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Tandil

Más turistas, nuevos parques y paseos, apertura de hoteles y hasta la esperada denominación de origen para el salame local, en un destino que no se queda quieto




TANDIL.- Acaba de confirmarse oficialmente el recital del Indio Solari para el 3 de diciembre próximo en el hipódromo de esta ciudad y ya empieza a sonar el teléfono en la Hostería de la Cascada, probablemente igual que en el resto de los hoteles de la zona. Walter Orsi, el gerente, responde una y otra vez que no tiene disponibilidad. La misma producción del show ya bloqueó este y algún otro alojamiento completo, para hacer base operativa durante ese fin de semana de rock.
El ex cantante de los Redonditos de Ricota ya tocó antes en Tandil, en noviembre de 2010. Entonces fueron a verlo y escucharlo unas 100.000 personas. Una cifra notable, pero aún más significativa si se considera que la población de esta ciudad bonaerense no es mucho mayor: 123.000 habitantes. Y que la capacidad hotelera local es de unas 7000 camas (más otras tantas plazas informales y opciones de camping), buen número para el habitual turismo de fin de semana, pero insuficiente ante la multitudinaria invasión de remeras negras que Solari arrastra.
Ahora, si el show fuera sólo unos meses más tarde, habría más alojamiento para los peregrinos de la Cofradía del Indio. Es que en este momento, en Tandil, hay por lo menos cuatro hoteles en construcción -uno de diez pisos-, además de varios complejos de cabañas, según fuentes de la Dirección de Turismo local. Los propios dueños de la mencionada Hostería de la Cascada acaban de adquirir la posada La Protegida, con quince habitaciones y una cabaña, a la que se le sumará una pileta cubierta, entre otras modificaciones.
Además está muy cerca de concretarse el proyecto de un nuevo complejo con casino, centro de convenciones con capacidad para mil personas y hotel de cincuenta habitaciones que se realizaría mediante una inversión privada en terrenos municipales.
Las aperturas en alojamiento son casi constantes. Una de las más fuertes en los últimos tiempos fue la de Amaike, un hotel inaugurado en 2009, con spa sobre El Valle de Tandil Golf Club (18 hoyos, par 71), retirado de la ciudad, con acceso por la avenida Don Bosco, cerca de la conocida Posada de los Pájaros, donde varios años hizo pretemporada el plantel de Boca. Hoy es, lejos, la opción de mayor categoría en la zona y una alternativa muy bien ubicada en el ranking de toda la provincia, con 35 habitaciones, dos departamentos, salones para reuniones, un equipado spa de 300 metros cuadrados y vista al golf y las sierras.
Todo el año
Algo se mueve en Tandil, eso está bastante claro. El último censo nacional, por ejemplo, reflejó casi un 14% de crecimiento en la población en diez años, el mayor aumento en todo el interior bonaerense. Dicen que esto se debe a la calidad de vida y las oportunidades laborales que la ciudad ofrece gracias a una economía diversificada entre el campo, la industria y el turismo.
