la información. En algunos casos le pide la cantidad de euros que quiere gastar y, según ese dato, se inicia la búsqueda.
En la página www.rentalinrome.com , también hay fotos y algunas ofertas imperdibles. Por ejemplo, un departamento durante ocho noches en Roma (negociables, como se advierte en el aviso) cuesta desde 900 euros para dos personas, e incluye servicio de limpieza y la ropa blanca.
Hay más caros y más baratos, pero tomamos como base un departamento de dos ambientes; es decir, un dormitorio y un comedor, baño, cocina y balcón, y todo el equipamiento moderno, que hasta incluye lavaplatos, lo que no es poco para un ama de casa desesperada que va a vacacionar a Roma con las uñas esculpidas.
New York, New York
En la página www.nycvisit.com hay varias ofertas, que van desde los 1400 dólares hasta los 3900 por mes por departamento, algunos de una cama (con posibilidad de agregarle otra), y otros de dos habitaciones con cuatro camas.
Los edificios en cuestión (diseminados por toda Manhattan) tienen servicio de lavado; están perfectamente equipados, y según las fotos que se pueden ver, son muy bonitos y paquetes.
Y una curiosidad: en ninguna de las páginas consultadas aparece mencionado el tema de la seguridad como algo excluyente. Es decir, si es un argentino paranoico, no busque ubicación por barrio seguro, sino por barrio lindo o más barato .
Estos alquileres, claro, sufren los aumentos y las rebajas de precio dependiendo de la temporada en la que uno viaje. Por eso, no hay que hacerse ilusiones: seguramente en la costa amalfitana o en Liguria los alquileres semanales o mensuales serán altos en verano y bajarán en pleno invierno.