Aplicá esta técnica para poner a prueba tus ideas. - Créditos: @bettypatranias
Nuestra profesora del primer módulo del programa OHLALÁ! Makers, Fabiana Renault, es Consultora en Innovación y profesora experta de la Universidad Siglo 21. Le preguntamos cómo reconocer si las ideas son buenas. Tomá nota de su respuesta.
De todas las revoluciones que le tocó vivir a la humanidad, esta es mi favorita: la Revolución Creativa. Hay ideas por todas partes: tecnológicas, analógicas, sustentables, sociales, exponenciales…. Hay ideas pequeñas, ideas enormes, ideas simples, ideas complejas. Hay ideas que van a funcionar y otras que no.
Yo, que trabajo con ellas, las reconozco no bien las veo. A modo de ayuda, te comparto mi IDEÓMETRO; para que revises tu idea con este check list:
1
Las buenas ideas generan una necesidad irrefutable de ser compartidas. Ya sea que la hayas pensado vos, o que te la estén contando, una buena idea se la querés contar a todo el mundo.2
Una buena idea es imparable; inmediatamente dispara más y más versiones de la misma.3
Una buena idea tiene algo de otra buena idea que ya existe.4
Las ideas buenas son visuales, sea del tipo que sea, toda buena idea viene con imagen, color, estilo….5
Toda buena idea surge de una Reformulación Creativa del problema (RCP) que vino a solucionar.
Si tu idea sobrevive a este chqueo, probablemente sea una muy buena idea.
Y si no sobrevive pero tu estómago te dice "Hacela", confiá. Hay un instinto que puede ser innato o adquirido, pero es visceral y difícil de poner en palabras. Al instinto hay que escucharlo.
Cómo generar más ideas
En mis tantos años primero como publicista, luego como docente y consultora en innovación, he vivido rodeada de ideas. De esta convivencia, surgieron grandes aprendizajes. Pero hay uno que en particular me resulta potente: una idea siempre dispara otra idea. Y este enunciado es en sí mismo, un maravilloso método de ideación: si estás queriendo generar una idea, reuní sobre una mesa, otras ideas potentes y disparadoras. Pueden ser libros, objetos, productos, películas, fotos, mapas, revistas, recortes.
En primer lugar debemos comenzar observando esos elementos, tratando de deconstruir el proceso que lo llevó a existir. Esta contemplación va a disparar preguntas tales como: quién lo hizo, para qué, en qué contexto, quien lo usa, quién lo vende, si se vende. Como vamos a estar con nuestro problema en mente, es muy probable que de esa mirada indagatoria ya comiencen a aparecer ideas.
Anotalas y dejalas a un costado, lo mejor está por venir.
Porque ahora, lo que vas a hacer es tomar dos elementos de tu mesa y vas a pensar una idea que una esos dos elementos y sirva para el problema cuya solución estás buscando (IDEA).
Este proceso se repite varias veces, combinando diversos elementos de tu mesa.
Te aseguro que en ese momento, o después de haberte ido a dormir, habrá una idea que claramente se recorta, potente e inédita.
¿Qué es esto, magia? No, ciencia. Más precisamente, neurociencia.
Sucede que nuestro cerebro es vago y tiende a querer resolver rápidamente los problemas. Cuando intentes con esta técnica que yo di en llamar COLECCIONISTA DE IDEAS, (cuanto más rica sea tu colección, más ricos serán tus procesos) estarás forzando a tu cerebro a nuevas rutas de sinapsis. Estarás tonificando tu neuroplasticidad. Eso sí, ojo, cuando empezás a convertirte en Coleccionista de Ideas vas a ver ideas ¡hasta en la sopa!
Fabiana Renault dicta workshops y conferencias en toda la región, y dirige diversos programas de entrenamiento en innovación. Podés escribirle a: direccion@creativosextramuros.com.ar
Fabiana Renault