Este último sector, en particular, representa el 12% del PBI y emplea directa e indirectamente a unas 5000 personas. Y va en aumento sostenido. Si tiempo atrás era un destino de fines de semana largos, en particular para Semana Santa, hoy Tandil recibe turistas durante todo el año, de manera más regular, con preponderancia de familias porteñas en busca de aire libre, buena gastronomía (ver recuadro) y algo de aventura. Hasta se sabe de grupos de extranjeros que llegan para conocer las canchas donde comenzaron las carreras de Juan Martín del Potro, Mariano Zabaleta, Juan Mónaco y otros tenistas que rankean.
"Yo diría que con algunos turistas más ya nos quedaríamos tranquilos. No queremos un turismo masivo ni un movimiento que enloquezca a la ciudad, sino que la gente venga y disfrute", asegura el intendente, Miguel Angel Lunghi.
Lunghi, pediatra, radical e hijo de otro intendente tandilero, puso especial énfasis en los espacios públicos durante su gestión, que espera extender por cuatro años más en las próximas elecciones. Sorprende en la ciudad la cantidad de espacios verdes y, particularmente, la presencia de originales, coloridos y sofisticados juegos para chicos que no se ven en la Capital, además de sendas aeróbicas y estaciones de elongación o pequeños gimnasios al aire libre, opciones gratuitas muy interesantes para el turismo familiar. Pronto se sumará a todo esto un paseo comercial en el centro urbano, con veredas más anchas, espectáculos callejeros y fachadas renovadas, en unas cinco cuadras que ya están en marcha.
Pero sin duda la obra más curiosa y espectacular del mandatario es la recuperación de la famosa Piedra Movediza que parecía hacer equilibrio al borde de un cerro. Símbolo de Tandil, la piedra original, de unas 300 toneladas, se cayó el 29 de febrero de 2012 ("alguna locura haremos", adelanta Lunghi para el inminente centenario) y quedó partida en varios pedazos. En mayo de 2007 se colocó una réplica de doce toneladas, en una resina importada, proyectada por la Facultad de Ingeniería de la Universidad del Centro (Olavarría).
"Fue como para una película de Hollywood -recuerda Ernesto Palacios, director de Turismo-. A la réplica había que subirla entre las 6 y las 7, cuando no pega tanto viento allá arriba, con una grúa gigante que se llevó con diez trailers. Alguna gente había esperado ahí toda la noche y cuando se escuchó el ruido del encaje de la piedra hubo mucho llanto, mucha emoción. Es que la Movediza era una leyenda, algo que se creía que no se podría ver jamás."
Quienes no pasan por Tandil hace un tiempo podrán tener ahora una idea más gráfica de lo que fue la Movediza. Pero también se encontrarán con algunas otras novedades, como una especie de géiser artificial que se instaló en el centro del lago del Fuerte y tres flamantes parques que suman circuitos verdes a este pueblo grande con saludable vocación por la vida al aire libre:
Parque del Bicentenario. A menos de un kilómetro del lago, con un mirador para contemplar toda la ciudad.
Paseo de los Pioneros, de 30 hectáreas, con un recorrido vehicular y peatonal de 3400 metros hasta la cima del cerro El Mate.
Parque Norte y velódromo. Inaugurado hace apenas semanas, el velódromo Ludovico Ots tiene unos 500 metros en su cuerda interna, diseñado según pautas establecidas por la Federación Argentina de Ciclismo. La pista, sin embargo, es sólo la primera parte de lo que será el Parque Norte de Tandil.

