Taormina abre el cofre de la historia siciliana

Sicilia fue fenicia, griega, romana, árabe, normanda, sueva y española, y por lo tanto es uno de los cofres históricos más importantes de la bella Italia. Está rodeada por un mar espléndido y allí se cuentan miles de historias de piratas sarracenos. Es la tierra de Salvatore Giulano (el héroe popular que tiene su propio musical en el teatro) y también del venerado Giovanni Falcone, asesinado por la mafia siciliana, que no se ve pero existe.

La isla tiene un circuito llamado la Cinta de Oro, que abarca las ciudades de Palermo, Agrigento, Cefalú, Siracusa y Taormina. Entre los almendros, las mandolinas y las serenatas románticas, sobre las escarpadas paredes del monte Tauro se levanta --con panorámica vista al mar-- la magnífica Taormina, uno de los mayores orgullos de los sicilianos.

Desde esa terraza que se asoma a la costa, custodiada por la figura colosal de la gran chimenea del Etna, se divisan los balnearios de Mazzaro, Spisone e Isola Bella, con pequeñas playas que parecen incrustadas bajo los acantilados.

La localidad marinera de Giardini Naxos, antigua colonia helénica, atrae a los surfistas y los turistas que van a recorrer el Desfiladero de Alcántara con sus gargantas basálticas invadidas por las aguas del río homónimo.

En verano, esta ciudad, dotada de una moderna y funcional hotelería, a la que se suma su patrimonio histórico, cultural y arqueológico, asegura vacaciones de primera calidad.

Taormina es pintoresca, colorida y brillante, porque por su ubicación en la montaña, que al decir de Guy de Maupassant "parece que se cayera rodando desde la cúspide", recibe la permanente iluminación del sol.

Está claro que los griegos unían la naturaleza al arte, y que a lo largo de la historia han demostrado su especial sentido de la estética, levantando edificios y monumentos en lugares donde la belleza no se discute. Y allí, subiendo una de las colinas de Taormina, construyeron en la cúspide un magnífico anfiteatro siempre elogiado por la majestuosidad de su emplazamiento.

Levantado en el siglo III antes de Cristo, en las nueve secciones cuneiformes con ocho escaleras cabían 5400 espectadores. Posteriormente --durante el Imperio Romano--, fue sometido a una profunda transformación adaptándolo al estilo de sus espectáculos, con lucha de gladiadores y batallas navales.

Desde hace varios años este anfiteatro, para cuya construcción se estima que fue necesario remover alrededor de 100.000 metros cúbicos de roca calcárea, es un icono de la publicidad turística de la isla. En verano se realizan diversas manifestaciones artísticas: piezas teatrales, óperas y conciertos de música clásica y moderna.

Después de recorrer despaciosamente esta maravilla de la arquitectura helénica, se puede visitar las ruinas de las antiguas termas en lo que hoy es la plaza Vittorio Emanuele; el Palacio Corvaja, del siglo XV; la catedral, trescientos años más antigua, o el edificio del hotel Santo Domenico, en un convento del siglo XVI. La vida moderna de Taormina se desarrolla fundamentalmente en las angostas callecitas de Corso Humberto, que atraviesa el casco antiguo y tiene edificios históricos, además de ser el mejor lugar para ir de compras.

La enorme variedad de restaurantes, confiterías y tiendas diseminados en esta calle ofrecen desde exquisitas artesanías hasta vidrieras en las que diseños de Valentino y Armani pelean las preferencias de las billeteras más generosas. En el alegre y colorido ambiente italiano, las infinitas formas del pan que se fabrica a lo largo y ancho de la gran isla también forman parte de la cultura de Sicilia.

En avión US$ 870
Hasta Sicilia, de ida y vuelta, con impuestos incluidos.

* * * * US$ 110

* * * US$ 90

* * US$ 70
Habitación doble

Para almorzar o cenar, Luraleo: especializado en cocina siciliana y Mosaici, por su cocina rural.

En ambos restaurantes, las bodegas están atiborradas de exquisitos vinos italianos. Calcular entre 10 y 15 dólares por persona, un almuerzo o cena discreto, con postre y bebida.

City tour US$ 25

Teatro griego US$ 3,50

Oficina de Turismo de Italia (ENIT), Avda. Córdoba 345, 4311-3542.

Carlos Manuel Couto