Salame con denominación de origen y otras delicias

La gastronomía ha sido tradicionalmente uno de los atractivos turísticos de Tandil, con los chacinados como productos estrella y las picadas como rito infaltable. Pero en los últimos tiempos, la producción artesanal parece haber tomado todavía mayor impulso, protagonismo y hasta calidad.
Apenas días atrás hubo una noticia importante en este aspecto. La Comisión Evaluadora de Denominaciones de Origen e Identificación Geográfica aprobó el protocolo presentado para lograr la denominación de origen del salame de Tandil, algo muy esperado por emprendedores que buscan defenderse de las copias y jerarquizar sus productos. De cumplir ahora con los pasos administrativos del Ministerio de Agricultura de la Nación, el salame tandilero sería el primer alimento en lograr la codiciada DOC en el país.
ESTANCIAS INTEGRADAS
Juana Echezarreta, de Estancias Integradas, forma parte el citado Consejo del Salame que hace más de una década trabaja para la denominación de origen. "Fabricamos entre 500 y 600 kilos de chacinados por semana. Es una producción chica porque esa es la escala en la que podemos controlar la calidad que queremos. No utilizamos conservantes ni aditivos, dependemos del clima de Tandil. Por eso sostenemos que el salame tandilero, como tal, es un sello único", explica en su local-carnicería (nada de feedlot por aquí) de San Lorenzo y 25 de Mayo. En el mismo consejo pro DOC coinciden tanto una empresa con amplia distribución como Cagnoli con la muy recomendable etiqueta familiar Las Dinas, en un campo de 50 hectáreas con cabañas para turistas.
TRADICION INZA
Pero no sólo de salame vive la picada. También hay novedades respecto de los quesos de Tandil y tienen que ver con el local y restaurante Epoca de Quesos, una de las paradas obligadas en la ciudad. Ahora, los hijos y sobrinos de su propietaria, Teresa Inza, están comenzando a generar sus propios productos bajo la marca Tradición Inza y proyectan incluso visitas turísticas a los tambos en los alrededores de la ciudad de donde obtienen la leche. Gouda natural y saborizado (orégano al albahaca; cinco pimientas; nueces, almendras y avellanas), parmesano y provolone son algunas de las variedades en su incipiente catálogo, sólo disponible en Epoca y en contados locales más.
DULCES EL CAZADOR
La historia de El Cazador se inicia también en Epoca de Quesos. Más precisamente en su patio, donde un hijo de la dueña, Gonzalo, comenzó a hacer dulces con las cerezas de uno de sus árboles. Hoy, ya en su propio predio, donde pronto contará con cabañas para turistas, elabora hasta 27 sabores de dulces artesanales con la etiqueta El Cazador y delicias como manzana con nuez a la canela. Están en el acceso al cerro El Centinela, otro de los atractivos clásicos de Tandil.
EL CENTINELA
Justamente, en este otro paseo se producen y venden dulces artesanales de frambuesa, grosellas y otras frutas. El parque, claro, es más conocido por su aerosilla, una apuesta curiosa, más apropiada para un centro de esquí, pero que dio muy buenos resultados: se podría decir que turista que pasa por Tandil pasa por El Centinela, que próximamente contará también con un circuito de canopy de 600 metros. En su restaurante (donde no se debe dejar pasar los pasteles de cordero, pollo o ciervo con puré de calabaza y azúcar al horno de barro) venden los mencionados dulces, romero, salvia, tomillo, lavanda y otros productos directamente de su campo de 55 hectáreas.
CERVEZA QUARRYMAN
Es la cerveza artesanal de Tandil. Rubias y negras son el complemento ideal para las picadas tandileras. Tiene un local propio, donde además de comprar botellas y otro merchandising con la marca se puede observar la elaboración de la bebida, por la avenida San Gabriel, donde comienza Don Bosco.

DATOS UTILES

Cómo llegar
Desde Buenos Aires tomar la autopista Ezeiza-Cañuelas, luego la ruta 3 hasta Las Flores, seguir por la ruta provincial 30, pasar Rauch y al llegar a Tandil ingresar por la 226. En total, desde la Capital, son unos 350 kilómetros.
Dónde dormir
Hostería de la Cascada.
Uno de los alojamientos de mayor categoría. Bungalows de dos a cinco personas y también habitaciones, en un predio de 20 hectáreas. Pileta, restaurante, biblioteca, TV satelital, Wi-Fi en toda la propiedad. Bungalows, desde 600 pesos. info@hosteriadelacascada.com.ar
Dónde comer
-Parador del Centinela: pastel de cordero, sí o sí. Tel.: (02293) 448933. www.cerroelcentinela.com.ar
-La Pulpería: en una casa centenaria, probar la bondiola con batatas. Av. Estrada 1395
Tel.: (02293) 436699.
-Epoca de Quesos: el clásico, tanto para comprar como para comer. 14 de Julio y San Martín
Tel.: (02293) 448750.
-La Rueda: buena parrilla/parador en el ingreso a la ciudad. Colectora Macaya 179. Tel.: (02293) 424478.
-Don Peppone: para una noche de pizza. Av. Avellaneda y Av. Alvear. Tel.: (02293) 425777.

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